La transformación digital es un movimiento transversal a todas las industrias. Modificó los modelos de negocios, las maneras de producir, de gestionar y las formas de atender a los clientes, pero también cambió radicalmente el mundo del trabajo.
La pandemia inyectó más nafta a la tendencia y dejó claro que el empleo del futuro (qué ya llegó) no necesita un lugar físico y ni tiene fronteras. Este nuevo escenario pone en el centro los puestos vinculados con la tecnología y obliga a reconvertirse a los tradicionales.
"Nada volverá a ser como antes", afirma a iProUP Alejandro Servide, director de Professionals y RPO en Randstad Argentina. Y agrega que, salvo algunas tareas que requieren presencia física –jefe de producción o calidad, por ejemplo– el será un híbrido entre remoto y presencial.
Gana terreno entonces, un nuevo esquema en el que las jornadas de nueve horas en la oficina migra hacia el trabajo por resultados y objetivos. Así, a la hora de contratar personal, no importan el sexo, la edad o el lugar de origen, sino las competencias o skills de las personas.
Servide remarca que los perfiles más demandados se encuentran dentro de las áreas de software, marketing digital, cloud, big data, inteligencia artificial, comercio electrónico y experiencia de usuario. Pero también tienen gran potencial todas las profesiones vinculadas con el cuidado de las personas, energías renovables y sostenibilidad.
Natalia Terlizzi, CEO de Hucap, asegura a iProUP que el mundo laboral atraviesa un momento muy particular, en el que la mayoría de las empresas tiene grandes dificultades para atraer talentos de la industria del conocimiento.
"Son mercados con recursos escasos, en el que la demanda supera ampliamente la oferta y los profesionales están en una situación de pleno empleo. Como no están buscando un cambio laboral, somos las consultoras las que salimos a buscarlos", enfatiza.
El teletrabajo, además, posibilitó que algunas empresas ubicadas en otros puntos del país pudieran contratar posiciones difíciles que no encontraban a nivel local. A su vez, como el fenómeno de escasez de profesionales del conocimiento es global, compañías del exterior buscan talentos argentinos y les ofrecen sueldos en dólares o en euros, difíciles de igualar.
"Este fenómeno continuará creciendo porque viene de la mano del avance de la tecnología y es cross a todos los rubros. Veo difícil que en el corto plazo se equipare la oferta y la demanda, por el contrario, para el mercado va a ser más complejo por la dificultad de atraer y retener talentos", agrega Terlizzi.
En este sentido, Amalia Vanoli, presidenta de Tiempo Real Consultores, advierte a iProUP que aún no está claro cuáles serán los nuevos empleos en el corto plazo, por lo que sería mejor hablar de profesionales y no de profesiones en sentido estricto.
En lo operativo, los puestos estarán vinculados al grado de implementación de la inteligencia artificial. Cuánto mayor sea la cantidad y la diversidad de los desarrollos, más trabajos nuevos aparecerán. La ejecutiva detalla algunos de los puestos cuya demanda está creciendo:
- Técnicos y controladores de drones en logística industrial
- Expertos en mantenimiento de robots
- Investigadores que buscan todo tipo de datos dentro de la empresa para optimizar procesos
- Articuladores de tecnologías y sus usuarios internos
- Expertos en ecommerce y Big Data
Más allá de nuevas posiciones, Vanoli enumera las competencias y habilidades que serán requeridas:
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Inteligencia social: capacidad de empatizar para estimular interacciones específicas
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Pensamiento novedoso, orientado a lograr respuestas diferentes a problemas concretos
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Habilidades comunicacionales para entender y transmitir significado al expresarse
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Identificar la información más relevante y analizarla con herramientas específicas
- Expertise en nuevos medios (como redes sociales)
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Manejo de la virtualidad, tanto en la gestión de equipos como en el uso de herramientas
- Habilidad para operar en culturas diferentes
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Conocimientos transdisciplinarios para entender conceptos de diferentes fuentes y solucionar problemas complejos
La fuerte demanda de los profesionales del conocimiento es exponencial. Como ejemplo, cifras de la Cámara Argentina de Fintech y Great Place to Work señalan que el sector incorporará este año 5.683 nuevas posiciones (40% más respecto de 2020), de las cuales el 43% estará vinculada a tecnología.
La industria fintech aumentará 40% las contrataciones este año
Ese número es, además, levemente superior al total de puestos que quedan vacantes en la industria del software anualmente por escasez de profesionales. "La pandemia demostró que los talentos y los candidatos ya no tienen fronteras", señala Servide.
En ese sentido, tener conocimientos en IT y un buen nivel inglés es casi un pasaporte universal para trabajar en cualquier parte del mundo. En efecto, a nivel global se crearán 150 millones de trabajos vinculados a la innovación y tecnología, lo que pone todavía más presión a los empresarios argentinos.
