En el marco de un espacio de Networking en la Ciudad de Buenos Aires, Ginés Perea, CEO de Trampoline charló con iProUP sobre innovación.
En particular, detalló el experto cómo este marketplace global de propiedad intelectual, conocimiento y capacidades de alto valor agregado, fundado en 2022 en Argentina, ayudará al intercambio de innovación entre investigadores, compañías, gobiernos y universidades sin fronteras.
La plataforma facilita que las organizaciones académicas e innovadores presenten sus ideas, y posibles inversionistas puedan verlas y conectarse con ellos para llevar a cabo estos proyectos.
Grandes empresas y Pymes pueden buscar aquello que requieren en materia de innovación contactándose con personas creativas.
¿Qué es Trampoline?
Nace de una idea frustrada mía que tuve en la universidad de patentar algo y venderlo. Luego me enteré de lo que hace una institución de educación superior en Jerusalén: ellos transfieren el conocimiento que producen, y recaudan u$s200 millones en transferencias en un solo año por cada universidad mediada.
Lo que hacen es golpearle la puerta a sus alumnos, profesores e investigadores y lo que les gusta lo patentan y comercializan. Acá hablamos de propiedad intelectual e innovación, con una transferencia de ese conocimiento desde el sector académico al productivo.
¿Cómo es vincular la investigación que requiere muchos recursos con las Pymes y empresarios?
El empresario quiere colaborar porque le sirve la innovación. Las pequeñas y medianas empresas están en la urgencia del día a día y necesitan de innovación.
Por otro lado, las corporaciones tienen un centro de innovación que generalmente se torna muy costoso, entonces se abren a un proceso de open innovation.
La barrera con que se encuentran es que el área académica a veces tiene otros tiempos. En este contexto, Trampoline es el puente que conecta la oferta y demanda de innovación de forma ágil.
¿En qué parte del proceso están?
Esto recién empieza, estamos terminando de conformar la oferta. Ya tenemos 25 universidades de diferentes tamaños, públicas y privadas.
La mitad son argentinas y las restantes de otros países de Latinoamérica. Nos lanzamos a buscar la demanda, que estará formada por las empresas que van a venir a financiar los proyectos que les interesen llevarse de innovación y propiedad intelectual.
¿Desde el lado de la oferta vienen más iniciativas de universidades públicas o privadas?
En el fondo hay alumnos, con inquietudes que no dependen de sus orígenes. Los buenos jugadores proceden de todos lados, hay gente con mucha iniciativa y con inmenso potencial.
Para que esta creatividad no quede en un cajón, la idea es que se pueda armar este vínculo para que puedan vender, licenciar o donar a una ONG este conocimiento que producen los investigadores.
¿Cuál es el rango más representativo de gente que se acerca a ustedes?
Es bastante variado, como una persona que está estudiando, un docente que es parte de un equipo de investigación, o puede ser un creativo o un egresado que forma parte de una institución.
Por lo tanto, los rangos etarios son heterogéneos aunque hay mucha gente joven.
¿Cuáles son sus expectativas en cuánto a la contribución de Trampoline en Argentina y Latinoamérica?
En primer lugar, venimos a aceitar un proceso que llegó a la fintech, a la industria de viajes, etc. Ahora podés comprar acciones online, conseguir pareja con aplicaciones, etcétera. Pero la innovación aún no llegó al mundo de las ideas.
Queremos que traiga una disrupción a nivel de que puedas comprar o vender ideas por internet a través de una plataforma que va sujeta a éxito.
Es el primer marketplace de propiedad intelectual e innovación. Las expectativas son grandes, queremos llegar al mundo.
Si bien la oferta comienza en Argentina, luego se sumará a Latinoamérica. La incitativa es que posteriormente se sumen países emergentes a la oferta y la demanda se convierta en global.
En esto de producir investigaciones, ¿cómo ves es uso de la Inteligencia Artificial?
Todos estamos viendo qué es lo que pasa con la IA. Desde mi punto de vista es positivo, aunque a muchos les da miedo. Yo creo que va acelerar procesos más si se alinea a una correcta regulación.
A lo que va ayudar es a utilizar toda la información disponible. Actualmente, hay muchos papers que nadie lee, como si se tuviese una infinita biblioteca babilónica.
El promedio de lectura de cada paper es de 3 personas entre 10, teniendo en cuenta que éstos tal vez no se lean en completitud. La IA va a poner toda esa base en datos y logrará reconocerla, lo cual juega a favor de que las personas sigan creando.