La relación entre Mercado Libre y el gobierno de Alberto Fernández no es como en la era de Mauricio Macri, en cuya administración su brazo financiero, Mercado Pago, tomó vuelo a nivel local. Y es que la actual administración creó nuevas regulaciones para las fintechs –entre las que domina la empresa fundada por Marcos Galperín– y ha reducido algunos de sus beneficios fiscales. Mientras, las prioridades de Mercado Libre se dirigen más allá de su país de origen, especialmente a México y Brasil.
En la tercera semana de marzo de 2021, la ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, advertía la probabilidad –hecha realidad– de una segunda ola de la pandemia del coronavirus. En un mensaje de cadena nacional, el presidente Alberto Fernández también admitía el retraso en la llegada de vacunas y pedía a los ciudadanos respetar las medidas de prevención. En esa misma semana, Marcos Galperín, el fundador y CEO de la multilatina argentina Mercado Libre y actual residente en Uruguay, escribía en Twitter "Gracias Uruguay!" y adjuntaba el documento del Ministerio de Salud Pública del país con datos de la reserva para la vacunación contra la enfermedad.
La declaración no fue bien recibida por algunos sectores de Argentina: "Exilios fiscales y sanitarios, privilegios legalizados de evasores, chupasangres y usureros; la tortilla se va a dar vuelta y los ricachones que cruzaron el charco van a tener que pagar cien veces lo que evadieron", respondió Juan Grabois, el dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y líder del grupo político Frente Patria Grande que tiene una alta representación en el actual gobierno nacional.
Mercado Libre no atraviesa una buena relación con el gobierno
Grabois no fue el único personaje político que se ha encuadrado en contra de la compañía de Galperin. El líder sindical de camioneros de Argentina, Pablo Moyano, hijo de Hugo Moyano que es considerado una de las personas más poderosas de la política del país, había dicho que Mercado Libre "es una empresa que ha ganado, gana y va a seguir ganando millones de dólares por su negocio. Pero a costa de los trabajadores".
El líder del gremio bancario, Sergio Palazzo – quien se apuntó ser el Hugo Moyano del sistema financiero– había anunciado: "voy por Marcos Galperín, el dueño de Mercado Libre".
No es el ambiente amigable al que el unicornio argentino estaba acostumbrado durante el anterior mandato presidencial. Entre 2015 y 2019, Mauricio Macri no escondía su favoritismo por la compañía y cada vez que tenía oportunidad elogió a Marcos Galperín como el modelo de empresario ideal del país. Incluso lo acompañó al estreno de la nueva casa matriz de Mercado Libre para la región en Buenos Aires. Galperín tampoco fue tímido en su apoyo al presidente, ya que cuando fue electo, volvió a vivir a Argentina luego de 14 años en Uruguay, militó políticamente a su favor en sus redes sociales y participó como fiscal de mesa durante las elecciones de 2019.
Pero el esfuerzo del empresario no dio frutos, Macri perdió las últimas elecciones presidenciales y, a inicios de 2021, el fundador se trasladó de nuevo a Uruguay. Durante la transición, también se anunció que Galperin dejaba de ser el CEO y presidente de la filial local, pasando la antorcha al brasileño Stelleo Passos Tolda y a Juan Martín De La Serna, como CEO y presidente, respectivamente.
"El nivel de tensión entre el gobierno y Mercado Libre durante 2020 y 2021 alcanzó niveles muy altos y se da fundamentalmente por dos motivos: uno político y otro económico", dice Santiago Sena, profesor de la escuela de negocios de la Universidad de Montevideo, Uruguay. "Y la relación entre ambos amerita una discusión, pero es muy difícil que suceda en el marco de crispación social de argentina y de la profunda grieta política", agrega, según América Economía.
El rey de la selva
"El elefante, si tiene algo de bueno, es que puede derribar todo para que pasen los de atrás. Si tiene algo de malo, es que hace mucho ruido y puede atraer cazadores", dice Ignacio Carballo, director del programa ejecutivo en fintech y digital banking de la Universidad Católica Argentina e investigador del centro de estudios de la estructura económica de la Universidad de Buenos Aires, refiriéndose a Mercado Libre como el paquidermo en la industria argentina.
