En plena cuarentena, la mayoría de los sectores económicos analizan, con preocupación, la manera de atravesar la crisis y lograr la subsistencia. Empresarios de todas las ramas de la industria, comerciantes grandes y pequeños, dadores de servicios de todos los rubros y hasta compañías de la salud se sumergieron en la oscuridad de la pandemia.
Los bancos sean, acaso, uno de los pocos que salen indemnes de la crisis. No puede compararse la situación de los financistas con las que tienen los verdaderos ganadores de la "nueva realidad" -como sí lo son las empresas de logística y de entregas a domicilio o los servicios de streaming o quienes venden aparatos de gimnasia para el hogar-, pero la situación indica que los bancos no sufren por las nuevas reglas.
Es cierto: el sistema financiero era de los que más se había preparado para trabajar a distancia, sin necesidad de asistir a las sucursales más que para atender a una parte de los clientes que (todavía) no se habituaron a operar por el "home banking".
Los bancos (los argentinos, al menos) son los que mejor aprendieron a cuidar sus balances. La experiencia ganada tras la explosión de la convertibilidad los dejó a salvo, incluso, del desparramo de los créditos "subprime" de hace una década.
La señal de que el sistema financiero es ajeno a las peores angustias que genera la crisis se puede percibir en el hecho de que los financistas son de los pocos que en vez de pensar en cómo reparar los daños de la cuarentena, ya están diseñando los negocios del "día después".
La cuestión se menciona en las reuniones de directorio que a diario se llevan a cabo -de manera virtual- desde que empezó la cuarentena.
Algunos bancos crearon comisiones ad-hoc para evaluar quiénes serían sus mejores clientes a la salida de la crisis. Con el diagnóstico a mano, algunos ya están rastreando a esos "prospectos" para ofrecerles sus servicios financieros.
Los ganadores de la "nueva normalidad"
Para identificarlos, en los bancos trazan una línea entre los supuestos "ganadores" y "perdedores¨ de la pandemia.
Ellistado de los primeros se engrosa con varios rubros, entre los que se destacan:
- Todo lo relacionado al turismo interno
La perspectiva, lógica a esta altura del año, es que el próximo verano será fronteras adentro. Más allá del valor y la conveniencia del tipo de cambio.
Eso significa que la industria turística se volcará masivamente a la oferta en la Argentina. De manera todavía más potente que en el último verano, cuando en el país ya existía el llamado "dólar solidario", un 30% más caro que el oficial.
La mirada de los bancos estará puesta en los emprendimientos que vayan a surgir en los próximos meses. O en los que ya existen y requieran de fondeo express para ampliarse, de cara a la próxima temporada.
- Ventas online
Sin dudas, se trata de uno de los nichos "estrella" con la pandemia. Las ventas por Internet crecieron nada menos que 30% desde que comenzó la cuarentena. En algunos bancos creen que esta modalidad continuará en auge cuando pase el coronavirus.
Un reciente informe del CIPPEC -realizado por los economistas Ramiro Albrieu y Megan Ballesty- dice que cinco de cada 10 personas -unas tres millones de personas- utiliza el transporte público en el AMBA (área metropolitana) para trasladarse al puesto de trabajo. Por lo tanto, exponen los expertos, habrá que generar políticas públicas para ayudar a esa porción de la población.
Muchos de esos trabajadores no dejarán de ir a sus puestos (los albañiles, por ejemplo), pero muchos otros sí podrían reemplazar el traslado por la opción del teletrabajo, lo cual abrirá toda una nueva gama de servicios relacionados con ese cambio de estilo laboral.
En uno de los bancos líderes del sistema pusieron a este tema como un punto principal de debate, de cara a la apertura de la cuarentena. Creen que habrá una competencia muy fuerte en la "economía online", y que los primeros que lleguen terminarán por acaparar el mercado del financiamiento a un sector que será uno de los más dinámicos.
La "nueva normalidad" impondrá un modelo de negocios en el que minimice el contacto humano
- Micro movilidad
El concepto de "micro movilidad" será uno de los emergentes de la cuarentena. Refiere a las nuevas formas para trasladarse por la gran ciudad. Los medios de transportes públicos -se sabe ahora- se convirtieron en focos masivos de contagio. Nadie quiere eso, y los gobiernos recomiendan a sus ciudadanos un tipo de movilidad individual.
En los bancos piensan que, de movida, habrá que salir a financiar las compras masivas de motos. O directamente proyectos para la adquisición de combis, que ya es el medio de transporte elegido por las empresas para el traslado de su personal a las plantas.
También hay quienes aguardan proyectos de monopatines eléctricos, que ya atravesaban su propio auge antes de Covid-19. La diferencia es que, ante la eventual mayor demanda por necesidad más que por placer, es muy probable que se precisen modelos con más duración de las baterías, por ejemplo.
La urgencia por disponer de esos productos tan necesarios en el nuevo contexto, interpretan en algunos bancos, hará que haya líneas específicas para aquellos emprendimientos que se dediquen a la investigación.
En el mercado también creen que es cuestión de tiempo hasta que florezcan proyectos para adaptar los medios de transporte a la "nueva realidad".
Los bancos redefinieron prioridades y buscan proyectos para la post cuarentena
- Logística
Está ligado al nicho anterior. Como se espera que la gente quiera moverse menos, ganarán espacio las iniciativas para trasladar los productos. No se trata solamente de mover personas, como en los ejemplos anteriores, sino de compras que se hayan hecho online.
Se trata de una tendencia que ya venía acelerándose. De hecho, el sector de la logística fue uno de los pocos dinámicos en la Argentina 2017-2019, con inversiones que ayudaron a mejorar el sector, en un contexto de demanda en crecimiento.
Por eso, acá también, las entidades financieras ya pusieron el ojo.
- Capacitación y Tecnología
Se sabe, la Argentina no es vanguardista en materia tecnológica. No obstante eso, los bancos suponen que habrá una necesidad para financiar proyectos. Mencionan, por ejemplo, inversiones en monitoreo a distancia. Algo que deberán aplicar las empresas que mantengan a parte de su personal lejos de las plantas.
Preparando la vuelta al microcentro
En cierta forma, esa es la manera en que en los bancos piensan su propia normalización.
Algunos de los bancos líderes ya planean el regreso de su personal de las casas centrales. Son los empleados que no se dedican a la atención al público, que ya están incorporados a las sucursales.
A las casas centrales, el retorno se hará de manera muy gradual. La idea es que haya una primera tanda donde vuelva aproximadamente el 10% del personal. Algo que podría ocurrir hacia principios de junio, si es que se mantiene la apertura gradual del resto de la economía luego de la estricta cuarentena.
En los siguientes 30 días volvería un 15% adicional, totalizando un 25%.
Para fin de año, algunos de los bancos líderes piensan que no habrá más que el 40% del personal trabajando en las casas centrales.
El mundo cambió. La economía y las relaciones laborales, también. A punto tal que entidades financieras que se mueven de manera muy conservadora, que en los últimos años engordaron sus balances con préstamos al Estado o a grandes empresas, ahora están "aprovechando" la cuarentena para repensar el negocio.
Que, como todo el resto, en la "nueva realidad" será distinto a lo conocido hasta ahora.