Este lunes, el cepo cambiario dejó de exitir y le cedió su lugar al esperado nuevo régimen cambiario, anunciado por Javier Milei en cadena nacional, y en un contexto de alta expectativa tanto a nivel local como internacional.
La medida marcó el fin de una era y su reemplazo, un sistema de flotación administrada entre bandas, conocido como "flotación sucia", trajo consigo un salto en el valor del dólar del 12%, que se vendió a $1.230 en el Banco Nación (comenzó la jornada en $1.250).
Por su parte, las demás cotizaciones de la divisa norteamericana, cosecharon fuertes bajas:
- En el mercado informal, bajó $95 hasta los $1.280
- Los dólares financieros también cedieron: el CCL retrocedió 6,9% y el MEP, 6,7%, ambos en torno a los $1.245
¿Qué es la flotación entre bandas?
En diálogo con iProUP el economista Joel Lupieri explica que "el nuevo esquema implica que mientras el dólar se mueva dentro del rango de $1.000 a $1.400, el Banco Central (BCRA) no debería intervenir activamente".
Sin embargo, advierte que la entidad monetaria "se reserva el derecho de hacerlo si hay una volatilidad extrema".
Esto significa que, aunque en principio el mercado determina el valor del dólar, si el salto es abrupto –por ejemplo, de $1.000 a $1.400 en un solo día–, la entidad podría intervenir.
"El equilibrio va a estar dado por la oferta y la demanda, cuando los compradores y vendedores encuentren un valor que los conforme", subraya el especialista a este medio.
Por qué se lo llama "flotación sucia"
Aldo Abram, economista y director de la Fundación Libertad y Progreso, añade que este tipo de régimen "en la mayoría de los países se llama flotación sucia, porque no siempre se comunican las bandas de intervención".
"Argentina destruyó la confianza en su moneda. Entonces, el Banco Central dice: 'Si sube mucho, vamos a intervenir y darle dólares a quien quiera cambiar sus pesos'", señala Abram a iProUP.
Según el experto, la clave fue que el Gobierno actuó con cautela: "Esperó a contar con respaldo del FMI y otros organismos para reforzar las reservas antes de avanzar con la medida. La liberación del mercado cambiario se hizo cuando ya había poder de fuego para actuar si era necesario".
Qué diferencia hay con el cepo
Para el economista Iván Carrino, "este sistema cambia totalmente la lógica del mercado".
En diálogo con iProUP, el experto subraya que "antes había dos mercados: uno intervenido donde operaban exportadores e importadores, y otro libre, para los demás. Ahora todos van al mismo mercado y el valor del dólar lo fijamos entre todos".
En ese sentido, Carrino detalla que el nuevo esquema es diferente a un tipo de cambio fijo: "Tenés una banda del 40% de amplitud entre el piso y el techo. Mientras el dólar se mantenga dentro de ese rango, el Banco Central no interviene. Solo lo hace si el valor toca alguno de los extremos".
Qué buscan el Gobierno y el Banco Central
Abram remarca que el objetivo principal es "dar previsibilidad" y que los agentes económicos dejen de especular con qué hará el Banco Central.
"Ahora, el tipo de cambio es de mercado. Si sube o baja, lo determina la gente y las empresas, no el Gobierno", explica.
A su vez, considera que el nuevo sistema permitirá mejorar la planificación económica: "Antes, los economistas tenían que adivinar qué tipo de cambio quería el BCRA. Hoy se analiza la macro para estimar su evolución".
¿Cómo se determina el "precio de equilibrio del dólar" en este esquema?
El analista económico Luis Aguilar, founder de Freenance, explica a iProUP que el Gobierno no determina más un precio de equilibrio.
"La oferta y la demanda lo determinan en función de sus expectativas agregadas, siempre y cuándo nos encontremos dentro de las bandas", señala.
El experto añade que "en los extremos, los modelos dan lugar a un realineamiento efectivo de expectativas con las herramientas con las que cuenta el BCRA", como intervención en el MULC, tasas y agregados.
Qué puede pasar en los próximos días
Lupieri valora que la reacción del mercado fue positiva este lunes: "Contrario a lo que muchos decían, el dólar no se disparó. La cotización se mantuvo contenida dentro de la banda. Es un buen primer paso para estabilizar las expectativas".
Carrino coincide con su colega, y suma: "Que haya un tipo de cambio único y determinado por el mercado ayuda a reducir la incertidumbre. El desafío será sostenerlo en el tiempo, especialmente si hay presiones externas o internas".
"Se acabó la discusión sobre si el dólar está atrasado. Hoy se fija en el mercado y eso es un logro enorme para empezar a reconstruir la confianza en la moneda", añade Abram.
Por su parte, Aguilar remarca que estos primeros días de operatoria libre funcionarán de price discovery, es decir, luego de muchísimo tiempo, la oferta y la demanda encontrarán un rango de precios dinámico que cubrirá las necesidades de ambas partes.
Según su visión, "el hecho de que esto ocurra dentro de las bandas sería (y ya en la primera jornada es) una muy buena noticia".
"De estabilizarse las fuerzas de oferta y demanda en lo cambiario, en un nivel que no rompa los esquemas de los agregados monetarios, la inflación tendría un fuerte aliciente a la estabilización, lo que daría muchísimo más momentum al proceso de recuperación económica que es un círculo virtuoso, ya que la recuperación es fundamental para que el superávit fiscal sea más sostenible, siendo e´éste el ancla absoluto de todo el programa", advierte.
En cuanto a los beneficios que genera esta medida, Carrino subraya que "uno de los inmediatos es que se elimina la necesidad de cupos, autorizaciones o permisos. Eso genera un entorno mucho más transparente y simple para operar en el mercado cambiario".
Abram también destaca que este tipo de esquemas "dan una señal de normalización que puede acelerar inversiones".
Según indica, "los actores económicos ahora pueden calcular sus costos y precios con mayor previsibilidad, algo que estaba completamente distorsionado con el cepo y los múltiples tipos de cambio".
Ambos coinciden en que todavía resta consolidar la confianza, pero destacan que la medida es un punto de inflexión.
"Falta mucho, pero este es el camino correcto", resume Carrino. Para Abram, "es una condición necesaria, aunque no suficiente: si se sostiene, puede cambiar el panorama económico de manera estructural".