La pandemia del coronavirus reveló fortalezas y debilidades del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de la Argentina, y la aplicación de estas herramientas de software, hardware, redes e Internet en las empresas y en los organismos del Estado.
Desde Totvs, uno de los "unicornios" tecnológicos de Brasil, identificaron ante iProfesional que "el principal gap que existe hoy para que las empresas puedan incorporar esas tecnologías es de conocimiento y financiamiento".
Javier Marbec, director general de esta compañía para la región sur de América latina, analiza en la siguiente entrevista de iProfesional cómo le fue a la filial local de Totvs en este año singular, atravesado por la Covid-19.
Totvs tiene más de 35 años de presencia en el mercado. Cuenta con oficina local, y es especialista en los segmentos de agroindustria, servicios, manufactura, hotelería, y construcción y proyectos.
Marbec dirigió en Totvs el área de servicios durante seis años y el área comercial otros tres años, para la región sur de América latina. Licenciado en administración, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), es especialista en transformación digital y nuevas tecnologías.
-¿Cómo cambió Totvs y su ecosistema de clientes y socios de negocios entre diciembre de 2019 y el mismo mes de 2020?
-La crisis generada por la pandemia y la operación de los negocios durante el aislamiento ha acelerado de una manera drástica el proceso de transformación digital que, en realidad, ya venía ocurriendo.
Esta transformación tiene efectos sobre todos los procesos y aspectos del negocio: la forma de vender, comprar y entregar, como en la forma de relacionarse con los empleados, proveedores y clientes.
Nosotros no estamos exentos de este proceso y, aun siendo una empresa de tecnología preparada en muchos aspectos culturales para este desafío, hemos quebrado muchos paradigmas respecto de la forma de comercializar y entregar proyectos de software lo cual nos va a permitir dar un salto en productividad y eficiencia.
Por ejemplo, antes de la pandemia, teníamos, en promedio, entre un 25% y un 30% del tiempo de trabajo de nuestro equipo ejecutándose de manera remota o en formato de home office. Y en casi todos los proyectos, estimábamos un 50% del trabajo OnSite en el cliente.
Sin embargo, desde el inicio del aislamiento, en marzo de 2020, tenemos a todo el personal trabajando prácticamente de manera remota y desempeñando el 100% de sus tareas con normalidad, incluso con mayor eficiencia y productividad.
No solo en lo que respecta a la generación de resultados en el trabajo, sino que también han ganado una gran autonomía y equilibrio en el manejo de su vida personal y laboral. Incluso los clientes, en la mayoría de los casos, perciben que el servicio es mejor brindado de manera remota que presencial, dado que nos ha permitido una mayor flexibilidad y dinámica al momento de asignar recursos a las actividades de los proyectos, realizar actividades de menor carga horaria por día con el cliente y, además, disminuir costos de viáticos y movilidad.
Crecimiento en medio de la pandemia
-¿Cuál fue el impacto de la pandemia en su planificación de proyectos?
-Creo que hubo varias etapas muy distintas para nuestra compañía desde el inicio del periodo de aislamiento. La primera fue una etapa de gestión de la incertidumbre y mucho esfuerzo para asegurar la reorganización del trabajo, la cohesión del equipo en un nuevo formato completamente remoto de las actividades y la sustentabilidad del negocio (las ventas, la caja, la entrega).
En este sentido, la agenda del equipo de gestión se focalizó en estos asuntos más que en nuevos proyectos. Pasado el primer trimestre del aislamiento, descubrimos que habíamos logrado seguir vendiendo, entregando y operando con éxito e incluso con un crecimiento inesperado para el contexto. En esta etapa, comenzamos a retomar algunos proyectos previstos para el 2020 y repensarlos en el nuevo contexto.
Por otro lado, se incorporaron muchas iniciativas nuevas en todas las fases del negocio: generación de demanda, venta y entrega, derivadas de las experiencias realizadas durante el aislamiento.
En el área de RRHH, tuvimos un gran desafío constante durante todo el año, con proyectos de comunicación, desarrollo del compromiso y el vínculo virtual con los empleados, entendiendo y atendiendo desde las necesidades operacionales de su trabajo de forma remota como también los efectos emocionales.
Finalmente, en estos últimos meses, nos encontramos planificando las iniciativas del 2021 ya aceptando la nueva normalidad y contextualizando las mismas en ese escenario.
-¿Cuáles fueron las iniciativas realizadas durante de la pandemia y cuáles quedaron pendientes para 2021?
-En el área de recursos humanos, hemos tenido que disparar muchas iniciativas nuevas para contener, ayudar y mantener la cohesión del equipo de trabajo. La comunicación fue un eje fundamental de estas iniciativas.
