Sin dudas, el 2025 es un año que promete profundos cambios económicos y tecnológicos, que traerán consigo desafíos y oportunidades para la economía del conocimiento, un sector clave para la Argentina. Desde el sueño de Javier Milei de convertir al país en un hub de inteligencia artificial hasta la tan prometida eliminación del cepo cambiario y sus efectos en la llegada de inversiones y el empleo freelance, solo algunos de los muchos aspectos que se verán impactados.
En este marco, Luis Galeazzi, Director Ejecutivo de Argencon, analizó en una entrevista con iProUP el panorama actual y las perspectivas de la industria de cara a un año que podría ser histórico, si se da un entorno propicio para la innovación y se refuerza el orden macroeconómico.
En la charla, explicó cómo la IA puede ser una aliada para empresas de todos los tamaños, así como una herramienta beneficiosa para la sociedad en su conjunto, aunque destacó el papel clave de la educación en su adopción masiva.
Además, se refirió al impacto de los planes gubernamentales, como el Plan Nuclear Argentino, que contempla la construcción de reactores para incentivar la llegada y el desarrollo de tech companies, y la estrategia para atraer inversiones vinculados a data centers.
Asimismo, resaltó la importancia de las relaciones con Estados Unidos, con quien ahora existe un vínculo más estrecho tras la asunción de Donald Trump y su cercanía con el Presidente de la Nación. En este sentido, evaluó el posible impacto de un acuerdo de libre comercio entre ambos países, una de las iniciativas que impulsa el Gobierno Nacional.
"El plan IA del Gobierno es muy ambicioso"
P: ¿Cuáles son las perspectivas de Argencon en un año que podría estar marcado por la estabilidad cambiaria, con sus pros y sus contras, no solo para el incentivo de inversiones, sino también para el empleo freelance y la contratación de argentinos desde el exterior? Además, ¿cómo impactaría una posible eliminación del cepo en el sector, considerando el objetivo del Ejecutivo de convertir al país en un hub de IA?
R: Lo resumiste muy bien. Es un año con mucho contenido y novedades que se irán dando constantemente. Vamos a seguir de cerca cómo avanza todo esto. En líneas generales, que haya una política pública sobre inteligencia artificial es muy positivo.
La inteligencia artificial es una tecnología que no solo impacta a las empresas que forman parte de su cadena de valor, sino a toda la sociedad, ya que su uso es totalmente transversal. Por eso, es fundamental que la sociedad aprenda a utilizarla, al igual que ocurrió con el celular o la computadora personal hace 30 o 40 años.
Esta transformación es un fenómeno global. Mientras mejor sepamos aprovechar esta tecnología, más beneficios obtendremos, no solo en términos económicos, sino también en la resolución de problemas cotidianos en áreas como la salud, el comercio, la educación, el gobierno y los servicios públicos.
La adopción de la inteligencia artificial es un factor crítico en la competitividad de los países. Por eso, es clave que la sociedad aprenda a utilizarla lo antes posible para maximizar su impacto.
Yo creo que este es un tema fundamental, central en toda la actividad de este año y de lo que viene. Esto recién comienza. Así como las soluciones de inteligencia artificial generativas nos sorprendieron en su momento, ahora hay que aprender a convivir con ellas, y ese es el desafío.
P: Desde Argencon, ¿mantienen diálogo con el Gobierno o con el presidente Javier Milei respecto a este objetivo de convertir a la Argentina en un HUB mundial de IA?
R: Sí. El gobierno ya anunció un Plan Nacional de Inteligencia Artificial, coordinado por la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Esta semana, por ejemplo, habrá un evento que reunirá a empresas del sector para seguir delineando el plan de acción.
Las empresas están participando, y nosotros, como asociación, también. El plan abarca diversos temas, desde cómo se debe educar en inteligencia artificial hasta cómo promover el desarrollo de empresas que creen modelos propios.
Además, el Ejecutivo tiene un plan para atraer centros de procesamiento de datos a la Argentina, lo que lo convierte en un proyecto bastante integral.
(Demian) Reidel mencionó que habrá desarrollos de reactores nucleares para abastecer de energía a estos centros. Es un programa ambicioso, y estamos muy interesados en que avance correctamente.
P: Más allá de la aplicación que puede tener la IA generativa con los modelos actuales, con soluciones que van desde las menos conocidas hasta las más populares, como ChatGPT, quisiera consultarte si se plantea la necesidad de impulsar, como se está viendo en Europa, la soberanía en inteligencia artificial; es decir, desarrollar modelos más locales, propios de Argentina, para evitar que la tecnología utilizada por las empresas esté influenciada por factores externos.
R: Un principio fundamental de la inteligencia artificial es la libertad creativa, es decir, la posibilidad de desarrollar modelos con alcance global o más específicos y limitados. Nada impide que una empresa, asociación u organización cree un modelo propio de inteligencia artificial basado en el universo de datos que maneja. Por el contrario, es algo que se fomenta.
De hecho, muchas empresas ya lo están haciendo. No toda la inteligencia artificial se reduce a los modelos generativos universales más conocidos como ChatGPT o Copilot, sino que también existen desarrollos más acotados.
Estos modelos no son lo que en el sector se conoce como large models, sino small models: modelos pequeños enfocados en aplicaciones u objetivos específicos. Esto puede ser realizado por empresas, gobiernos nacionales, provinciales o municipales.
La inteligencia artificial es una herramienta versátil y amplia; resulta muy difícil identificar restricciones absolutas para su uso. Al igual que un lápiz, que puede usarse de mil maneras diferentes, la inteligencia artificial es una tecnología abierta y diversa que permite trabajar en prácticamente cualquier ámbito que disponga de datos.
