En la Argentina, cerca del 50% de la población está subbancarizada, es decir, posee una tarjeta de débito, pero no es sujeto de crédito para las entidades y no puede acceder a productos más sofisticados.
En gran parte, esta falta de inclusión financiera se debe a que no poseen un historial crediticio que les permita entrar en el "radar" de los bancos. Así, no sólo es imposible calificar para un préstamo hoy, sino también que los inhabilita para hacerlo en el futuro.
Para estas personas, las fintech son la puerta de entrada para satisfacer sus necesidades crediticias y fortalecer su historial para acceder a una mayor oferta de productos financieros.
Tal es la demanda de estos préstamos que casi el 30% del total de firmas afiliadas a la Cámara Fintech se dedica a este vertical, mostrando así un segmento desatendido por el sector tradicional y de amplio crecimiento a nivel local.
Entre ellas, se destaca Wenance, la firma argentina que lidera el rubro con más de 400.000 líneas otorgadas a nivel global por u$s50 millones a más de 150.000 clientes activos.
Visión
Alejandro Muszak colocó la piedra fundamental de Wenance hace 20 años, con una red de locales a la calle. Ante el éxito que registró este canal offline, en 2014 creó una plataforma en la que optimizó todos los procesos gracias a la tecnología.
Su visión: facilitar la vida financiera a las personas a incluir a muchos que carecían de herramientas. Para ello, dio vuelo a su equipo para crear una robusta plataforma y servicios pensados para dos tipos de necesidades:
- Welp: otorga líneas de hasta $200.000, dirigidas a la compra de bienes durables (como electrodomésticos), arreglos del hogar y el auto o proyectos personales
- Mango: apunta al corto plazo, con montos de $30.000 en promedio. Son de acreditación inmediata. "Buscan satisfacer necesidades de último momento, urgencias o gastos imprevistos que se deben pagar rápidamente", explica Muszak.
Alejandro Muszak, CEO y cofundador de Wenance
La empresa origina unos 10.000 clientes nuevos por mes, con un ticket promedio de $30.000, principalmente para solucionar urgencias (como un electrodoméstico que dejó de funcionar), efectuar alguna refacción en el hogar o "poner en cero" sus tarjetas.
Además, el 60% de sus clientes que canceló un crédito lo renueva al terminarlo y la tasa de morosidad es el promedio de la industria bancaria tradicional.
Esto se lo logran, según el ejecutivo, gracias a su "departamento de conexión con el cliente que está continuamente trabajando con respecto a la educación financiera, dándole tips de buena conducta financiera, cómo ahorrar, evitar el endeudamiento sin ningún motivo fuerte y educando a nuestro cliente a ser responsable en materia financiera".
Puertas adentro, los que forman parte de Wenance se definen como fintech people. Eso significa que cuentan con un ADN inquieto que los desafía día a día y a través de metodologías ágiles les permite actuar rápidamente ante las adversidades.
Para ello, la firma se asegura de que todos sus colaboradores cuenten con las cualidades que conforman el espíritu de la empresa: innovación, desafío y profesionalismo son algunos de los conceptos que se encuentran arraigados esa visión. Y que los impulsan a emprender cada uno de los caminos con el mismo entusiasmo que se genera al alcanzar una meta.
Los equipos de trabajo de Wenance poseen más de 600 personas, con perfiles heterogéneos en cuanto a las experiencias laborales, pero homogéneos en relación al talento y al empeño.
Expansión
A raíz del éxito conseguido en su tierra natal, Wenance apuesta a otros mercados para llevar soluciones de financiamiento a las personas que lo necesiten.
"La clave es crear desarrollos tecnológicos que nos permitan expandirnos a cualquier lugar. Desde 2017 estamos en España y Uruguay, y con posibilidades de expansión a otros dos países de Europa. Nuestros desarrollos en tecnología son multimoneda, multipaís y multiproducto, lo que nos da una escalabilidad enorme", asegura Muszak.
En efecto, la compañía busca llegar a Suecia y Dinamarca, donde comenzó los trámites para operar como fintech en el negocio del crédito digital. También planea desembarcar próximamente en República Checa.
El objetivo es el mismo: facilitar el acceso al sistema financiero, mejorar los modelos y llegar con una oferta de calidad a aquellos individuos que hasta ahora se encontraban parcialmente excluidos.
La firma ya otorgó $3.500 millones en préstamos sólo en Argentina
Un tema no menor es el foco de la compañía en la educación financiera, para que las personas no sólo accedan a fondos para hacer frente a sus obligaciones sino también tener los conocimientos necesarios para administrar sus finanzas con autonomía.
Así, la firma superó los 3.500 millones de pesos en créditos ortorgados en en Argentina, 9 millones de euros en España y 6 millones de dólares en Uruguay.
En 2017 se convirtió en la primera fintech en Argentina en lanzar un fideicomiso de cartera de préstamos, el cual lleva emitidas dos series en el mercado.
Y más allá de su expansión internacional y su crecimiento en la Argentina, no pierde de vista su Norte: ofrecer créditos para que las personas se desarrollen y no sólo tomen un préstamo que los ayude en un momento puntual, sino también generar una mejor economía personal en el futuro.