En ese sentido, según el académico, Mercado Libre tuvo el rol fundamental de habilitar mercados en el país, tales como el e-commerce y las finanzas. En especial destaca este último segmento que, según su reporte del último trimestre de 2020, aumentó 59,9% en ingresos respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando 454,4 millones de dólares.
Con el lanzamiento en 2003 del brazo financiero Mercado Pago, su billetera virtual y los créditos en 2017, la compañía agregó a su misión de democratizar el comercio, la democratización de las finanzas. Actualmente, cuenta con más de 105 millones de pagadores activos, 4,4 millones de usuarios del procesador de tarjetas Point, entregó más de u$s1.170 millones en créditos a través de Mercado Crédito, y más de 9,8 millones de tarjetas de prepago, una tarjeta sin comisión de emisión ni manutención. Además, fue el pionero de la tecnología de pagos con QR para los comercios argentinos y lo ofreció gratuitamente durante el primer período de su despliegue.
Según el X Informe de Tendencias de Medios de Pago de Minsait, Argentina es el país de América Latina donde más ha aumentado el uso de agregadores y billeteras virtuales (29%) durante 2020, y donde más ha crecido el uso de pagos con smartphone o smartwatch a través de QR (de 34,3% a 54,3%). El estudio distingue la importancia de las bigtech y fintech, mientras que considera que en la región recién hay "movimientos reactivos de la industria bancaria a soluciones exitosas y colonizadoras como la protagonizada en Argentina por el omnipresente Mercado Pago, unicornio argentino que recuerda al modelo de ecosistema integral chino".
Mercado Libre comenzó a expandirse en otros mercados.
Todo este avance fue facilitado por la falta de interferencia por parte del regulador, el Banco Central de Argentina (BCRA) del gobierno de Mauricio Macri. En 2017, el entonces líder del instituto emisor Federico Sturzenegger estableció la política: "mientras las fintech no capten depósitos, no vamos a regularlas". Pero los cazadores de elefantes no tardaron en llegar.
A pocos meses de la toma de posesión de Alberto Fernández, el nuevo BCRA –esta vez liderado por Miguel Ángel Pesce– lanzó de forma abrupta una serie de normativas para los proveedores de servicios financieros que no estaban regulados, como las billeteras virtuales.
"Con la pandemia nos dimos cuenta de que el comercio electrónico y la posibilidad de hacer pagos virtuales son fundamentales y facilitaron muchísimo nuestra vida en confinamiento", dice Cecilia Rikap, investigadora de Conicet, Universidad Paris Descartes y de la Universidad de Tecnología de Compiègne. "Ahora, eso no justifica que la compañía tenga el derecho de hacer lo que quiera con nuestros datos o no estén regulados, porque imagínate cómo hubiera sido nuestra vida sin electricidad, pero no por eso esas empresas tienen el derecho de cobrar lo que tengan gana", agrega.
Con la nueva regulación, las fintech en Argentina están obligadas a mantener depositados los fondos de los usuarios en todo momento en cuentas bancarias y deben encontrarse siempre disponibles. Tampoco pueden operar en ninguna otra moneda que no sea el peso argentino, ni utilizar el dinero del cliente para invertirlo o para financiar créditos a otros.
Además de las nuevas regulaciones, se derogaron antiguos permisos, como la posibilidad de pagar salarios a través de billeteras electrónicas, algo que era posible desde abril de 2018. Ya, en abril de 2020, si bien se había anunciado que se incluiría a las billeteras digitales para el pago del Ingreso Familiar de Emergencia, a último momento el gobierno decidió dar marcha atrás y permitió solo a las instituciones tradicionales distribuir el bono.
