La Comisión de Trabajo de la Cámara alta, que preside el senador Daniel Lovera, recibió fuertes presiones el jueves para que apruebe la media sanción de Diputados sobre teletrabajo de parte del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y el titular de la CGT, Héctor Daer.
Moroni se presentó diciendo que sólo había leído en diagonal los proyectos que los senadores quieren compaginar con la iniciativa de los diputados, pero que se iba a referir a la media sanción de la Cámara baja, a la que le dio un fuerte respaldo en sus puntos más polémicos.
Daer, en tanto, presionó por una votación sin cambios de la media sanción, pidiendo "prudencia" a los senadores para "no postergar el debate", ya que señaló que la revisión por parte de Diputados de los cambios que eventualmente incluya el Senado puede "dejarnos sin ley".
Es que los rumores apuntan a que el senador Lovera no está del todo convencido con la redacción de la media sanción y estaría abierto a aplicarle cambios.
El titular de la cartera laboral aseguró que todas las críticas empresarias a la media sanción sobre teletrabajo son "exageradas" ya que "lo aprobado en Diputados deja apertura a los Convenios Colectivos de Trabajo", como respuesta por elevación al senador Lovera que quiere un mayor protagonismo de los sindicatos.
Moroni pidió a los senadores y ejecutivos de compañías "no interpretar todo de modo negativo", ya que consideró que "todo es solucionable a través de los Convenios Colectivos de Trabajo o la reglamentación de la autoridad de aplicación".
Una vez que se retiró el funcionario, el senador Lovera respondió: "Ya veremos si tenemos que hacer cambios a la media sanción de Diputados o la aprobamos así, pero tiene que ser la mejor ley y debe salir rápido". Acto seguido, afirmó que entre lunes y miércoles próximo debería haber dictamen para el proyecto.
"Lo mejor que podemos hacer es darles una herramienta a los sindicatos para que concreten la modalidad de teletrabajo para cada actividad a través de los Convenios Colectivos", insistió el senador Lovera. "No conozco ninguna ley que defienda por sí sola los derechos de los trabajadores; hace falta la representación sindical", agregó.
Si bien aseguró que va a escuchar a "todas las partes", retrucó las críticas de la senadora macrista Gladys González que debe estar sentada a la mesa la representación sindical.
Sin embargo, hacia el final de la reunión de la Comisión de Trabajo, apareció en pantalla el senador José Mayans, presidente del bloque oficialista, opinando a favor del proyecto, lo que pareció darle aire a la posibilidad de que Lovera se vea empujado a aprobar sin más la media sanción de Diputados.
Punto por punto
Moroni aceptó que el teletrabajo es una fenómeno irreversible, pero aseguró que "está sobredimensionado" y rechazó la opinión de la senadora González en el sentido de que hay que "promoverlo". Por el contrario, dijo que lo que se debe hacer es "regularlo".
Esta necesidad de regulación se basa, según el ministro, en que "el virus es una realidad que vino para quedarse un tiempo". Y consideró que uno de los grandes inconvenientes del home office es que el trabajo significa tradicionalmente la pertenencia del empleado a un grupo colectivo.
"Uno de los problemas del teletrabajo es cómo hacer para mantener este valor del sujeto colectivo, la vinculación del trabajador a un grupo", enfatizó Moroni. En este sentido, consideró que la media sanción es "muy clara" cuando defiende los derechos sindicales.
El segundo problema, para el funcionario, es que se mezcla el ámbito personal con el laboral: "El teletrabajo se desarrolla en el ámbito familiar, entonces, ¿cómo se replica la protección del ámbito laboral?", afirmó, a la vez que llamó a tener en cuenta temas de la intimidad, seguridad e higiene y riesgos del trabajo.
Moroni consideró que algo que queda claro en la media sanción es que el teletrabajo no es una categoría nueva, sino que es otra modalidad de prestación del mismo contrato de trabajo. "Estamos como consecuencia de esto, frente al principio de igualdad", remarcó Moroni, porque los teletrabajadores "deben tener los mismos derechos".
