¿De qué manera los coches inteligentes pueden aportar un manejo efectivo y seguro dentro del tráfico urbano? Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para 2050, el 68% de la población mundial habitará en la ciudad.
Por su parte, el Banco Mundial calcula que habrá más de 1.200 millones de automóviles rodando a nivel global hacia 2030. Por eso, te contamos cómo los coches inteligentes pueden aportar un objetivo de mejorar la movilidad junto a los beneficios de la tecnología 5G.
¿Qué son los coches inteligentes?
Cuando pensamos en coches inteligentes, con frecuencia nos remontamos a la idea de la conducción autónoma; es decir, vehículos sin conductor. Estos son coches que mejoran la seguridad vial, ya que los reflejos de una persona son menos veloces que los de una máquina inteligente. Además, son más eficientes.
De hecho, de acuerdo con la consultora McKinsey, los coches inteligentes podrían representar ahorros de combustible de entre 15 y 20%. Esto se debe a que eliminan el desperdicio en acciones como acelerar y frenar inesperadamente.
Este tipo de vehículos ya existen, al menos en cierta capacidad. Y utilizan una combinación de cámaras y radares de ondas radiales y de luz para detectar los carriles de las vías y objetos en ellas.
Asimismo, hoy en día, diversos modelos de autos tienen funciones automatizadas, como cambio de carril asistido y control de velocidad. Tesla incluso ofrece un piloto automático. Este maneja el auto mientras el conductor esté en contacto con el timón cada 30 segundos.
Otro aspecto clave de los coches inteligentes es su conectividad. Parte de este atributo es contar con WiFi en el coche. La red se accede por vía móvil o por satélite, y brinda conexión a los dispositivos de los pasajeros con lo que ya se está permitiendo que los pasajeros conecten sus dispositivos móviles al WiFi en el coche, por ejemplo con Movistar Car. Pero los vehículos autónomos auténticos necesitan conectarse con su entorno.
No obstante, la mayor meta de los autos conectados es comunicarse con su entorno. Para ello, necesitan de sensores que recogen datos sobre otros vehículos y peatones. Así, como las condiciones de las vías.
Esta información permite que los conductores conozcan mejor sus tiempos de viaje, estado del tráfico y disponibilidad de estaciones de combustible y de estacionamiento. Además, posibilita que las autoridades puedan gestionar aspectos de la movilidad urbana, como los semáforos.
La conectividad de los coches inteligentes incluye la comunicación vehículo a vehículo (V2V). Y, según Juniper Research, para 2023, unos 62 millones de autos tendrían capacidad de conectarse de esta manera.
El otro tipo de intercambio es el de vehículo a todo (V2X). Esto implica que los coches, además de comunicarse entre sí, se comuniquen con los semáforos, el alumbrado público y las vías inteligentes.
¿Por qué los coches inteligentes necesitan 5G?
La conexión V2X necesita manejar una cantidad enorme de datos. Expertos estiman que un vehículo autónomo puede generar 40TB de datos por cada ocho horas de conducción. Asimismo, precisa de una gran capacidad para conectar simultáneamente diversos elementos en su red.
Añadido a esto, la latencia a la hora de tomar una decisión tiene que ser de manos de 2 milisegundos. Es decir, el equivalente a lo que tarda un humano. Es por estas necesidades que el verdadero despliegue de los coches inteligentes solo es posible con 5G.
Esta tecnología es la que lleva los servicios inalámbricos de banda ancha más allá del Internet móvil.
Supone una velocidad de conexión incomparable con las generaciones previas. Asimismo, promete la habilidad de vincular satisfactoriamente múltiples dispositivos al tiempo con latencia reducida.
Casos actuales de movilidad inteligente
De acuerdo con Navigant Research, en 2019 se registraron más de 440 proyectos de ciudades inteligentes en 286 urbes del mundo. El 20% de ellos se enfocan específicamente en temas de transporte.
Aunque los vehículos inteligentes 100% autónomos aún están en desarrollo, se está avanzando en los entornos de movilidad inteligente que interactuarán con ellos en el futuro. Hoy en día, algunos ejemplos en funcionamiento incluyen:
- Sensores en cámaras de tráfico y en intersecciones de Nueva York, que han mejorado la duración de trayectos en un 10%.
- Dispositivos de monitoreo en Santander manejan el alumbrado público, el tráfico y la disponibilidad de sitios para aparcar.
- Taxis autónomos en Singapur.
- Sensores en alumbrado público en San Diego miden los estacionamientos libres, las emisiones de carbono y el flujo vehicular.
Es así como el 5G se considera el motor de las ciudades inteligentes de vanguardia. Sus atributos son críticos para impulsar sustancialmente el uso de las telecomunicaciones y para contribuir al bienestar de sus habitantes. Tecnologías como los coches inteligentes y el Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), que hace que se recoja, produzca y comunique información a partir de objetos, sin duda necesitan del poder del 5G, indicó BlogThinkBig.