La mayor bomba que lanzó el oficialismo fue Transferencias 3.0, el formato estandarizado de pagos electrónicos creado por el BCRA para pagar y cobrar con aplicaciones bancarias o billeteras electrónicas mediante transferencias inmediatas. El objetivo de esta nueva modalidad fue sustituir el dinero en efectivo y eliminar los gastos ocultos que implica su uso, ampliar las alternativas de cobro para los comercios y aumentar la competencia en la provisión de servicios financieros. Pero definitivamente, la mayor controversia de este sistema fue que los medios de pagos no podrían cobrar comisiones a los comercios que facturan hasta $400.000 (aproximadamente US$ 6.500 para el dólar de febrero de 2020) al mes.
"Contextualicemos: Mercado Pago logró tener una red de más de 1,7 millones de comercios, más que duplicó la cantidad de cuentas comitentes en mercado de valores gracias a Mercado Fondo, desarrolló una industria de 27 billeteras, trajo el código QR y lo ofreció gratis durante un año y medio y de repente te obligan a abrir toda la red y que sea gratis", explica Carballo. "Es lógico que eso sea tomado con resistencia y rechazo por parte de Mercado Libre", agrega.
Contraofensiva
Con el inicio de la pandemia y el confinamiento masivo, el BCRA pausó el desarrollo de las nuevas regulaciones del sector fintech y solo lo retomó en junio. Luego de 30 reuniones, finalmente se llegó a un acuerdo para la segunda versión de Transferencias 3.0, en el que los comercios considerados como MiPyMEs pagarían un máximo de 0,8% a sus proveedores de pago digital, en vez de cero comisión, y la implementación de la ley será de forma gradual.
Ahora bien, durante la mañana del 28 de octubre, Mercado Pago emitió un comunicado que decía: "Hola. Te queríamos contar que pagarás impuestos de AFIP y fiscos provinciales cada vez que recibas dinero de cuentas bancarias o de billeteras digitales de otra titularidad".
La compañía se refería a una retención de 0,5% o 1,2% cada vez que se realiza una transferencia de una cuenta corriente bancaria (CBU) a una billetera digital (CVU) y viceversa. El "nuevo" cobro estaría enmarcado por el Impuesto a los débitos y créditos, conocido popularmente como "impuesto al cheque". Pero este gravamen fue creado como un impuesto de emergencia en 2001, no estaba siendo aplicado y sólo abarcaba al sistema bancario regulado.
Mercado Pago, el canal de pagos más exitoso de Mercado Libre
"Casualmente, Mercado Pago se autoregula y dice que va a empezar a cobrar y a pagar este impuesto", cuestiona Ignacio Carballo.
¿Qué impacto tienen estos cambios? Cuando sale dinero de una cuenta bancaria a otra, se aplica esa tasa. Pero si sale de una cuenta de Mercado Pago a otra de la misma marca, no se aplica ya que todo el dinero del fintech se encuentra dentro de una misma cuenta bancaria y las transferencias dentro de la red no pasa por un sistema interbancario. Entonces, obviamente, a los usuarios de Mercado Pago les conviene utilizar solo la plataforma para transferir dinero entre sus pares, como también conviene a un comercio que utilice esta billetera virtual comprar a un proveedor que tenga Mercado Pago.
Durante el mismo día, la compañía salió a aclarar que no se trataba de un nuevo impuesto, volviendo a la marca un trending topic en Twitter.
"Esto se leyó como que no se iría a dar el brazo a torcer. Presentó una batalla para mantener su ecosistema cerrado, lo obligaron a abrir, pero ni lento ni perezoso, lanzó una bomba", dice Carballo. "Además, todo el tema pasó en las redes y se malinterpretó de que fue el gobierno quien estaba cobrando impuesto", agrega.
"Es una lógica de superapp, ya que están extendiendo distintos tentáculos de negocios que les permiten apalancar en uno para ser más competitivo en otro, ya sea mediante precios o el uso de información del cliente. Ahora, tú me dices si está bien o mal. Para mí, es un modelo de negocio: está diciendo ‘yo le voy a dar más beneficios a los que están adentro de mi ecosistema’. Es lo que es y son las armas que tienen", dice.