La voluntariedad de las partes para revertir el formato presencial-remoto y la duración de la jornada: dos puntos vitales según Moroni
En particular, enfatizó que "uno de los primeros derechos que hay que regular es el de la jornada, que debe ser adecuada e igual a la de los trabajadores presenciales". Otro punto que trató el ministro fue el de la "voluntariedad y la reversibilidad", y consideró que dado que "se requiere la aceptación, es razonable que esa voluntad se pueda revertir".
Luego Moroni hizo una disquisición sobre la "buena fe" del Código Civil y Comercial. Sobre esa base afirmó que si desde su origen fue un teletrabajador o hay imposibilidad del empleador de disponer de un puesto presencial, el derecho se ejerza de "buena fe". Por ese motivo, aseguró que "las críticas son exageradas".
Asimismo, le respondió a la senadora González que es una "fantasía" creer que en el futuro si no hay un puesto disponible, habrá un incumplimiento del empleador. Aseguró que el marco es "la buena fe" y todo queda a "resolver en los Convenios Colectivos, a los que yo les tengo mucha confianza".
Respecto de la protección a las personas que ejercen tareas de cuidados en el hogar, Moroni aseguró que "esto tiene que ser contemplado porque se superponen tareas laborales con familiares".
Más adelante, en respuesta al senador mendocino Julio Cobos, Moroni aseveró que el teletrabajo es "una figura extraña", porque "se confunde el domicilio privado con el laboral". Y por este motivo, "se debe dejar sentado el principio y dejarlo sujeto a la regulación de los Convenios Colectivos".
La provisión de elementos y la indemnidad para que una persona no soporte gastos por esta modalidad "es casi una consecuencia del principio de igualdad", dijo Moroni. Respecto de la criticada obligación de informar sobre la plataforma utilizada y otros temas de esta índole, Moroni dijo que el proyecto de Diputados "es avanzado para lo que está pasando en el mundo".
"A quien queremos controlar es a la empresa", confesó Moroni, y agregó que "debe protegerse la intimidad del empleado desde el Estado". En otro orden, felicitó que esto "está fijado como principio y, dada la heterogeneidad de actividades, se da libertad de acción a los Convenios Colectivos para fijar la forma de actuar".
La mirada sindical
Hugo Daer, el secretario general de la CGT, dijo sobre el home office que "en el mundo lo que hay es un camino hacia la precarización del trabajo. Hay una transferencia del trabajo hacia el hogar, pero no hay una promoción", aseguró, iniciando así una polémica que se pondría cada vez más picante con la senadora González.
Daer afirmó que hay que poner freno con regulaciones al "dumping social que genera la existencia de trabajadores sin derechos que compiten en una globalización cavernícola", dirigiéndose por elevación al senador Esteban Bullrich, ex ministro de Mauricio Macri, que había pedido entender que el país compite con el mundo por los puestos de teletrabajo.
"Argentina, por su pasado y por su futuro, no debe caer en la precarización del sálvese quien pueda, por parte de quien trabaja en su casa fuera del ámbito normado de una empresa", lanzó Daer. En su visión, se trata de "una modalidad que hay que regular fijando principios que luego sean articulados a través de los Convenios Colectivos".
Daer se quejó de que "hay una ofensiva muy grande de quienes dicen que buscan crear empleo y lo que quieren es articular por empresa o en forma individual con el trabajador". "La tutela colectiva del sindicato está en la mayoría de los países con un nivel de vida aceptado, y los que se llevan trabajadores son países como Bangladesh, siguió retrucando al senador Bullrich.
Los gremios advierten que el
home office debe aplicarse a través de los convenios colectivos de trabajo
En respuesta a encuestas que presentó la senadora González, que mostraron a trabajadores mayoritariamente favorables a seguir en régimen de home office al finalizar la pandemia,afirmó que "no estamos viendo que la gente corra a pedir teletrabajo.
Más allá de las encuestas que muestran", continuó Daer, "les pido que nos dejen la representatividad de los trabajadores a los sindicatos".
Ni corta ni perezosa, la senadora macrista tachó esa salida como de "soberbia", a lo que el senador Lovera pidió que todos se escuchen más allá de sus diferencias que, en el proyecto de teletrabajo, parecen irreconciliables.
Dolores Olveira - [email protected]