Cada vez más países comienzan a poner en marcha sus propios planes para la creación de sus propias divisas electrónicas basadas en tecnología blockchain, como Canadá, Japón, Suecia, Rusia, Reino Unido e, incluso, Bahamas y Venezuela, que anunció en febrero la creación del bolivar digital.
La más adelantada en este aspecto es China, la cuál acelera la implantación del yuan digital, denominado oficialmente e-CNY, con la implicación de empresas locales y el anuncio del inminente arribo del mismo a través de nuevas pruebas piloto en ciudades de todo el país.
Ahora, un nuevo estado se suma a la tendencia de las llamadas CBDC (Moneda Digital de Banco Central, por su sigla en inglés). Se trata de Emiratos Árabes Unidos, que confirmó el desarrollo de un plan para el lanzamiento de su propia moneda digital de país, cuya implementación se espera que se espera que inicie en 2023 y se complete en 2026, de acuerdo a un informe del sitio Gulf News.
El inminente lanzamiento de esta CBDC emiratí forma parte del proyecto del banco central de Emiratos que abarca las siguientes finalidades:
- Impulsar la transformación digital del sector de los servicios financieros mediante la inteligencia artificial y el 'big data'
- El empleo de la tecnología en los sistemas de inspección, control y seguros
- La utilización de la infraestructura de identificación digital del gigante asiático para facilitar la inclusión y el acceso a los servicios financieros
Emiratos Arabes Unidos planea lanzar su propia moneda digital (CBDC) en 2023 y que circule de manera legal en todo el territorio para 2026
¿Que son las CBDC?
Las CBDC es, o pretende ser, un equivalente digital al dinero físico. Así como, por ejemplo, cuatro cuartos son el equivalente a un billete de dólar, un dólar en moneda digital será el equivalente a un dólar en efectivo físico.
Es simplemente una nueva expresión tecnológica del mismo dinero fiduciario. Recordemos que el dinero fiduciario, tal como lo describió el Instituto Mises de Alabama, es "dinero que comprende cosas con una calificación legal especial". Es decir, que estas cosas no son tecnológicamente diferentes de otras cosas, excepto por las marcas que muestran que tienen una calificación legal especial.
El corolario de esto es que las cosas tecnológicamente disímiles -monedas metálicas, billetes de papel y activos digitales- forman parte de la oferta de dinero fiduciario siempre que posean las marcas que confirmen su condición jurídica.
Desde el punto de vista del banco central, el emisor del dinero fiduciario, la moneda digital tiene algunas ventajas sobre el efectivo físico. Por una parte, su producción es realmente gratuita: si bien los costos de producción del dinero físico son insignificantes, están ahí y pueden resultar especialmente evidentes cuando hay que distribuir rápidamente nuevo dinero físico (por ejemplo, para evitar una corrida en un banco).
Por otra parte, la moneda digital no sólo puede crearse instantáneamente, sino que también puede distribuirse instantáneamente a las personas que los bancos centrales deseen. Esto es así porque hay dos modelos para la tenencia y el uso de la CBDC: o bien directamente con el banco central en una «billetera digital» o bien en una cuenta con un intermediario designado por el banco central.
En cualquiera de los dos casos, el ente central financiero del país respectivo puede dirigir rápida y gratuitamente el flujo de nueva moneda digital a quien quiera, indica Mises Institute.
Las monedas digitales de países (CBDC) son un equivalente digital al dinero físico emitido por los Bancos Centrales de cada nación
Objetivos de las CBDC
Ahora bien ¿Cuáles son los objetivos de las CBDC? En principio podemos identificar los siguientes:
- Generar una nueva forma de dinero capaz de aprovechar la nueva tecnología que hemos creado hasta el momento.
- Facilitar los medios de interacción económica y financiera tanto a nivel nacional como internacional.
- Crear nuevas estructuras financieras y económicas capaces de abrir puertas de inversión importantes para las naciones y el mundo.
- Estimular la competencia entre los sistemas de pagos haciendo que estos sean más económicos y con mayor alcance.