Sin reglas claras
Más allá del modelo de negocio, los expertos afirman que una de las razones principales por la que Mercado Libre pudo crecer tan rápidamente y conquistar varias industrias fue porque supo aprovechar el vacío regulatorio, en especial en el espectro financiero.
"En el caso específico de todo lo que es fintech, la regulación pone en evidencia de que están desamparados. Porque estos no son bancos y no están regulados como tales, pero al mismo tiempo operan en un montón de cosas como los bancos. Entonces, es decididamente una competencia desleal", dice Cecilia Rikap. "El go-to-market (la llegada al mercado) de Argentina es el más corto en comparación a países como Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay y la razón es porque no está regulado", concuerda Ignacio Carballo.
Por ejemplo, el brazo crediticio de Mercado Libre, Mercado Crédito, tiene su propio criterio de calificación personal sobre los tomadores de créditos. Utiliza miles de variables que analiza a través de machine learning como los comportamientos del usuario en el marketplace de Mercado Libre, el tipo de celular que utiliza para interactuar con la plataforma, cuál fue el medio de pago y más.
Por una parte, esta tecnología entrega servicios a miles de usuarios no bancarizados (en Argentina, aproximadamente el 80% de los adultos tiene una cuenta bancaria, pero, según el BCRA, solo el 48% manifiesta ser consciente de su producto financiero). Pero, por otra parte, las fintech –a diferencia de las entidades financieras tradicionales– no están obligadas a compartir los datos de scoring de sus clientes en la central de deudores del BCRA, por lo que sus usuarios no tienen acceso a productos y servicios de otros proveedores.
"Con algoritmos y tecnología, un cliente puede demostrar a Mercado Libre que es un buen pagador, pero no para el sistema tradicional", señala Carballo. "Más allá de la cultura o del modelo de negocio, pareciera que eso va en contra de este mensaje de democratizar las finanzas", comenta.
Si por un lado, la compañía se ha beneficiado de la lentitud de la esfera política en definir los límites de esta nueva industria digital, "cuando Mercado Libre es el jefe y no tiene con quién competir, tiene una mentalidad bastante peronista", ironiza Santiago Sena, refiriéndose, en este caso, al segmento de retail de la compañía. "Es bastante vertical y poco poco abierta a hacer cambios en las reglas del juego si a los vendedores del marketplace les parece abusivo en sus políticas de tiempo o comisiones", añade.
En enero de 2021, se difundieron en las redes sociales que Mercado Libre aumentaría las comisiones en 2% para los vendedores del marketplace en Argentina. Una publicación clásica pasaba de 13% a 15% del total de ventas, mientras en el caso de un producto con anuncio premium, el monto pasaba de 28% a 30%. Las cifras están por encima de países como Brasil, en el que uno de los segmentos con comisiones más caras está en 14% para publicaciones clásicas y 19% en premium y en Chile los segmentos más caros están en 14% y 17% por publicación.
No es la única diferencia en los servicios para los vendedores de Mercado Libre según el país al que se dirigen. Un seller en Chile puede esperar hasta 21 días en recibir el pago en su cuenta, en México hasta siete días, mientras que un vendedor en Argentina puede tardar hasta 28 días.
"Frente a eso, ¿qué hace un Estado muy regulatorio como el actual en Argentina? Te obliga a no cobrar comisiones. No creo que sea la forma adecuada. Pero lo que está haciendo la empresa por sí misma sin regulación ¿es equilibrado? Es debatible", dice Sena.
Cecilia Rikap concuerda que es importante tener esta discusión, ya que compañías exitosas como Mercado Libre y que crecen rápidamente tienden a generar monopolios naturales, porque son mercados donde es más eficiente que haya una sola empresa por sobre varias. Por ejemplo, es más sencillo que todos compren en la plataforma de Marcos Galperin, ya que todos los proveedores pueden ofrecer en un único espacio, en vez de tener que postear en distintas plataformas. Además, mejora el sistema de delivery, como también el financiamiento, lo que mejora las capacidades de los algoritmos y genera sinergia y economía de escala.