"Los talentos locales son muy requeridos por la capacidad de trabajo y porque una remuneración en dólares de cualquier país desarrollado equivale a un sueldo gerencial en Argentina", dice Servide.
Según Terlizzi, las compañías locales "primero ven que cumplan con los skills necesarios y después hablan de la propuesta, porque saben que pueden pedir entre un 30 y 50% más de lo que ganan hoy para cambiar de empleo", opina Terlizzi.
Según cifras proporcionadas a iProUP, un profesional con experiencia puede ganar:
- Desarrollador Full Stack (todas las tecnologías web): $265.000
- Scrum Master (líder de equipos ágiles): $228.000
- Líder de producto: $250.000
- Analista de Big Data o Base de Datos: $200.000
- Otros lenguajes de programación: $190.000
- Analista de Seguridad Informática: $215.000
Además, Terlizzi aclara: "Los colaboradores en situación de pleno empleo son frecuentemente contactados por empresas y selectores para un cambio laboral y tienen pretensiones que distorsionan las equidades internas de las empresas".
Por otro lado, Servide añade que, al no haber candidatos, entran a jugar otros factores más allá del económico que hacen de contrapeso para definir la elección o retener a ese profesional: "Hay muchas firmas que quizá no tienen las mejores remuneraciones del mercado, pero ofrecen home office, descuento en supermercados, membresías, celular, computadoras o capacitaciones"
Según el experto, se trata de "un paquete de beneficios que lo hace competitivo. No es solamente la remuneración mensual: cada vez está más instalado el cuidado de las personas".
"Una maestría paga, por ejemplo, te puede ayudar a crecer dentro de la compañía, pero también a mejorar tu perfil en el mercado y ser un candidato para otra empresa que paga el doble", indica.
Nada se pierde, todo se transforma
En definitiva, ¿cómo quedan parados los expertos en disciplinas tradicionales o clásicas ante la transformación digital y el apetito por estas nuevas posiciones? Para los entrevistados, es más pertinente hablar de reconversión que de obsolescencia.
Las tareas rutinarias y operativas son las que, para Terlizzi, se verán más afectadas en la medida en que la tecnología gane terreno. Se requerirá del aprendizaje de nuevos conocimientos para continuar en el mercado.
"Las áreas de analítica pueden verse amenazadas con Big Data o IA, pero nunca van a reemplazar la capacidad humana de análisis e interpretación. Hace 10 años se hablaba de dominio de Office y hoy eso es inherente a cualquier profesión. La diferencia es que las herramientas que se piden hoy son un poco más complejas", completa.
Esta reconversión no es necesariamente inherente a una edad o profesión específica, sino que una persona puede venir desarrollando un trabajo bajo cierta metodología que en un momento cambia y, si no se adapta, queda fuera del mercado laboral.
Lo mismo sucede incluso con los perfiles de desarrolladores, que hoy son la figurita difícil del mercado, pero la tecnología avanza a tal velocidad que un lenguaje de programación de tres años atrás puede no servir hoy.
Pero médicos, abogados y licenciados en administración, qué en algún momento fueron las profesiones más buscadas, seguirán teniendo demanda, "aunque es cierto que hoy hay mucho más inscriptos en estas nuevas careras que en las tradicionales", señala Terlizzi.
Saber programar y hablar inglés es un pasaporte para trabajar casi en cualquier parte del mundo
"Además, hay profesionales que ni siquiera son graduados, pero estudiaron carreras cortas y se mantienen en constante actualización y por sus competencias siguen siendo muy valorados", dice.
Vanoli clara que más que profesiones, lo que van a desaparecer son puestos de trabajo que requieren de menos capacitación, son muy operativos y pueden automatizarse, como cobradores, empleados administrativos, gestores u operarios.
"Los empleados asignados a esas tareas que se transforman podrán reconvertirse en algunos casos, pero dependerá más de la persona que de la empresa. Su disposición al cambio y al aprendizaje será crucial, en caso contrario, ya hay países que están implementando una subvención por desempleo causado por la tecnología", ejemplifica.
A su turno, Servide explica que, además, las universidades también están reconvirtiendo sus currículas, sobre todo en las carreras humanísticas que están incorporando una mirada estratégica más enfocada en servicios y negocios.
La falta de profesionales para estas posiciones es alarmante y esta crisis no tiene perspectivas de ceder en los próximos años. Este escenario ubica a estos trabajadores, por el momento, en un lugar de privilegio con condiciones laborales que superan a las de cualquier otro sector. Y muestra "por dónde es" el camino de la reconversión.