La irrupción de la pandemia en Argentina y las restricciones dictadas por el Gobierno para frenar el avance del Covid generaron un contexto favorable para ciertas sectores que lograron capitalizar el difícil panorama que atravesó el país.
Uno fue el de las fintech, que en pocos meses consiguió evolucionar de tal manera que superó todos los pronósticos de crecimiento dados por las compañías antes del impacto del coronavirus. Más aún, fue uno de los que mejor interpretó las nuevas necesidades del público y utilizó la tecnología para llegar a quienes quedaron fuera del sistema bancario o no se sentían a gusto en él.
Con el correr de los meses, estas firmas, como Mercado Pago, Ualá, TAP, Wenance y NaranjaX, por citar solo algunos ejemplos, pasaron de competir por crear un ecosistema que contemple las herramientas más demandadas por los clientes a luchar por encabezar el ranking de selección de cada usuario.
Al respecto, la Cámara Argentina de Fintech sostiene que la incorporación de tarjetas prepagas contribuye a la inclusión financiera, ya que pueden ser utilizadas por personas no bancarizadas.
"Si bien el instrumento no se encuentra ampliamente difundido en la región, queda claro el potencial y trabajo diario de las fintechs para añadir y desarrollar esta nueva herramienta en el mercado", aseguran desde la entidad.
Las principales características
Para agregar valor y brindar una experiencia superadora, cada compañía presentó nuevos productos. En muchos casos, los lanzamientos fueron replicados muy rápidamente por la competencia, con sus propios beneficios (como descuentos o promociones, por ejemplo) hasta llegar a herramientas que responden a las exigencias actuales del mercado, como lo son las tarjetas virtuales que:
- Permiten realizar compras de forma rápida y cómoda
- Los fondos que utiliza la tarjeta prepaga son únicamente los que posee el cliente en su saldo en billetera virtual
- Tienen numeración, fecha de caducidad y código de verificación
- Cuentan con la última tecnología en seguridad y se pueden bloquear prácticamente al instante ante sospechas
Ignacio Carballo, director del Ecosistema Fintech de la UCA, explica a iProUP que lo primero que se debe tener en claro es que la tarjeta virtual forma parte vital del modelo de negocio.
"Este producto digital les permite a las compañías ahorrar costos de emisión, desembolso y logística, ya que fabricar y enviar una tarjeta física es muy costoso. La tendencia en América Latina es que las fintech se inclinen cada vez más a tener una tarjeta virtual y solamente la emiten a aquellos que la piden", detalla el especialista.
Las tarjetas virtuales permiten usarlas casi en el momento en que se tramitan, dando más servicio al usuario
Es que, según revela, una tarjeta física implica una erogación de entre 2 y 6 dólares por unidad, más los detalles de packaging. Desde Ualá manifiestan que la irrupción de la pandemia aceleró tendencias que ya se veían en la sociedad, como la digitalización de nuevas industrias, el crecimiento del comercio electrónico y la adopción de medios de pago digitales.
Por tal motivo, desde la fintech de Pierpaolo Barbieri, sostienen que cada vez son más las personas que resuelven sus necesidades desde el celular, en pocos clicks y al menor costo posible.
Desde Ualá (que lanzó la versión digital de su tarjeta prepaga internacional Mastercard) ponderan que con este tipo de herramienta ya no es necesario esperar a que llegue la edición física: en apenas 24 horas de haber sido aprobada la solicitud en la app de la compañía se puede acceder a una tarjeta internacional válida para compras en línea o débito automático, entre otras opciones, y de manera 100% online desde el celular.
Tomas Mindlin, CEO de la billetera digital TAP, que brinda a sus usuarios la opción de acceder a tarjetas prepagas virtuales VISA (aptas para las mismas funciones que en una estándar), destaca a iProUP que este nuevo soporte digital es clave para expandir la forma en que las personas pueden abonar las transacciones.
"También son útiles para pagar membresías de dos de las plataformas más populares: Spotify y Netflix", suma el especialista, en alusión a la posibilidad vedada para los plásticos de débito. Por otra parte, Mindlin las valora por ser seguras gracias a sus modernos métodos de encriptación, fáciles de usar, y añade que permiten que las operaciones se realicen de modo digital e inmediato.
¿Cuál es la clave para el éxito?
Juan José Lanzarotti, cofundador de la plataforma de educación financiera gratuita Tirr, explica a iProUP que no basta con brindarle al público una tarjeta de este tipo; también se lo debe incentivar a que la utilice y educar para que además lo haga de manera responsable.
"Hoy este tipo de herramienta virtual gana cada vez más terreno, pero las que se diferencian del resto son las que ofrecen una mejor experiencia del usuario", dice Lanzarotti. Entre las cualidades que deben tener para triunfar, destaca que deben ser más agiles, brindar los mejores descuentos y darles la posibilidad de ahorrar, invertir y realizar capacitaciones sobre temas financieros.
Estas características van de la mano con un nuevo tipo de público que busca entender qué es lo que sucede detrás de todo lo que hacen las compañías y quieren ser dueños de su propia información.
"Es por eso que a las que mejor les va son a las que son percibidas como más transparentes y no esconden nada. Como se acostumbra a decir, el famoso pero real 'sin letra chica'", completa.
La importancia de este nuevo método de pago
Las tarjetas virtuales se transformaron en uno de los soportes más significativos para las fintechs. A medida que se afianzan en un mercado cada día más competitivo, van ganando su lugar en la preferencia de los usuarios.
Ya sea que funcionen con el dinero depositado en la cuenta o como en una de crédito (como es el caso de la nueva versión presentada por Wenance), son soportes claves para que miles de personas puedan acceder a los pagos digitales y, a su vez, para que las compañías puedan recolectar información de sus usuarios.
Las tarjetas virtuales además ahorran costos y evitan demoras en su uso
"Estas tarjetas son una puerta de entrada para conocer los hábitos de consumo de los clientes y así brindar productos más a medida y mejores servicios financieros", esgrime Carballo. En el caso de las tarjetas virtuales, explica el especialista, se vinculan de manera directa a una vertical de consumo que explotó en el último año y medio: el ecommerce.
"Hoy, el mundo se dirige a un modelo de comercio que busca impulsar que los usuarios se acostumbren a usar tarjetas virtuales, ya que genera una considerable reducción de costos", subraya el experto de la UCA. Lanzarotti coincide en cuanto a la importancia de los datos obtenidos por estos métodos de pago para acercar "más y mejores propuestas, afines a las preferencias y gustos" .
Al respecto, celebra que se empiece a considerar este tipo de información de las personas "que a la fecha no tienen historial crediticio para que todos ellos puedan acercarse al sistema financiero". Por tal motivo, Carballo expresa que conocer los pagos de un consumidor es como estar frente a toda su vida: sus gustos, sus preferencias, costumbres, etc.
"Entonces, al final del día, tener una visión sobre los flujos monetarios del cliente permitirá diseñar productos a medida y ser realmente competitivos. No hay variable que sea más transparente que ésta, que es una radiografía de los consumidores y permite comprender sus hábitos. Sin dudas, es el petróleo del siglo 21", remata el especialista.