La industria tecnológica celebró la media sanción que obtuvieron los proyectos de ley de teletrabajo y de economía del conocimiento que, en un punto, irán de la mano en cuanto a la promoción de estas actividades. De todas maneras, los empresarios volvieron a poner el ojo en un par de artículos de la modalidad laboral que aceleró la pandemia por considerar que podrían perderse profesionales trabajando para empresas argentinas.
Respecto de la aprobación del proyecto de teletrabajo, los reparos están vinculados con los artículos 8 y 19 relativos a la reversibilidad y a la transitoriedad. Los empresarios del sector llevan adelante conversaciones con distintos senadores (principalmente del oficialismo) para tratar de introduir algunas modificaciones durante el debate en comisión, que se llevarían a cabo en los próximos 15 días.
En el primer párrafo del artículo relacionado con la reversibilidad, se establece: "El consentimiento prestado por la persona que trabaja en una posición presencial para pasar a la modalidad de teletrabajo, podrá ser revocado por la misma en cualquier momento de la relación".
Para Sergio Candelo, presidente de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI), es necesario que haya mayores precisiones "porque si la posibilidad de teletrabajar es sólo del trabajador no se pueden armar equipos. Porque cuando se los conforma su actividad no puede quedar librada sólo al profesional", expresó.
Esto sin olvidar, a su vez, que las empresas, que tienen oficinas, también deben calcular los costos de su operatoria en función de los profesionales que asistirán a ella, los modos y demás aspectos que entran en juego cuando se establece esta modalidad. El trabajo remoto funciona de hecho en la industria de las nuevas tecnologías y opera como uno de los atractivos de las empresas para contratar y retener personal.
La media sanción de la ley de teletrabajo afectaría al sector del software que ve con preocupación una salida de profesionales
Candelo sostuvo que el sector que representa quiere que ese plazo se establezca en 90 días. "Porque si queda muy abierto no hay teletrabajo y si uno se pone estricto se corre el riesgo de que los profesionales se empleen en empresas del exterior y se pierdan ingresos fiscales", agregó.
Acá es donde aparecen los números. Como la industria del software y los servicios informáticos opera en un 100% en blanco, que los profesionales dejen de trabajar en las empresas instaladas en la Argentina para hacerlo en una ubicada en otro país no sólo atenta con el foco productivo del sector sino que también tiene implicancias a nivel fiscal.
Por cada 10.000 programadores semi senior que dejan de trabajar para empresas argentinas y lo hacen en el exterior se dejan de generar
- $11.615 millones en salarios, que se pierden del PBI.
- $6.804 millones de pérdida de IVA su equivalente a u$s 500 millones de exportación.
- $4.474 millones de aportes contributivos, lo que equivale a 18.000 jubilaciones mensuales por $20.000.
- $972 millones en Ingresos Brutos.
- $31 millones en Impuestos a las Ganancias de cada programador.
Este cálculo está realizado sobre menos del 10% de la masa laboral empleada en sector, que hoy supera los 115.000 profesionales en la Argentina y generan exportaciones cercanas a los u$s2.000 millones por año. Además de tener una demanda anual de empleo que oscila en los 5.000 trabajadores de estas especialidades.
Obligación y cuarentena
Respecto del artículo 19 relativo al régimen de transitoriedad se establece que "la presente ley entrará en vigor luego de 90 días contados a partir de que se determine la finalización del período de vigencia del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio", el objetivo de la CESSI es que no opere para este sector, "como modo de dejar que esta modalidad ruede y que se entienda al teletrabajo como posibilidad".
Desde Snoop Consulting, una de las empresas nacionales de informática, su CEO Gustavo Guaragna, dijo a iProfesional que "la ley del teletrabajo no sirve como está planteada. Agrega muchas obligaciones que desestimulan generar empleo en relación de dependencia teletrabajando. Sería relevante que cuando se trate se haga alguna mención especial a los trabajadores de la economía del conocimiento".
Para el ejecutivo, la norma aprobada por Diputados copia marcos regulatorios de Europa y de los Estados Unidos y no contempla la realidad local que, además, puso en la agenda un tema obligado por la pandemia. Por eso consideró que la ley en más un "parche" que una norma pensada para la Argentina.