Por otro lado, se generaron muchas iniciativas de revisión metodológica del trabajo, sobre todo en el área de consultoría y entrega de proyectos de software para capitalizar oportunidades y mitigar riesgos de una ejecución 100% remota. En este sentido, quedamos sorprendidos de lo que podemos hacer sin estar OnSite en el cliente, lo que resultó en beneficios para todas las partes.
Como principal iniciativa pendiente, que ya estamos retomando con fuerza para el año 2021, es el desarrollo de nuevos canales de ventas. Este era un objetivo del 2020 que se fue postergando debido al contexto poco favorable por la incertidumbre para afrontar nuevos desafíos en potenciales socios de negocios, pero que retomaremos con fuerza a partir de enero de 2021.
Totvs se especializa en los segmentos de agroindustria, servicios, manufactura, hotelería, y construcción y proyectos.
"Usamos lo que vendemos y practicamos lo que decimos"
-¿Cuáles fueron las tecnologías a las que recurrieron?
-En Totvs tenemos un lema: "Usamos lo que vendemos y practicamos lo que decimos". En este sentido, el trabajo de nuestro equipo se apoyó mucho en nuestras tecnologías de transformación digital.
Como la plataforma FLUIG, que es una herramienta de productividad y colaboración que permite, entre otras cosas, digitalizar el 100% de los procesos y documentos de la compañía y dar soporte a la comunicación y adhesión del trabajo remoto a través de sus redes sociales, portales y gestión de RRHH.
-¿Cuáles fueron las principales enseñanzas y hechos del año 2020 referidos a las TIC en la Argentina?
-En mi opinión, el aislamiento obligatorio, produjo la aceleración de un proceso de transformación digital que ya venía ocurriendo y que, tarde o temprano, va a transformar cada uno de los sectores y negocios.
Está aceleración puso en evidencia para muchas empresas que está transformación es real y los obligó (nos obligó) de una manera casi dramática a darnos cuenta de que tan preparados o no estamos para este cambio.
Creo que esto representa una gran oportunidad para muchas organizaciones que no estaban ponderando correctamente el impacto de este proceso sobre sus negocios y el rol fundamente de las TIC para el desarrollo de estos, lo cual inexorable y lentamente los iba a dejar fuera del mercado.
Creo que muchas empresas están empezando a entender que las tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la transformación digital del negocio deben ocupar un lugar en la mesa de dirección y en el presupuesto de inversión tan relevante como el de otras áreas. A la vez, esto representa una oportunidad y un desafío para el desarrollo de las TIC que deben estar listas para responder a esta demanda de una manera consistente.
-¿Cuáles son los pendientes tecnológicos que tiene la Argentina?
-En primer lugar, creo que tenemos que entender que gran parte de la competitividad mundial estará dada por la incorporación de tecnologías transformadoras de los negocios en todos sus procesos.
Es imposible pensar en competitividad de nuestra industria respecto de otras regiones sin la incorporación de tecnologías de vanguardia que permitan el aumento de la productividad que se está viviendo en casi todos los sectores.
En segundo lugar, creo que el principal gap que existe hoy para que las empresas puedan incorporar esas tecnologías es de conocimiento y financiamiento. Por eso, las políticas de desarrollo tienen que estar apuntadas a llevar ese conocimiento a las industrias y sectores y a la vez a ayudar a que se realicen esas inversiones. A su vez, eso apalanca el desarrollo nacional de las TIC fundamental para sustentar ese crecimiento de manera interna.
No hay que perder de vista que la industria del conocimiento es agnóstica respecto de la localización geográfica., ya que es relativamente fácil mover y trasladar ese conocimiento y producción., Es por eso por lo que las políticas que se diseñen tienen que brindar las ventajas suficientes para que el desarrollo quede en la Argentina.
Javier Marbec: "El aislamiento obligatorio, produjo la aceleración de un proceso de transformación digital".
-¿Cuáles serán las tendencias en TIC que crecerán en su adopción en 2021 en el sector donde se desempeña su organización?
-En nuestro caso, podemos dar una visión como usuarios y como proveedores de esas tecnologías. Como usuarios, se van a profundizar cada vez más las herramientas que faciliten la colaboración entre empleados, proveedores y clientes.
También lo harán el uso de herramientas de inteligencia artificial para acelerar procesos de testeo y validación, así como de análisis de comportamiento de los usuarios de nuestras plataformas.
Como proveedores, además de las mismas herramientas de colaboración que comenté, hay una gran incorporación de canales digitales de ventas en todos los segmentos de negocios, incluso aquellos que eran más escépticos antes de la pandemia.
Hay un gran interés en las plataformas que apoyan el desarrollo de la automatización de la industria y el desarrollo de industria 4.0. En definitiva, todas las soluciones que ayuden a mejorar la performance de los negocios tendrán una gran oportunidad en los próximos años.