El proyecto que evalúa el gobierno español para transformar la semana laboral a un período de cuatro días con fines de semana de tres jornadas, finalmente sería financiado con el presupuesto del año próximo y no con fondos de la Unión Europea, como se pensó originalmente.
El apoyo institucional a la implantación de la semana laboral de 4 días podría retrasarse hasta el año que viene ante las dudas sobre cómo financiar las subvenciones a las empresas que se animen a probarla en sus plantillas.
El proyecto que España está considerando planteaba destinar 50 millones de euros para estos incentivos para reducir el riesgo de las empresas al cambiar la jornada, que se nutriría del fondo de Recuperación y Resiliencia. En este, se insta a ayudar a las empresas que ensayen la iniciativa a complementar esa reducción de jornada hasta que se consolide el incremento de producción derivado del mayor rendimiento del empleado con este modelo.
El gobierno español esperaba contar con fondos de la Unión Europea para este gran proyecto piloto, de manera de reducir el riesgo de perder productividad e ingresos que corrieran las empresas que implementaran el cambio a la semana de cuatro días.
Pese a que cada vez son más las empresas que están aplicando la semana de 4 días, la gestión de los fondos europeos de recuperación podría complicar la financiación del proyecto del Gobierno para fomentar este nuevo formato de jornada laboral, informó Business Insider.
Fue por eso que el plan piloto para incentivar a las empresas a probar la semana de 4 días podría retrasarse hasta 2022, dado que los 50 millones de euros con los que estará dotado este proyecto no provendrán de los fondos europeos de recuperación del coronavirus, como se preveía inicialmente, sino de los presupuestos generales del Estado para 2022, según El Confidencial.
Cómo se negocia la semana de cuatro días
España insiste sobre la semana de cuatro días laborales
La puesta en marcha del plan piloto, que fue aprobado en enero por el Gobierno tras un acuerdo con Más País para cerrar su apoyo al decreto sobre los fondos europeos, estaba prevista para el próximo otoño y el partido liderado por Íñigo Errejón había planteado que beneficiase a unas 200 empresas de entre 6 y 200 trabajadores a través de incentivos de en torno a 250.000 euros por empresa para ayudar a que entre 3.000 y 6.000 empleados pasen a trabajar 32 horas a la semana sin reducción de sueldo.
Sin embargo, el Ministerio de Industria, que negocia la puesta en marcha del plan piloto con Más País, considera que debe ser financiado a través de los presupuestos, según el diario digital, que afirma que el futuro de este proyecto queda a expensas de que el Gobierno en minoría apruebe unas cuentas públicas para 2022, después de que en la negociación de los presupuestos de 2021 el Ejecutivo rechazase incluir una partida para este fin.
Pese a este posible retraso, Industria y Más País, el único partido que llevaba la implantación de la semana laboral de 4 días en su programa electoral seguirán reuniéndose para perfilar la medida. El Confidencial afirma que la formación política no se opone a que el plan piloto se financie a través de presupuestos, pese a que mantiene sus previsiones de que esta iniciativa pueda comenzar a implantarse este mismo año.
De hecho, la negociación pasa ahora por acordar la creación de un grupo de expertos universitarios independientes que, junto a los representantes de la patronal y los sindicatos, deben ayudar a diseñar el plan y los criterios que se exigirá a las empresas participantes y posteriormente comprobarán anualmente sus efectos en la productividad y el nivel de satisfacción y conciliación de sus empleados.
En principio, el plan piloto para probar la semana laboral de 4 días podría centrarse en compañías de sectores como la informática, el derecho, la consultoría, el telemarketing o la arquitectura, aunque sin descartar otros menos proclives a la reducción de la jornada semanal, como la hostelería. La intención es que sean sobre todo las Pyme las beneficiadas por el plan oficial.
La semana de 4 días en el mundo
En enero del 2020 la primera Ministra de Finlandia Sanna Marin, sacudió la prensa mundial con una propuesta de reducir la jornada laboral de ocho a seis horas o la semana de cinco a cuatro días. La iniciativa pretendía que los trabajadores pudieran pasar más tiempo con los seres queridos y desarrollar otros aspectos de su vida. A los pocos días la propuesta debió ser negada.
En Alemania la propuesta fue impulsada a mediados del 2020 en plena crisis del coronavirus por la Unión de Trabajadores Automotrices IG Metall que representa a 2,3 millones de trabajadores y es el principal gremio industrial de Europa. En la propuesta realizada a la patronal el cambio de régimen ayudaría a asegurar los empleos contra las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus y los cambios estructurales en la industria automotriz.
En México, a principios de marzo, ingresó al Congreso una iniciativa de la Diputada de Movimiento Ciudadano, Pilar Lozano Mac Donald. El proyecto pretende la reforma de la Ley Federal del Trabajo para establecer 4 días de trabajo por tres de descanso. La reducción y flexibilización de las jornadas laborales busca elevar la productividad, conciliar la vida laboral con lo familiar y personal, mejorar las condiciones para las mujeres, incentivar la actividad económica y prevenir contagios ante una crisis sanitaria.
En Argentina la jornada laboral promedio es de 39 horas semanales, la Ley de Jornada fija como tope un máximo de 8 horas diarias o 48 horas semanales muy similar a otros países de la región, como Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay, según consignó iProUP. Por estos días, la Secretaria de Gestión y Empleo Público de la Nación, Ana Castellani expresó que el Gobierno analiza la implementación de un nuevo régimen de 4 días, "explorar semanas laborales más cortas está en la agenda de discusión que se viene", sostuvo la funcionaria.