Durante décadas, las evaluaciones de desempeño se llevaron a cabo como un ritual anual que, más que fomentar el crecimiento, se convertía en un trámite administrativo.
Pero evaluar el desempeño es un proceso complejo que requiere de una metodología clara para mejorar la gestión de su capital humano y lograr, así, sus objetivos de negocio.
Los métodos tradicionales, no obstante, presentan tres limitaciones:
- Proceso manual: requiere de mucha carga de trabajo operativa. Esto tiene un impacto aún mayor en las Pymes, ya que el personal de recursos humanos, además de atender sus labores diarias, debe planificar, organizar y gestionar las evaluaciones de desempeño
- Comunicación entre los involucrados: la posibilidad de detectar las fortalezas y debilidades para crecer como profesional está soportada por el propio empleado, su jefe inmediato y recursos humanos. La comunicación y los procesos son clave para alinear expectativas y experiencias. Es un proceso sistemático que contempla una serie de acciones enfocadas a obtener el feedback necesario para evaluar al empleado
- Procesamiento y analíticas: generalmente se emplean múltiples herramientas, que se integran de manera artesanal. En un ciclo de evaluación podemos encontrar documentos, carpetas, formularios, hojas de cálculo, plantillas de correos, calendario, reuniones, y muchas más aplicaciones. Llevar la gestión de todo ello no es tarea fácil. Podemos estar perdiendo información valiosa al no actualizar un documento, compartir datos con una persona que no debería, demorar una decisión por falta de análisis o perder trazabilidad del proceso
Sin embargo, las empresas más innovadoras están dejando atrás este modelo tradicional en favor de sistemas de feedback continuo, impulsados por tecnología avanzada. Tal es el caso de las evaluaciones de desempeño, herramientas que permiten, en tiempo real, estar alineadas con los objetivos empresariales y el desarrollo profesional de los colaboradores.
A través del monitoreo constante de KPI, encuestas 360 grados automatizadas y la configuración de OKR personalizados, las empresas pueden crear una cultura de feedback que impulsa la productividad y el compromiso.
El profesional de recursos humanos ya no es solo el encargado de contratar y despedir, sino que es un líder estratégico que impulsa la cultura y la innovación dentro de las organizaciones. De esta forma, las tecnologías emergentes están permitiendo a los profesionales de RRHH crear entornos de trabajo más eficientes, inclusivos y personalizados.
Uno de los principales beneficios del feedback continuo es la eliminación de sesgos -inclinaciones o predisposiciones hacia una determinada perspectiva, ideología o resultado que puede afectar la forma en que percibimos, interpretamos y recordamos la información, llevándonos a tomar decisiones injustas o inexactas- en la evaluación del desempeño.
En lugar de depender de la percepción subjetiva de un gerente en un solo momento del año, las evaluaciones de desempeño recopilan datos a lo largo del tiempo, ofreciendo una visión más objetiva y basada en evidencia.
Además, la posibilidad de realizar reuniones uno a uno con seguimiento estructurado permite a los líderes apoyar el crecimiento de sus equipos de manera efectiva.
A su vez, combinan técnicas cualitativas y cuantitativas para dibujar una imagen 360 grados del empleado, recolectando información, realizando automatizaciones y generando reportes en tiempo real.
Empleo 4.0: ser "people centric"
A nivel organizacional, la adopción de tecnología en las evaluaciones de desempeño permite detectar tendencias, predecir riesgos de rotación y tomar decisiones basadas en datos en tiempo real.
Las empresas que implementan herramientas de feedback continuo podrían reportar mejoras en el compromiso de sus empleados y una reducción significativa en la tasa de rotación.
Ahora, más que nunca, las evaluaciones se centran en las personas para poder ayudarlas a alcanzar sus objetivos dentro de la empresa y crecer profesionalmente.
El impacto del feedback continuo es tangible tanto para los colaboradores como para la organización. Los empleados se benefician al recibir información constante sobre su desempeño y oportunidades de mejora, lo que aumenta su motivación y desarrollo profesional.
Por su parte, las empresas logran un mejor alineamiento de sus equipos con los objetivos organizacionales, reducen la rotación y fortalecen su cultura interna.
Para una empresa, un sistema de evaluación de desempeño permite ahorrar al menos 72 horas de trabajo por parte del área de recursos humanos asociado al trabajo que demanda esta tarea. Esto incluye establecer objetivos, la comunicación, monitoreo, recopilación de datos, evaluación formal, feedback, reuniones, planes de acción, seguimiento y documentación.
Adicionalmente al retorno de inversión producto del ahorro de horas que involucra el sistema, también es recomendable trabajar con otros indicadores contemplando la puesta en marcha de un sistema de evaluación de desempeño como la productividad, rotación de personal y satisfacción laboral mediante encuestas.
Es importante no dejar de lado los beneficios intangibles; principalmente, que la modernización garantiza una cultura de feedback y de colaboración continua dentro del equipo; y el impacto en el crecimiento y desarrollo de talento, lo cual es difícil de cuantificar pero crucial para el éxito a largo plazo.
Como conclusión, a medida que el mundo laboral evoluciona, es clave que las organizaciones adopten herramientas que potencien el talento y la eficiencia.
Con soluciones innovadoras, las empresas pueden transformar sus evaluaciones de desempeño en un motor de crecimiento continuo, dejando atrás los modelos tradicionales y apostando por un futuro basado en tecnología, datos y retroalimentación constante.
*Por Adrián Savarese es Sales Manager Latam de PeopleForce