A diferencia de Sena, la economista considera que esta situación "exige más que nunca una regulación y control del Estado. Porque aun con regulaciones, con más impuestos o una renta por apropiación de datos, estas empresas obtienen un beneficio que excede por mucho las ventas por hoy al hacerse de todos nuestros datos".
Relación política
Al parecer, el gobierno de Alberto Fernández comparte la visión de Cecilia Rikap. Además de las reformas del BCRA a las fintech, el gobierno central modificó el proyecto de actualización de la Ley de Economía del Conocimiento (una legislación que promueve el desarrollo de las actividades de compañías con uso intensivo de tecnología a través de beneficios fiscales) impulsado por la administración anterior y la aprobó con un enfoque en las pequeñas y medianas empresas, disminuyendo los beneficios a las grandes firmas como Mercado Libre.
Por otra parte, en octubre de 2020, lanzó la plataforma estatal Correo Compras, un marketplace de compras online donde productores regionales o distribuidores oficiales de marcas pueden vender sus productos sin intermediarios y aprovechar la logística de Correo Argentino para realizar envíos a todo el país.
El proyecto ya estaba en el plan estratégico de Correo Argentino en 2015, pero no se concretó porque "pasaron cosas", ironizó la presidenta de la compañía, Vanesa Piesciorovski, en referencia a la frase del expresidente Mauricio Macri con la que el expresidente intentó justificar el empeoramiento de la situación económica del país. La presentación oficial de la plataforma se realizó en el Centro Cultural Kirchner.
"Decididamente [estas medidas] son una respuesta del Estado a la expansión de Mercado Libre. El Estado no es monolítico ni es un agente exento a la economía", dice Cecilia Rikap.
En contraparte, Sena considera que el lanzamiento de Correo Compras "busca abaratar los costos de intermediación para que los productores regionales accedan a mejores clientes y subsidiar el ineficiente y altísimo costo logístico del país. Al mismo tiempo, es raro que una empresa estatal lance una plataforma igual a la de una empresa privada".
Durante la misma semana del lanzamiento, el presidente Fernández almorzó a solas con el secretario general del sindicato de Choferes de Camiones Hugo Moyano, a quien lo había calificado anteriormente como un "dirigente ejemplar".
En julio de 2020, este mismo gremio interrumpió cinco centros de distribución y mensajería de Mercado Libre, con el objetivo de recuperar el "robo" de 1.200 empleados que se afiliaron al sindicato rival, Unión de Trabajadores de Carga y Descarga. Al ser consultado sobre este enfrentamiento, el presidente aseguró "no tengo muy en claro cuál es el conflicto".
El bloqueo se levantó gracias a una mesa de diálogo impulsada por el Ministerio de Trabajo y, en el día del camionero celebrado en diciembre de ese año, Fernández volvió a elogiar a Moyano como un "gran dirigente gremial" y agradeció a "dios que tuvimos a los camioneros para pelear contra la peor pesadilla que hemos tenido, que es el Coronavirus".
En febrero de 2021 los camioneros volvieron a cortar el acceso de un complejo de logística de Chazki, que proveía servicios a Mercado Libre. Pese al fallo judicial que ordenaba al gremio levantar el bloqueo, estos resolvieron no acatar la decisión y la protesta se alargó por casi dos semanas, en un contexto en que regía todavía el decreto sanitario de "distanciamiento social, preventivo y obligatorio".
Negocios difíciles
El clima de negocios de Argentina ya no era agradable antes de la llegada de Alberto Fernández al poder, especialmente con el expresidente Mauricio Macri acudiendo en mayo de 2018 al FMI – siglas que en el país causan resquemor– para un préstamo de u$s50.000 millones a cambio de reducir el déficit y la inflación. Pero con las elecciones primarias presidenciales de agosto de 2019, el clima pasó de un día nublado a una tormenta.
