Parecía un proyecto inofensivo: ofrecía unos 60 dólares en criptomonedas a cambio de sacarse una foto del iris y ofrecer una renta universal. La idea era muy buena para muchos usuarios de la Argentina, uno de los 35 países que formaba parte del experimento Worldcoin, fundado por Sam Altman, creador de ChatGPT.
Ni siquiera su inteligencia artificial pudo prever lo que pasaría en suelo albiceleste: el Gobierno comenzó a investigar el caso por políticas de datos personales sospechosas. Pero no fue todo: también hubo "avivadas" clásicas en formato cripto . Así, la firma puso en pausa su operación en el país.
Worldcoin: la suma de todas las irregularidades
En este marco, iProUP asistió a varios de los lugares públicos en los que se llevaba a cabo el registro del iris y dialogó con personal de la firma.
"Nos pagan $500 por cada persona que se registra, por lo que tratamos de anotar a la mayor cantidad de gente posible en el menor tiempo. En un principio, teníamos que convencerlas, pero luego la gente hizo fila", señala un empleado que prefirió el anonimato.
Además, remarca un posible delito de la empresa: "Desconozco si un menor de edad puede registrarse o no, ya que no nos dieron indicaciones. A menos que el caso sea muy evidente, los hicimos igual, ya que no estamos obligados a solicitar el DNI ni otro dato de identificación".
Camilo Jorajuría de León, vicepresidente de ONG Bitcoin Argentina, asegura a iProUP que si la persona tiene 13 años o más, tendría capacidad para prestar consentimiento válido para el tratamiento de sus datos personales, como lo indican la Ley de Bases de Datos o el Código Civil.
El esquema de Worldcoin es muy simple: la persona se registra y accede automáticamente a tokens WLD, cuyo precio se derrumbó en estos días tras la polémica en Argentina, Brasil y otros países. Sin embargo, no se pueden convertir inmediatamente en pesos, lo que permitió la aparición de organizadores, coleros digitales y mulas cripto.
Según información que recopiló iProUP, los llamados "organizadores" se encargaban de reclutar personas para que les entreguen los tokens a cambio de efectivo, que se ubica entre los $10.000 y los $20.000.
También solían apelar a los "coleros", individuos que forman filas e intercambian los lugares para registrarse en la aplicación, para apurar el trámite. Otra modalidad consistió en comprarles "en combo" los datos personales y cuenta bancaria o de Mercado Pago, convirtiéndolas en "mulas".
Worldcoin: el peligro legal
De esta forma, los "organizadores" podían mover grandes cantidades de dinero no declarado a través de varias cuentas sin correr riesgos, ya que las consecuencias corren por parte de quien vendió su identidad.
"Son personas que, conscientemente o no, los ayudan a cometer ciertos actos a nombre de la mula. Lo hacen facilitando sus cuentas para recibir y transferir fondos, posiblemente fraudulentos, de manera que estos se 'legitimen'", señala Jorajuría de León.
Según el experto, "los actos realizados por la organización suelen tener fines delictivos, como lavado o evasión. En estos casos, la 'mula' puede ser considerada jurídicamente cómplice con la misma pena que el autor. Tanto es así que en su oportunidad INTERPOL lanzó una campaña #YourAccountYourCrime".
Las penas por esta actividad incluyen hasta 10 años de prisión
Además, muchos suelen registrarse con los teléfonos que les proporcionan los organizadores: pagan una única vez, pero obtienen la aplicación a "perpetuidad", pudiendo no solo mover fondos, sino también cobrar los futuros bonos de la aplicación.
Guillermo Navarro, socio de Bindelex Abogados, señala a iProUP que la responsabilidad en el uso de una cuenta bancaria, fintech o cripto recae en el titular, con el agravante de que no pueden controlar lo que la tercera parte haga con ella.
"El control sobre la información es clave. Se deben tener en cuenta las regulaciones y contratos bancarios y los términos y condiciones de los exchanges cripto", señala el letrado, quien advierte que en sede judicial no se podrá alegar a que la responsabilidad es de otro.
Navarro agrega que cuando se mueven grandes cantidades de dinero, el titular estará sujeto a responsabilidades civiles y penales, ya que pueden requerir información sobre el origen o movimientos de los fondos.
Worldcoin: ¿cuál será su futuro?
Gastón Levar, director de marketing de Skylo Argentina, asegura a iProUP que "se están discutiendo cuáles van a ser las reglas del nuevo mundo: hoy, la información de las personas es lo más importante, ya que permite conocer sus patrones de consumo y vendérsela a empresas para sus campañas de marketing".
"Pero gracias a la blockchain, los humanos serán únicos en términos digitales: tu avatar, que en un juego lo podías cambiar, ahora contendrá información biométrica y credenciales únicas para transaccionar", completa.
En el caso de Worldcoin, asegura que "es la versión Web 3.0 del esquema piramidal, pero no por el token, sino porque el incentivo a los equipos que se encargan de reclutar iris. Por eso, creo que la única red y moneda que va a sobrevivir es Bitcoin: el resto sufrirá justamente todo este embate ético sobre cómo utilizar la blockchain, la información", concluye.