La reciente oleada vendedora provocó un desplome generalizado en los mercados, aunque los bonos lograron mantenerse firmes frente al temor que generan las nuevas tarifas impuestas por Estados Unidos a nivel internacional.
Este nuevo "viernes negro" intensificó las pérdidas iniciadas el jueves anterior y dejó secuelas profundas en los mercados, generando volatilidad en empresas líderes que no lograron resistir el golpe de las políticas comerciales estadounidenses.
Las llamadas "Siete Magníficas" (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet, Meta, Nvidia y Saudi Aramco) perdieron más de 1.200 millones de dólares en valor de mercado durante una semana marcada por tensiones geopolíticas y presiones económicas simultáneas.
Nvidia, Meta y Apple fueron las más afectadas, acumulando una pérdida conjunta de 859.000 millones de dólares, en medio del retroceso bursátil más veloz desde los primeros estratos financieros provocados por la pandemia de COVID-19.
Los mercados caen en picada tras las medidas de Trump
Las bolsas de Estados Unidos y Europa registraron fuertes caídas, con retrocesos de entre 3% y 4% en sus principales índices, mientras Asia mostró un impacto más leve con pérdidas que no superaron el 1,5%.
Europa resultó la región más golpeada por las medidas comerciales de Trump; el índice FTSE 100 del Reino Unido cayó un 4,95%, el DAX alemán perdió un 4,66% y el Euro Stoxx 50 retrocedió un contundente 4,83%.
En América Latina, la jornada bursátil mostró una reacción más drástica, con desplomes generalizados que marcaron la peor sesión desde la pandemia, afectando tanto a acciones como a monedas en medio de creciente aversión al riesgo.
Las divisas de Chile, Brasil y Colombia sufrieron una depreciación superior al 3% frente al dólar, en un contexto de alta tensión financiera que expuso la vulnerabilidad de las economías emergentes ante shocks externos inesperados.
Un índice regional de acciones latinoamericanas reflejó una caída cercana al 7%, lo que arrastró también al índice MSCI de mercados emergentes, que terminó la rueda con una pérdida importante de hasta el 1,8%.
El viernes significó un brusco cambio respecto al jueves, cuando los mercados latinoamericanos habían logrado resistir la presión global. Sin embargo, la escalada comercial estadounidense terminó derribando cualquier atisbo de estabilidad reciente.
Wall Street tiembla por guerra comercial
Los principales índices de Wall Street registraron retrocesos marcados: el S&P 500 cayó 5,90%, el Dow Jones perdió 5,50% y el Nasdaq 5,82% y el Nasdaq 100 retrocedió 6,07%.
Los mercados reaccionaron negativamente ante los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos, y los inversores enviaron una señal contundente sobre el riesgo de una recesión global derivada de estas políticas agresivas.
En solo 48 horas, China respondió con represalias económicas, alimentando temores sobre una escalada prolongada que podría afectar el comercio internacional y desestabilizar aún más los frágiles equilibrios financieros.
La tensión generada por esta guerra comercial ya se traduce en volatilidad extrema, y muchos analistas advierten que un círculo vicioso entre potencias podría desencadenar una desaceleración económica a escala global.
Automotrices ajustan precios por nuevos aranceles
Empresas como Stellantis y Hyundai comenzaron a aplicar estrategias comerciales para evitar que los aranceles del 25% encarezcan los vehículos en un mercado donde el precio promedio supera los 50.000 dólares.
Stellantis, responsable de marcas como Jeep, lanzó descuentos en toda su línea de autos, mientras que Hyundai garantizó precios congelados hasta el 2 de junio, incluyendo su división premium Genesis.
Ambas automotrices intentan contener el impacto que los nuevos aranceles podrían generar sobre la demanda, en un escenario donde los consumidores temen aumentos inmediatos en los precios finales de los vehículos.
Estas decisiones buscan reforzar la confianza del mercado, evitar una caída en las ventas y adelantarse al posible efecto dominó que podría sacudir a toda la industria automotriz a nivel mundial.