Fernández ganó las primarias con 47% de los votos, frente al 32% de la administración de Macri, constituyéndose como un gobierno de facto pero sin poder formal hasta el traspaso de mando en diciembre de ese año. Esta transición de cinco meses creó un limbo de gobernabilidad en el que el presidente de entonces no tenía autoridad para continuar su proyecto, y golpeó la economía: tras las elecciones, el peso se devaluó 25%, algunas acciones cayeron más del 50% y los bonos cerca del 15% y el riesgo país superó los 1.700 puntos (récord en una década).
Actualmente, Argentina es el país de la región donde más se paga impuestos, con una tasa de gravamen de 106,3% por sobre la ganancia, mientras que los países que le siguen ninguno pasa el 100% (en Bolivia la tasa es de 83,7% y Venezuela es de 73,3%).
En este contexto, más de una veintena de empresas se fueron de Argentina o desinvirtieron en el país 2020 y en el primer trimestre de este año. El éxodo comenzó en febrero del año pasado, con la comunicación del cierre oficial y definitivo de LAN Argentina, filial de Latam, y uno de los últimos fue el adelantado cierre de las tiendas del holding chileno Falabella.
En el caso de Mercado Libre, a pesar de las tensiones con el gobierno actual, la compañía mantiene su oficina matriz y sus posiciones en su país de origen, aunque reconoce que su relevancia en sus negocios en América Latina ha disminuido.
"Si [Argentina] perdió relevancia no fue por deméritos propios, porque sigue funcionando muy bien, sino que las tasas de crecimiento en otros lugares son espectaculares", dijo Juan Martín De La Serna, el nuevo presidente de Mercado Libre Argentina, en una entrevista al diario El Cronista.
De hecho, según el reporte financiero del primer trimestre de 2021, Argentina fue el país con mayor crecimiento en ingresos para la empresa con 223% de incremento año contra año, seguido por México (148%) y Brasil (139%). Por otra parte, el país albiceleste representa el 37,8% de los ingresos de Mercado Libre, solo superado por Brasil (52,6%).
Lo cierto es que Argentina ha dejado de ser la prioridad número uno para su mayor compañía que, a inicios del año, alcanzó una capitalización bursátil de más de u$s100.000 millones, lo que representa aproximadamente un cuarto del Producto Bruto Interno del país y que recientemente anunció crecimiento de 158% en ingresos netos en el primer trimestre de 2021 respecto al mismo período del año pasado, alcanzando un total de US$ 1.378 millones.
Según el reporte de sostenibilidad de 2020 de Mercado Libre, la compañía estrenó ocho centros de almacenaje y distribución en México, Brasil, Chile y Colombia, contratando a más de 3.500 nuevos empleados, como también añadió nuevas flotas de aviones a su brazo logístico en Brasil y México y aceleró el crecimiento de su flota de autos eléctricos en Brasil, México, Chile y Uruguay.
En abril, la compañía anunció que duplicaría el tamaño del equipo en toda la región y, por primera vez, Argentina dejaría de ser el país con más empleados, pues Brasil y México estarían por encima.
Las inversiones fuera de la casa matriz no paran allí. En Chile, la compañía definió un plan de inversión por u$s100 millones en logística para 2021 y 2022 y, para el primer semestre de este año, está previsto que ocho nuevos centros de distribución en Chile comenzarán a operar.
En el caso de Brasil, Stelleo Tolda dijo que la compañía planea invertir un récord de u$s1.800 millones, apuntando principalmente en expandir su red logística, mientras que para México se anunció una inversión por u$s1.100 millones, un monto que supera la suma de inversión de los últimos cuatro años.
"Mercado Libre es una empresa que tiene administradores muy pragmáticos. No les importa si le sonríen o no en la oficina de gobierno, lo que le importa es si el negocio es bueno en el bottom line. Si tienes mejor bottom line en otro país donde te ofrecen la misma cara, vas donde maximizas tus beneficios", dice Santiago Sena. "Dicho eso, como todas las empresas de Argentina, van a esperar que los vientos políticos mejoren: cuando las vacas están flacas tratará de pasar la ola como pueda y, cuando pueda capturar más valor, lo va a hacer", agrega.