- Crear mecanismos de control de política monetaria cuya actuación sea inmediata.
- Reducir el nivel de intervención estatal sobre los bancos al disminuir el peligro del problema "Demasiado grande para fallar". Este es un problema creado bajo el temor de que la quiebra de un importante banco o empresa eche abajo la economía. Un sistema digital como el de una CBDC sería menos susceptible a este problema.
Por supuesto estos son los objetivos de cara a la economía y las finanzas, pero adicionalmente también podemos mencionar:
- Crear una estructura que permita rastrear el curso del dinero desde su origen hasta su último actor en todo momento.
- Sustituir el anonimato del dinero por un anonimato controlado por las entidades que controlan las CBDCs.
- Perpetuar mecanismos políticos, económicos y financieros pasando por encima de las libertades individuales.
Si bien los objetivos de las CBDCs pueden variar de los antes descritos dependiendo de los intereses del estado y el banco central que los emite. En todo caso, los objetivos anteriormente planteados son las bases de la emisión de la mayoría de las CBDCs que existen en la actualidad.
¿Que países avanzan con su propia moneda digital?
El eyuan que diseña el Banco Popular de China (PBoC) ya es testeado por entidades de primer nivel en su territorio y dos gigantes de la tecnología: Alibaba y Tencent.
En las últimas semanas, se conoció otro paso que revela las intenciones de la potencia oriental: Wang Xin, director de la oficina de investigación del PBoC confirmó que se realizaron pruebas técnicas entre la entidad y la Autoridad Monetaria de Hong Kong. Así, evaluaron las posiblidades de la divisa en las transacciones internacionales.
El e-yuan chino es el proyecto de CBDC más avanzado en el mundo
La noticia retumbó en la mismísima Casa Blanca. Si bien Jorome Powell, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED, por su sigla en inglés) aclara que "no tienen apuro en lanzar una moneda digital de banco central (CBDC), el proyecto avanza a todo vapor".
"Como el dólar como moneda de reserva, tenemos la responsabilidad de hacerlo bien en lugar de ser los primeros", aseguró el funcionario. Pero China, sin dudas, le puso presión a la iniciativa.
La FedCoin, como se llama coloquialmente por estas horas a la divisa, está siendo desarrollada por la FED y el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), el establecimiento educativo más prestigioso del planeta en cuestiones de tecnología y que tiene egresados de la talla de Tim Berners-Lee, el creador de la World Wide Web.
El equipo técnico viene trabajando desde agosto en una especie de "dólar digital", cuyo prototipo vería la luz en el tercer trimestre del año. James Cunha, que lidera el proyecto para la Reserva Federal de Boston, afirmó que el equipo lanzará al menos dos plataformas capaces de mover, guardar y realizar transacciones.
Pero además parece el momento indicado para lanzar la divisa digital, debido a un público más maduro en el uso de criptomonedas ante la búsqueda de alternativas para resguardarse de una inflación sobre el dólar: el año pasado, los Estados Unidos imprimió u$s9 billones, el 20% de todo lo que emitió ese país en 200 años de historia. Su sucesor, Joe Biden, repetirá los incentivos para recuperar la economía.
No sólo eso: el sitio CoinBase aseguró que durante el aislamiento hubo un gran número de nuevos usuarios que compraron bitcoins por u$s1.200, exactamente el mismo monto del subsidio (similar al IFE argentino) que lanzó el gobierno estadounidense.
Sin embargo, en esta pelea no están solos:
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Reino Unido: llamó a crear una divisa virtual que reemplace al dólar en el comercio internacional
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Francia: prueba el Euro Digital con bancos de primer nivel
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Rusia: el gobierno avanza en el rublo digital (como novedad, no requerirá de conexión a Internet para algunas operaciones)
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Brasil: el gobierno acaba de anunciar que su plataforma PIX de pagos inmediatos podría evolucionar hacia una criptomoneda
Si las principales economías del mundo avanzan en tener su propia moneda digital, surge una pregunta: ¿Tiembla el dólar como divisa de intercambio internacional?