El euro digital complementaría el efectivo, no viene a reemplazar", explica el Banco Central Europeo. A principios de octubre, el máximo organismo bancario de Europa ha publicado un informe sobre la creación de un euro digital, una moneda virtual que existiría en forma electrónica, accesible por todos los ciudadanos y permitiría realizar pagos "de forma rápida, sencilla y segura".
El 12 de octubre se puso en marcha un período de consulta pública sobre la emisión del Euro Digital, y en base a sus resultados el el Banco Central Europeo (BCE) prevé que a mediados de 2021 se lanzaría el proyecto, aún en fase de investigación.
"Permitiría a todos efectuar pagos diarios rápida y fácilmente y en total seguridad", explica el BCE en un reciente informe.
Sus promotores sostienen que las transacciones serían mucho más rápidas, incluso instantáneas, ya que prescindirán de los intermediarios bancarios, y estarían disponibles las 24 horas, los siete días de la semana.
Los ciudadanos, las empresas, las ONG, los sindicatos y las organizaciones académicas pueden participar en la encuesta. El BCE les pide que clasifiquen las posibles características de una futura moneda digital en orden de importancia. También invita a describir los desafíos que les impedirían utilizar el Euro Digital.
El documento, titulado "Reporte sobre el Euro Digital", evalúa las repercusiones de la emisión de una moneda digital de banco central (CBDC) en el Eurosistema. Explica las características que debería poseer el activo digital para que sea funcional en la Unión Europea.
En ese sentido, se señala desde el inicio que el Euro Digital sería una responsabilidad directa del banco central, "ofrecida en forma digital para uso de ciudadanos y empresas para sus pagos al por menor". Esta propiedad ubica a la moneda digital dentro de la clasificación de CBDC minorista cash like.
En el 2019, el proyecto de Facebook de crear una moneda virtual, Libra, "precipitó la reflexión de los bancos centrales", afirma Frederik Ducrozet, experto de la agencia Pictet Wealth Management.
De hecho, países como China o Estados Unidos han empezado a reflexionar seriamente sobre la emisión de sus propias monedas digitales, arrastrando al BCE a su vez a organizar una respuesta.
Captura de la encuesta del BCE
Marcando diferencias entre el Euro Digital y los criptoactivos
En la presentación de la consulta pública, el BCE establece que el Euro Digital debe poseer diversos rasgos, entre ellos facilidad de acceso, solidez, seguridad, eficiencia y privacidad, además del cumplimiento de la ley.
El informe ve en el Euro Digital un mecanismo que podría servir para aumentar las opciones, la competencia y la accesibilidad respecto a otras formas de pago digital, apoyando la inclusión financiera.
Sin embargo, el organismo quiere dejar claro que el Euro Digital no tendrá nada que ver con los criptoactivos. Destaca que las monedas digitales son diferentes del dinero emitido por un banco central "porque sus precios son volátiles al carecer de un valor intrínseco, sin una institución confiable que los respalde".
El organismo espera que el Euro Digital funcione como el euro en general. «Queremos asegurarnos de que se preserve el valor de nuestro dinero y que cualquier forma de euro digital esté salvaguardada y regulada en última instancia por el banco central», exponen.
El BCE se propone así regular la moneda digital de forma semejante a las monedas fíat, tal como lo piensa hacer China con el Yuan Digital.
Por otro lado, todavía no se tiene certeza sobre el papel del Euro Digital como herramienta para fortalecer la política monetaria de la Unión Europea.
Dilemas del Euro Digital: centralización y privacidad
Entre las consideraciones que hace el informe sobre las características probables del Euro Digital, se habla de la gobernanza y la privacidad.
Sobre la gobernanza, el material pone énfasis en que el Banco Central Europeo ejercerá el control de la moneda digital. Analiza las características de los sistemas de emisión centralizados y descentralizados, y plantea la posibilidad de que el Euro Digital posea un sistema intermedio.
El Euro Digital no reemplazaría a la moneda en circulación sino que sería un complemento para la misma
Con la primera opción el BCE se encargaría de todo el proceso, desde la emisión, circulación y operaciones de la CBDC, lo cual exigiría muchos recursos y cambios institucionales.
La descentralización, por su lado, delegaría el trabajo en otra organización que operaría con su autorización, en tanto que un sistema intermedio facilitaría que parte de las actividades las ejecuten otros entes.
Asimismo, ¿cuál es grado de anonimato deseado? "Tocamos tanto al respeto de la vida privada y a la lucha contra el blanqueo, que son objetivos igualmente legítimos de la sociedad. No corresponde a los bancos centrales decir cuál es el más importante. Por lo que es necesaria una discusión política", señaló en una entrevista reciente Benoît Coeuré, antiguo miembro del directorio del BCE y director del polo de innovación tecnológica del Banco de Pagos Internacionales (BPI).
Hasta ahora todos estos planteamientos son tentativos. En esta fase temprana del proyecto apenas se está trabajando en el concepto y se ha iniciado la experimentación práctica sobre posibles diseños, indicó Criptonoticias.