Como refugio de valor o inversión, las criptomonedas siguen ganando terreno en el país: cuatro de cada diez argentinos están a favor de su uso como moneda de curso legal. Sin embargo, la falta de conocimiento y la necesidad de mayor regulación aún generan incertidumbre entre los usuarios.
Un estudio Sherlock Communications al que accedió iProUP revela que el 40% de los argentinos cree que las divisas virtuales deberían ser una moneda oficial. También destaca que la falta de información es el principal obstáculo, con casi la mitad de los encuestados admitiendo no saber lo suficiente sobre las criptomonedas.
La adopción de criptomonedas en Argentina está en aumento
Por lo pronto, más del 20% de los argentinos ya invierte en criptomonedas, y ese porcentaje se viene duplicando en los últimos años. Las razones son varias, incluyendo el ahorro para el futuro, la complementación de ingresos y la diversificación de inversiones.
"Argentina viene de unos años complicados en materia económica", afirma a iProUP Julián Colombo, director general de Bitso en Argentina. Para el referente, "cripto vino para atender un problema real: la gente no puede ahorrar en pesos".
Julian García, CPO de Decrypto, va en la misma línea: "El argentino está acostumbrado a situaciones financieras que no experimentan la mayoría de los países: problemas de inflación y devaluación constantes, y a la vez trabas a la dolarización debido a los cepos cambiarios".
García añade: "En las criptomonedas, las personas encuentran la forma de dolarizarse. Y en Bitcoin, con frecuente éxito, un activo que le gana a la inflación local e internacional. Por estos motivos, se explica el elevado nivel de adopción en el país".
El 40% de los argentinos apoya la idea de fijar a Bitcoin como moneda de curso legal
"Además del uso de stablecoins para el día a día, las economías inestables, como la de Argentina, se benefician del Bitcoin por ser una reserva de valor a largo plazo. La política monetaria fija y transparente de Bitcoin aseguran previsibilidad y emisión limitada", señalan desde la exchange Lemon.
Colombo cree que "quienes entraron temprano al mundo cripto se mantienen. Le encontraron la vuelta a la facilidad de operar y tener habilitado un mercado 24/7. A eso se suma lo que ya conocíamos: Bitcoin como sistema de pagos a nivel mundial, proyectos muy serios y avanzados".
Los especialistas consultados por iProUP coinciden en que los argentinos buscan constantemente oportunidades financieras en medio de un contexto local que no ayuda. Los expertos ven ahí otro factor que consolida la confianza en la industria cripto.
Datos sobre regulación de criptomonedas
En línea con la tendencia regional y siempre de acuerdo al reciente estudio de Sherlock Communications, los argentinos apoyan la regulación del mercado cripto: 73% de los encuestados avala un mayor control. Sin embargo, esperan que sea "razonable", ya que de ese grupo una gran mayoría se opone a medidas que restrinjan su adopción.
En Argentina, hay más de 10 millones de cuentas de criptoactivos abiertas según la Comisión Nacional de Valores (CNV). Esto equipara las existentes en el mercado de capitales tradicional, entre fondos comunes de inversión y subcuentas comitentes.
Se trata de números leídos por especialistas como una clara manifestación de la falta de confianza en los sistemas actuales de Estado y dinero.
Mientras Argentina debate la regulación, otros países de la región ya avanzaron en este tema. Brasil, por ejemplo, tiene una ley para "activos digitales", mientras que El Salvador reconoce el Bitcoin como divisa de curso legal.
Las monedas digitales de banco central (CBDC) también generan interés en Argentina. El 67% de los encuestados cree que un criptopeso puede ayudar a combatir la corrupción, agilizar los pagos y reducir la burocracia.
Las criptomonedas están en una etapa de constante crecimiento y consolidación. La falta de conocimiento y la necesidad de un marco regulatorio claro son los principales desafíos. La adopción de las CBDC también es un tema de debate, con opiniones divididas sobre sus beneficios y riesgos.