La Reserva Federal de Estados Unidos ha dejado claro que, para tratar de mantener a flote la economía de su país, y la del mundo, hará todo lo que sea posible. Eso incluye desde la inyección ilimitada de recursos monetarios, por el tiempo que también sea necesario, hasta la inédita compra de bonos corporativos, también ilimitados en monto y tiempo si llega a ser requerido.
Estrategias similares siguen los otros bancos centrales más importantes del mundo, especialmente en Europa donde la receta es muy similar. Lo anterior, sin considerar el nivel de cero absoluto en las tasas de la mayoría de los países desarrollados, indica un artículo del sitio mexicano Alto nivel.
La Reserva Federal de Estados Unidos anunció que inyectará todo el dinero que haga falta para evitar una crisis mayor
Dinero barato
Hoy el dinero es más barato que nunca. "Todo eso ha permitido que la economía del planeta no caiga, al menos hasta el momento, en una Gran Depresión como la que inició en 1929 y perduró gran parte de la siguiente década", agrega.
Sin embargo, todas las medicinas tienen secuelas . Uno de los temores que empieza a generalizarse entre los economistas del mundo gira en torno a un futuro dominado por la "economía zombie", con "empresas zombies", que impidan el desarrollo de largo plazo y en la magnitud que requiere el mundo entero para dejar atrás lo más pronto posible la pesadilla del Covid-19.
¿Qué es la economía zombie?
Una economía zombie se caracteriza por contar con empresas que han resuelto o resuelven sus problemas temporales de liquidez gracias a las acciones del estado y los institutos monetarios (inyección de recursos de los bancos centrales, créditos baratos, tasas demasiado bajas, préstamos o apoyos directos, etc), pero que no resuelven sus problemas estructurales. Compañías cuyos problemas no fueron creados a partir del Covid-19 sino que ya los padecían y los gobiernos, en un afán por evitar quiebras masivas, les han inyectado vida artificial con la que caminan por el mundo corporativo en calidad de muertos vivientes, convirtiendo a la economía en la que se desarrollan en la misma condición.
La crisis del Covid-19 "escondió" un grave escenario: un alto porcentaje de estas empresas zombies tienen costos de financiamiento mucho muy superiores a sus ganancias.
El dato no es menor si se considera que las expectativas en torno a una recuperación inmediata no son favorables porque el comportamiento del consumidor es y será diferente por mucho tiempo. En Europa, un análisis reciente del banco alemán Deutsche Bank señala que la mayoría de las empresas deben prepararse para un escenario en el que gran parte de los sectores económicos funcionen a un máximo del 70 por ciento de su capacidad que tenían antes de Covid-19, por un largo periodo de tiempo.
Es decir, el mercado se hará más pequeño, no habrá espacio para todos, desde aerolíneas, bancos, hoteles, industrias y hasta pequeños negocios, todos deben adaptarse a la llamada "nueva normalidad" económica que no es otra cosa que un mercado más pequeño, lo que pegará en la rentabilidad de los corporativos y hará imposible que una gran parte de ellos puedan mantener sus operaciones bajo la estructura que tenían antes de la pandemia, pero que mantienen hasta ahora gracias a los apoyos diseñados por estados y bancos centrales, es decir, reciben vida artificial.
El análisis de Deutsche Bank ya maneja cifras o estimaciones relativas al posible efecto que derivaría en una "economía zombie"; calcula por ejemplo que en Estados Unidos entre un 20 y 25 por ciento de las grandes empresas serán animadas artificialmente", mientras que en naciones como Alemania una de cada seis compañías, correría la misma suerte y se observaría una tendencia similar en el resto de Europa, agrega el mencionado portal.
Si bien no hay cifras para Latinoamérica, la mala noticia es que la mayoría de los grandes corporativos presentes en la región, al menos en las economías más avanzadas como México, Brasil, Argentina y Chile, son filiales de compañías globales, no está claro si estas empresas podrían mantener sus operaciones en una región que crecería poco; de hecho, sería la más rezagada en cuanto a la recuperación.
Las empresas dependen de la ayuda estatal para sobrevivir pero no resuelven sus problemas estructurales
"Economía zombie" mantendría vigente la "trampa del crecimiento"
En el mejor escenario, la economía zombie, generada por empresas que mantendrían su estructura actual y por lo tanto su vida artificialmente gracias a los apoyos de los estados y los bancos centrales, también provocaría la vigencia de la llamada "trampa del crecimiento" por un largo periodo, es decir, el regreso al escenario global previo al Covid-19, en el que la mayor parte del mundo crecería pero a tasas muy bajas respecto al potencial necesario para impulsar el desarrollo, en prácticamente todas las naciones.
Un escenario como el antes señalado no es desde luego la mejor opción. Quizás en algún momento sabremos qué hubiera sido mejor, si una Gran Depresión 90 años después del fenómeno que hundió a la economía del planeta, o una "economía zombie" generada por empresas que serán un lastre para las naciones, incapaces de crecer debido a mercados estrechos, con poca o nula generación de empleo, y de las que no se sabe cuál será su destino cuando los bancos centrales y los estados empiecen a retirar los apoyos, a menos que esos recursos sean infinitos en el tiempo y el monto. No cabe duda que la economía del mundo pasa por grandes riesgos en estos momentos, y en los próximos años, uno de ellos es la posibilidad de esta "economía zombie", indicó iProfesional.