Si bien habrá espacio para debatir estos y otros puntos a la hora de la reglamentación, el directivo de la CESSI señaló que es intención del sector mantenerse en contacto permanente con los legisladores de la comisión de trabajo del Congreso porque las cosas cambiarán de manera permanente. Y será necesario tener una discusión constante porque no todos los sectores estarán implicados en el mundo del trabajo del mismo modo.
De hecho, durante la discusión en la Cámara Baja sobre teletrabajo, los puntos que abordaron los diputados iban desde que había que limitar a la patronal hasta que el 40% del mercado laboral argentino está en negro. El sector de las nuevas tecnologías tiene, como se dijo, al 100% de su personal en blanco, razón por la que no es posible que su problemática sea abordada del mismo modo que la de otros sectores con situaciones más irregulares.
Para Facundo Moyano, diputado por el Frente de Todos, los trabajadores que se desempeñen bajo la modalidad de teletrabajo tendrán la "misma representación sindical".
En declaraciones radiales, el legislador dijo que la iniciativa "es un paso importante", aunque consideró que "con esta ley no es que se termina la explotación o la precariedad laboral de los teletrabajadores, porque hay muchos que no están registrados".
Pero Guaragna, de Snoop Consulting, disintió porque, justamente, la precariedad laboral no se da en la industria del software. Según su mirada, "los trabajadores que se ven más afectados son los multiplicadores de esfuerzo, un senior, un arquitecto (de software), los más capacitados, que por lo general funcionan con un sistema de tutorías (maestros - aprendices) y ayudan a que tenga más trabajo la base de la pirámide".
El software genera exportaciones cercanas a los u$s2.000 millones por año
"En vez de fomentar la creación de empleo de calidad y la movilidad social; este marco terminará beneficiando las nuevas formas de contratación y volcando al talento más desarrollado al cuentapropismo. Es imprescindible hacer una revisión integral con una visión de mediano y largo plazo de las formas de contratación", amplió.
El trabajo free lance y las contrataciones de parte de empresas del exterior comenzaron a hacerse más visibles en esta industria el año pasado. Razón por la que diferentes referentes de la industria encienden las alarmas ante esta norma.
Hacia la economía del conocimiento
Luego de la media sanción de la ley de teletrabajo, la de economía del conocimiento que parece haber recibido un nuevo impulso a partir de la acelerada discusión que se dio con el primer tema.
Esta iniciativa, que dejará sin efecto la normativa 27.606 aprobada por el Congreso en mayo del año pasado, fue bien recibida por el sector en su conjunto. Desde Argencon, la cámara que nuclea a las empresas del sector del conocimiento, señalaron "en este momento de crisis que atraviesa la Argentina es importante que el motor de la economía del conocimiento sea productivo en el menor tiempo posible", destacó Luis Galeazzi, director ejecutivo de la entidad.
Galeazzi agregó que "se dio un gran paso para nuestra industria, ya que nos permite retomar las expectativas de crecimiento que habían nacido el año pasado con la sanción de la Ley 27.506. Cuanto más rápido tengamos completado el ciclo parlamentario más pronto podremos empezar a generar miles de puestos de trabajo, exportaciones e ingreso de divisas al país, indispensables para impulsar la reactivación postpandemia"".
Sin embargo, llamó la atención sobre lo contradictoria que resulta "la ley de economía del conocimiento, que es una ley de promoción, con la del teletrabajo, que no está impulsada como una promoción sino más bien como una restricción al trabajo".
Indicó que "las empresas de conocimiento hacen teletrabajo desde hace más de una década y tienen resueltos la mayoría de los aspectos que supuestamente va a amparar la ley de teletrabajo. La verdad es que no aporta nada a la práctica de la economía del conocimiento cuando, de haberse planteado más como un esquema de promoción por las ventajas que ofrece a empleadores y trabajadores, hubiera potenciado la proyección de las industrias del conocimiento", aseveró.
Según pudo saber iProfesional, el Senado podría tratar rápidamente la ley de economía del conocimiento en las próximas semanas. Mientras, la subsecretaria de Economía del Conocimiento, María Apólito, tendría bastante avanzada la reglamentación de modo que ni bien el Senado apruebe la ley, ese trámite salga rápidamente.
Candelo, de la CESSI, explicó que es muy necesario que esa ley se ponga en marcha rápidamente porque, en el marco de esta crisis, el sector del software y los servicios informáticos no está recibiendo ningún tipo de ayuda: ni los beneficios fiscales que supone la economía del conocimiento ni tampoco de programas extraordinarios como el ATP.
Vía: iProfesional