La noticia cayó como un balde de agua helada entre cientos de miles de profesionales y empresas cobran servicios del exterior: el "ultra cepo" se interpretó como una nueva amenaza a su actividad.
La demanda de usuarios en portales freelance creció hasta 40% por la pandemia, ya que se incorporaron muchos argentinos atraídos por el tipo de cambio al igual que otros que tuvieron más tiempo libre para sumar un ingreso extra.
A esto hay que añadirle la obligatoriedad de emitir una factura E ante la AFIP y liquidar dentro de los cinco días hábiles la remuneración obtenida en el exterior.
"Estas medidas
perjudican mucho a profesionales como un diseñador, que recibe u$s100 por un trabajo y el banco le cobra u$s50 más IVA de comisión", afirma a
iProUP Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios.
Por otra parte, PayPal suele ser el medio de pago de facto en las plataformas freelance. Las dos fintech en Argentina más utilizadas para el retiro de saldos son más económicas, pero también pesifican al oficial:
- Nubi: u$s12 por retiro hasta u$s2.000 o 0,6% por montos superiores. Convierte a pesos y los transfiere a una cuenta bancaria del usuario
- Prex: u$s4,84 por extracción en su cuenta virtual, con tope diario de u$s2.000. Si bien el monto se guarda en dólares en la app, no puede enviarse a una caja de ahorro en esa moneda
Con las nuevas medidas, los fondos obtenidos en el exterior y traídos al país mediante estas fintech rinden 65% menos respecto al nuevo dólar ahorro y, encima, hay que descontar las comisiones.
Con esto en mente, los argentinos ya están explorando otros sistemas para que sus fondos rindan más y puedan, además, realizar operaciones de pago en el exterior sin restar el cupo para compra de moneda extranjera.
Ingenio criollo 4.0
Se estima que al menos 1 millón de argentinos trabajan para el exterior, entre diseñadores, programadores, creadores de contenido, traductores y profesionales de varias disciplinas, como finanzas y marketing.
Si bien les pagan en dólares, también tienen costos en esa moneda para abonar a firmas estadounidenses servicios vitales para su actividad. Y varias de ellas (como Amazon Web Services) no aceptan pagos con PayPal.
Ante el nuevo cepo, creció hasta tres veces la demanda en sitios de transferencias de saldos digitales "persona a persona" (P2P, por sus siglas en inglés), que permite a un usuario vender sus saldos de PayPal (en dólares) a otro que quiere comprarlo (depositándolse pesos). Una de las más usadas en el país es Saldo.com.ar.
"El día de la medida, subieron al doble los movimientos: muchísima gente tratando de comprar pero también de vender, aprovechando para liquidar ante la paranoia", señala a iProUP Pablo Reyes, fundador de la firma.
Su sitio permite, además de enviar saldo a PayPal sin pasar por el mercado de cambios y evitar el 65% de recargo, transferir desde cualquier cuenta bancaria o fintech y redes de cobranzas (Rapipago, Pago Fácil) dinero a una cuenta en Europa.
"Está creciendo en el país Dukascopy, que es una fintech suiza que te permite tener una cuenta virtual en ese país y una tarjeta prepaga que te llega en una semana se abonás el envió express de 30 dólares", comenta.
Dukascopy permite obtener una tarjeta prepaga del exterior en la que depositar el saldo de PayPal o Bitcoins
Se trata de un banco digital con sede en varios países y posibilita el registro de cuentas a clientes de todo el mundo y multimoneda (euros, pesos yenes). Así, se consiguen las siguientes ventajas:
- Desde Saldo.com.ar se envían u$s150 dólares vía PayPal a una cuenta de Dukascopy para obtener 100 euros
- En el caso de que se quieran enviar pesos, por $17.400 se consiguen 100 euros o u$s118 (un dólar de 148 pesos, similar al blue)
- La tarjeta prepaga, si bien debe tener saldo, es reconocida como crédito en cualquier sitio web
- Al operar con ese plástico, no se recurre al mercado de cambios, por lo que no limita el cupo de u$s200
"Otra opción es Payoneer", comenta el directivo, quien revela que este sistema similar a PayPal y muy difundido entre freelancers argentinos permite sacar una cuenta y tarjeta prepaga en EE.UU., pero "sólo abonan mediante este sistema una pequeña lista de proveedores".
