En Argentina, los jóvenes están transformando la forma en que invierten en propiedades. A través de nuevas plataformas tecnológicas, una generación de inversores millennial y centennial está buscando alternativas que se adapten a su estilo de vida digital y a su preferencia por inversiones accesibles y flexibles.
Este cambio de paradigma está impulsado por el deseo de construir una seguridad financiera sin las ataduras tradicionales.
Según Gonzalo Abalsamo, cofundador y CEO de Simplestate, esta nueva generación de inversores ha llegado a los mercados "con una mentalidad orientada a cumplir metas personales, buscando rendimientos que les permitan disfrutar de la vida sin comprometer su flexibilidad".
La tecnología se transformó en clave para que los jóvenes se acerquen a los activos inmobiliarios, un sector que antes estaba fuera de su alcance debido a sus altos costos y a la falta de opciones flexibles.
Un nuevo enfoque en el mercado inmobiliario
Históricamente, invertir en propiedades implicaba un proceso largo y, en muchos casos, complicado. Pero la llegada de herramientas digitales permitió a los jóvenes acceder a propiedades y otros activos en apenas unos clics.
"Los jóvenes prefieren evitar las llamadas telefónicas largas con asesores y, sobre todo, no quieren inmovilizar su capital por años", explica Abalsamo. Por eso, el sector inmobiliario ha comenzado a ofrecer opciones de inversión que se asemejan en simplicidad y accesibilidad a plataformas populares como Mercado Pago.
Este público también muestra una mayor disposición a arriesgar su capital en inversiones no tradicionales, como criptomonedas o Cedears, pero, cuando se trata de construir un patrimonio estable, buscan alternativas más seguras.
En este contexto, el mercado inmobiliario, adaptado a sus necesidades digitales, ha cobrado relevancia. "El real estate les permite invertir con montos accesibles y, a la vez, obtener rendimientos seguros y diversificados", afirma el experto.
La tecnología al servicio del ahorro y la estabilidad
La educación financiera también ocupó un rol fundamental en esta tendencia. Los jóvenes tienen hoy más herramientas para informarse y planificar su futuro.
En este sentido, Abalsamo destaca que el ahorro es una pieza clave en sus decisiones, ya que les permite "afrontar imprevistos y financiar sus metas personales sin depender de terceros". Este enfoque incluye metas concretas como la compra de un auto, viajar o invertir en educación, todas ellas posibles mediante la gestión cuidadosa de sus finanzas.
Para estos inversores, el concepto de propiedad no es estático: evolucionó. Ya no se limita a la idea de comprar una única vivienda para vivir, sino que abarca la posibilidad de ser parte de proyectos más amplios, de forma similar a un fondo de inversión, con propiedades en varios lugares.
Esto les permite obtener rentas mensuales de inmuebles en mercados atractivos como Miami o Uruguay, pero sin el estrés y los costos de administrar directamente una propiedad.
"La posibilidad de invertir en varias propiedades, como si fuera un fondo, democratiza el acceso a este mercado, permitiendo que pequeños inversores reciban rendimientos pasivos", señala Abalsamo.
Nuevas opciones, nuevas reglas
Esta apertura del mercado inmobiliario ha permitido que los jóvenes comiencen a replantearse el concepto de propiedad. Gracias a plataformas que eliminan barreras de entrada, el real estate se vuelve una opción viable para quienes buscan un futuro financiero seguro sin sacrificar la independencia ni la adaptabilidad.
Este segmento ha ganado importancia y, según Abalsamo, "celebramos la llegada de jugadores que facilitan el acceso al mercado inmobiliario, mejorando la educación financiera y ampliando las posibilidades de inversión".
En un entorno económico desafiante, la tendencia muestra que los jóvenes están liderando una transformación que no solo implica una mayor diversificación de inversiones, sino también una nueva manera de pensar en la seguridad financiera.
Este enfoque innovador está reconfigurando el sector inmobiliario, adaptándolo a los tiempos modernos y abriéndolo a una generación que busca un balance entre crecimiento y libertad financiera.