El 7 de marzo, antes de la Cumbre de Criptomonedas de la Casa Blanca, un alto funcionario de la administración de EE.UU. reveló que el gobierno posee aproximadamente 200.000 Bitcoin procedentes de confiscaciones.
En la conferencia de prensa, el funcionario indicó que estos Bitcoin están siendo guardados en la reserva estratégica del gobierno como parte de una estrategia a largo plazo, para maximizar su valor en el futuro.
Según la información proporcionada, el gobierno de EE.UU. adquirió alrededor de 400.000 Bitcoin en diferentes procedimientos legales, incluidos los provenientes del caso de Silk Road, un conocido mercado negro de la dark web.
Sin embargo, también se detalló que aproximadamente 200.000 de esos Bitcoin fueron vendidos "de manera ad hoc durante la última década más o menos".
EE.UU. crea una reserva estratégica de Bitcoin
El 6 de marzo, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para crear una reserva estratégica de Bitcoin y una reserva de activos digitales, cumpliendo una promesa hecha durante su campaña electoral.
La medida fue diseñada para posicionar a EE.UU. como "la capital cripto del planeta", lo que resalta la importancia de las criptomonedas en la política económica del país.
Un alto funcionario detalló que la falta de una política a largo plazo sobre las reservas de Bitcoin le costó al gobierno estadounidense cerca de 17.000 millones de dólares.
Según la orden ejecutiva, las tenencias de Bitcoin nunca serán vendidas, asegurando que los activos digitales adquiridos no se liquidarán sin una estrategia previa.
Además, la nueva normativa autoriza a los secretarios del Tesoro y de Comercio a desarrollar planes "neutrales desde el punto de vista presupuestario" para aumentar esa reserva.
"Utiliza [la reserva de Bitcoin] los activos digitales [que] el Gobierno de Estados Unidos ya posee", explicó el funcionario, subrayando que el gobierno no debe incurrir en nuevos gastos para incrementar sus tenencias.
"Si los Secretarios pueden averiguar cómo acumular más Bitcoin sin que les cueste nada a los contribuyentes, entonces están autorizados a hacerlo", declaró el funcionario.
La orden especifica que la reserva estratégica de Bitcoin y la reserva de activos digitales tendrán propósitos distintos, siendo la primera susceptible de expansión mediante nuevas adquisiciones, mientras que la segunda no podrá ampliarse.
EE.UU. posee miles de millones en criptomonedas
Según Arkham Intelligence, el gobierno de EE.UU. posee un portafolio de criptomonedas por un valor de aproximadamente 18.000 millones de dólares, con la mayor parte en Bitcoin, alcanzando unos 17,6 mil millones de dólares.
Además del Bitcoin, las tenencias incluyen cantidades importantes de otros activos digitales, como USD 122 millones en Ether (ETH), USD 122 millones en Tether (USDt) y USD 24 millones en Binance Coin (BNB).
Estas criptomonedas han sido adquiridas principalmente a través de incautaciones realizadas en procedimientos penales y civiles, como los casos relacionados con Silk Road y el hackeo de Bitfinex.
Asimismo, el gobierno de EE.UU. tiene pequeñas cantidades de otros tokens, como Dai (DAI), Tron, Chainlink (LINK) y Uniswap (UNI), ampliando su portafolio de criptomonedas.
El hecho que espera la industria
El 7 de marzo, la Casa Blanca será el epicentro de un evento histórico para el mundo de los activos digitales: la primera Cumbre de Criptomonedas presidida por el propio Trump. Y la comunidad la espera ansiosa y no descarta que pueda repercutir en precios.
En esa oportunidad, se reunirán algunos de los nombres más influyentes de la industria, incluidos fundadores, ejecutivos y grandes inversores, junto con los miembros del Grupo de Trabajo del Presidente sobre Activos Digitales.
Aunque la agenda oficial del evento aún no fue revelada, todo parece indicar que los debates se centrarán en tres áreas cruciales para el futuro de las criptomonedas:
De acuerdo a Joe Doll, asesor general de Magic Eden, la ventana de oportunidad para implementar cambios regulatorios es limitada, ya que solo quedan dos años hasta las elecciones intermedias de 2026.
Doll advierte que la posible parálisis del gobierno podría frenar el avance de las reformas necesarias para garantizar la competitividad de Estados Unidos en el sector de las criptomonedas.
Este contexto crea un sentido de urgencia para la cumbre, que podría marcar un punto de inflexión en la forma en que se regulan los activos digitales a nivel nacional e internacional.