Reyes además advierte que, si bien se está cobrando fuera del sistema bancario, "siempre exigimos a los usuarios que al cliente se le haga una factura E y tribute los impuestos correspondientes a la AFIP".
La alternativa cripto
Otra modalidad que está creciendo en la Argentina es el cobro por trabajos en monedas digitales, como Bitcoin o DAI, cuya cotización está atada al billete estadounidense y son consideradas "dólar digital". Estas dos divisas forman parte del top-five de formas de pago en Saldo.com.ar.
El servicio P2P Paxful permite cambiar esas divisas virtuales y enviarlas directamente a una cuenta bancaria o fintech en:
- Argentina, a un valor similar al dólar ahorro: Bitcoin por $1,4 millones ($129 por cada dólar)
- Europa: por un Bitcoin se consiguen u$s10.400 (cerca de los 10.800 actuales), mientras que un DAI se cambia por 0,92 dólares
También existen otras fintech del Viejo Continente que directamente permiten tener una cuenta en euros y en bitcoins, por lo que pueden hacerse transacciones en esa cuenta y hasta pagar con tarjetas prepagas.
Las más usadas a nivel nacional son Revolut y N26, pese a que sólo se emiten a residentes europeos. Pero los argentinos siempre tienen un plan: "Crean la cuenta con el domicilio su pasaporte comunitario, y un teléfono de un familiar o amigo en Europa, quien luego les reenvía el plástico por correo o en alguna visita al país", revelan expertos consultados.
Además, una fuente del sector anticipa que Xapo, el banco de bitcoins creado por el argentino Wenceslao Casares, ex fundador de Patagon, está por lanzar una tarjeta prepaga que se podrá utilizar en todo el mundo.
"Está en proceso de sacar una tarjeta Visa y Mastercard que debita directamente de la cuenta de dólares", afirma a iProUP una persona que conoce de cerca los movimientos de la firma, recientemente adquirida por el Binance, la mayor casa de cambio virtual del mundo.
Así, el experto adelanta que "Xapo es un banco en Gibraltar, con lo que podés usar el saldo que tenes ahí sin que eso aplique contra ningún cupo local ya que los dólares no los pedís al BCRA". Y asegura: "Siempre podés transferir bitcoins a tu cuenta Xapo, después pasarlos a dólares y usar con la tarjeta", la cual estaría lista en los próximos meses.
¿Es legal?
Las operaciones con plataformas como PayPal y Bitcoins suelen estar en un gris legal y tributario. Si bien el Banco Central impidió las recargas con tarjetas en el sistema de pagos estadounidense, los expertos afirman que es lícito cobrar trabajos y operar con saldos de plataformas.
"Como te pagan por un servicio digital, se trata de un pago en especie. No tenés obligación de liquidarlo, porque ese dinero no está en ningún lado", afirma a iProUP Guillermo Navarro, abogado experto en derecho tecnológico y fundador del estudio Bildenex.
"Una remuneración por PayPal o Bitcoins -sigue el letrado- es como que te paguen con un kilo de sal. No tengo obligación de declarar algo que no es dinero y, técnicamente, un saldo digital no es dinero".
Además, añade que "existe una obligación de facturar el servicio, pero para muchas actividades el emisor de los fondos no requiere una factura. Si se hace una factura E, hay 180 dias para cobrar. Los fondos digitales no son regulados el por Banco Central, pero siguen siéndolo por AFIP por la obligación tributaria", señala.
Navarro remarca que PayPal no es una entidad financiera, "porque si quiebra, no hay garantía ni regulador que garantice que lo recupere". Además, asegura que un servicio profesional al exterior "se presta y se cobra en otro país, por lo que tampoco existe la obligación de declararlo".
Sin embargo, Navarro remarca que "al ingresar esos fondos al sistema bancario argentino o al vincularlo a un banco o fintech local sí existe la obligación de declararlo".
Como si fuera una carrera de obstáculos, los argentinos dan gala de su olimpismo cambiario para sortear un nuevo cepo, que vino de imprevisto y con más restricciones. Y con la tecnología como principal aliada.