Existen límites lógicos en ámbitos muy específicos y restringidos, como la defensa nacional, donde los datos deben permanecer confidenciales y accesibles únicamente a usuarios autorizados, ya que está en juego la soberanía o aspectos sensibles.
Sin embargo, en términos generales, excluyendo esos datos confidenciales o cerrados, el uso de la inteligencia artificial es totalmente flexible y puede desarrollarse desde micro startups hasta grandes corporaciones. No debe pensarse como una herramienta exclusiva de grandes empresas multinacionales. Al contrario, es una tecnología sumamente adaptable y aplicable en cualquier contexto.
Por supuesto, hay ámbitos más sensibles, como la defensa nacional, donde el acceso a los datos debe ser restringido. Pero, fuera de esos casos, la inteligencia artificial es una herramienta flexible que puede ser aprovechada por startups, pymes y grandes empresas.
"Fortalecer lazos con EEUU sería muy beneficioso para el desarrollo de la IA en Argentina"
P: Donald Trump ha manifestado su intención de que Estados Unidos se convierta en el principal HUB de inteligencia artificial a nivel mundial. ¿Esto podría representar un desafío para la Argentina, una necesidad de "acelerar más a fondo"?
R: Bueno, el caso de Trump es un claro ejemplo de cómo un país busca liderar el ecosistema de inteligencia artificial. Aquí entran en juego factores geopolíticos: China, Estados Unidos y Europa compiten en este terreno.
Estados Unidos tiene razones de peso para fortalecer su liderazgo, ya que posee un ecosistema tecnológico de vanguardia.
Argentina no tiene, obviamente, el mismo posicionamiento ni envergadura que otras potencias, pero sí cuenta con un ecosistema sólido que puede impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial.
Me parece que esa es la estrategia que el país debe seguir: no se trata de competir con Estados Unidos, sino de encontrar espacios de innovación y desarrollar una inteligencia artificial local, abierta a la colaboración con el resto del mundo.
Muchas empresas que desarrollan inteligencia artificial en Estados Unidos también operan en Argentina. Sería clave analizar qué factores las llevan a trabajar desde aquí y cómo se puede potenciar ese interés. Ese es precisamente uno de los temas en discusión.
Apuntás bien al señalar que esto tiene una dimensión geopolítica de gran relevancia. No es solo una cuestión comercial, económica o de volumen de exportaciones; la inteligencia artificial es una tecnología clave que impulsa todas las demás. Estamos hablando del núcleo del desarrollo futuro.
En este sentido, creo que Argentina tiene una oportunidad, y Milei ha sabido identificarlo. El desafío ahora es convertir esa expresión de interés nacional en un plan bien ejecutado que realmente lo lleve a la práctica.
P: En este contexto, ¿qué impacto podría tener un acuerdo de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos, considerando la relación entre Milei y Trump?
R: Es difícil saber qué se está discutiendo, pero un acuerdo de este tipo tendría mucho sentido. Fortalecer los lazos comerciales y tecnológicos con Estados Unidos sería muy beneficioso para el desarrollo de la inteligencia artificial en Argentina.
"Argentina está siendo nuevamente analizada en el mundo y eso es muy bueno"
P: ¿Y cuánto podría influir un acuerdo, que se considera inminente, con el Fondo Monetario Internacional y un eventual levantamiento del cepo cambiario para atraer más inversiones a la Argentina, además de las condiciones ya existentes, considerando que Milei siempre resalta que el país cuenta con vastas tierras y temperaturas bajas, lo que para los data centers son factores clave?
R: Mirá, una de las principales dificultades que ha tenido Argentina para desarrollar su ecosistema tecnológico ha sido la inestabilidad económica.
En los últimos 20 o 30 años, el país ha atravesado múltiples planes económicos, variaciones constantes en el valor del dólar y diversos regímenes cambiarios. Esto ha generado la percepción de que Argentina es un país inestable, lo que dificulta proyectar negocios o inversiones a largo plazo, ya que resulta imposible prever qué sucederá en un año. Y en este sector, los contratos y las inversiones suelen ser de largo plazo.
Por ello, todo lo que Argentina haga para estabilizar su macroeconomía y convertirse en un país predecible es clave. Normalizar sus relaciones con el mundo, garantizar un tipo de cambio estable y adoptar políticas económicas abiertas resultan fundamentales para mejorar su imagen y eliminar la desconfianza que históricamente ha afectado su desempeño macroeconómico.
Esa falta de estabilidad ha sido un freno constante para el desarrollo. El ecosistema tecnológico argentino es más potente que el de muchos otros países, pero está subexplotado. Argentina ha sido un entorno hostil para los negocios, no solo en tecnología, sino en diversos sectores. Ha tratado mal a sus exportadores y ha generado incertidumbre en los inversores.
Es evidente que ha habido un reordenamiento macroeconómico y que se está trabajando en una mayor desregulación. Aún quedan muchos desafíos por delante, pero se ha avanzado bastante en el primer año de gobierno.
Lo importante es que este enfoque se sostenga en el tiempo. Argentina debe consolidar una relación inteligente y abierta con el mundo, porque tiene mucho para ofrecer y exportar.
P: Para cerrar, y agradeciéndote por tu tiempo, ¿pensás que este año podía ser histórico para la economía del conocimiento en Argentina?
R: Sí, los números del sector son positivos y las exportaciones vienen creciendo. Sin embargo, mas allá de eso, todavía no hemos visto el verdadero potencial de aceleración. Lo que se viene es mucho más interesante que lo que estamos viviendo actualmente.
Las perspectivas son muy alentadoras. Veo un gran interés por parte de las empresas. Argentina está siendo nuevamente analizada en el mundo, y creo que eso es muy bueno.