¿La inteligencia artificial es tan potente como para reemplazar a los médicos? Su incidencia en cualquier campo de la vida cotidiana es cada vez más notable.
El nivel de perfeccionamiento de la tecnología ha llegado a un punto capaz de responder con un 85% de exactitud en un examen de neurología. Las versiones 3.5 y 4.0 de ChatGPT fueron puestas a prueba por investigadores del Hospital Universitario de Heidelberg y el Centro Alemán de Investigación Oncológica de la misma ciudad.
Las preguntas no fueron sencillas. Los promotores del experimento hicieron un mix entre consultas evaluatorias de la Junta Americana de Psiquiatría y Neurología y su par europea.
La versión más antigua de ChatGPT respondió correctamente 1.306 preguntas de 1.956 (66,8%), mientras que la versión más reciente alcanzó las 1.662. Para completar el cuadro comparativo hay que sumar el 73,8% conseguido por las respuestas humanas.
ChatGTP en la salud: la opinión de los médicos
La oferta de IA en el campo medicinal hoy tiene a diversos programas y aplicaciones acercando resultados y diagnósticos con mayor nitidez y rapidez.
Si esto terminará funcionando en el corto plazo como un complemento o directamente reemplazará el rol del médico tal cual los conocemos al día de hoy, es una pregunta con respuesta abierta.
La IA puede analizar millones de datos para detectar patrones de predisposición para ciertas enfermedades
El médico neurólogo Janus Kremer (MP 19.360) explica a iProUP: "La IA está entrando en todos los aspectos de la vida diaria. La medicina no es ajena a esto. Yo la uso para cotejar resultados y me ayuda mucho, pero no reemplaza mi ojo clínico".
Los investigadores que participaron en las pruebas con ChatGPT explicaron que "estos hallazgos sugieren que, con más refinamientos, los grandes modelos de lenguaje podrían tener aplicaciones significativas en neurología clínica".
"Ya tenemos influencia real de la inteligencia artificial en la medicina. Para el diagnóstico por imágenes hay estudios que certifican que puede tener una performance superior al médico evaluador", señala a iProUP el neurólogo Andrés Berardo (MP 30431/7).
Por su parte, el médico oftalmólogo Mino Moretti (MP 15.152), asegura a iProUP que "todavía no se ha implementado en nuestra especialidad, pero está en estudio a la hora de complementar un diagnóstico. En cuanto a la faz interpretativa, la máquina no alcanza al ser humano".
Kremer, además, sostiene que "hay casos de asistentes robóticos que pueden trabajar en cirugías de precisión, pero son puramente asistentes para tareas específicas".
El especialista sostiene que "para guiar en la toma de decisiones ya se está utilizando IA. Se pone la información en base a síntomas y signos de un paciente y la tecnología te devuelve una presunción de ese diagnóstico".
La tecnología permite acelerar procesos, pero siempre primará la decisión del médico
ChatGPT en la Salud: interrogantes
El médico español Benjamín Herreros, director del Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés, reflexiona sobre aspectos trascendentales: "¿Quién decide si un paciente debe ser visto por IA o por un médico?, ¿qué sucede si se equivoca la IA?, ¿la responsabilidad es del programa informático, del programador o del paciente por aceptar ser tratado por IA?, ¿tiene el médico que realizar el seguimiento de una decisión que previamente ha tomado una máquina?, ¿y si no está de acuerdo?".
Estas preguntas vienen a poner en debate cuestiones centrales que hoy no están claras. Incluso sin ir tan allá y centrándose en el sentido común, los especialistas consultados por iProUP concuerdan en el valor irremplazable de la relación médico-paciente.
"Las máquinas no tienen empatía, no sienten ternura, piedad, no sienten nada. Sin embargo, hay algunos programas que están empezando a tomar forma para distintas especialidades y eso es muy valioso. Hay un estudio que compara una resonancia con un banco de datos de 13 millones de resonancias y concluye si hay predisposición o no de Alzheimer", reflexiona Kremer.
Moretti añade que "toda tecnología que pueda ayudar al acto clínico debe ser bienvenida, pero sabiendo usarla. Con alguien detrás que piense cómo y cuándo usarla, con alguien detrás pensando en el paciente, cuidándolo".
Berardo remarca que "la incidencia no es directa todavía en Argentina, pero creo que es cuestión de tiempo. En otros países ya se desarrollan algoritmos y se utilizan. Europa y Estados Unidos son dos casos".
"Lo veo como un complemento cada vez más importante. Algo parecido a lo que ocurrió en su momento con internet. No creo que reemplace al médico, pero sin dudas ayudará", completa.
La revolución de la IA es comparable a la aparición de Internet y los celulares inteligentes
Entre los beneficios del uso de IA se destaca la capacidad para analizar grandes volúmenes de datos en pocos pasos. Para los pacientes se abre la posibilidad de contar con un análisis predictivo desde el propio celular. No obstante, el dilema aparece al considerar que la buena medicina tiene como fundamento la historia clínica.
"En la actualidad es muy rudimentario, pero a futuro se va a perfeccionar. Podríamos compararlo con la época en que teníamos celulares grandotes y aún no estaban los smartphones. Es un proceso parecido, tiene un enorme futuro, pero jamás va a reemplazar a la mano, el ojo y el espíritu del médico", sentencia Kremer.
La conclusión más repetida entre los galenos consultados es que esto no se trata de la mera acumulación de datos. Se necesitan integrar datos clínicos con las preferencias de los pacientes, sus valores y emociones. Y, fundamental, saber priorizar toda la información recopilada de acuerdo con las características individuales del paciente.
El tiempo dirá si, como ha ocurrido en otras disciplinas, se prioriza la celeridad y el ahorro de dinero que entregan nuevas tecnologías, en detrimento de un rol que hoy parece no tener reemplazo.