La caída del consumo en junio (60% en supermercados y 35% en autoservicios mayoristas, según INDEC) se reflejó en el financiamiento, especialmente los créditos personales y prendarios.
A esto se suma una mayor regulación del negocio por parte del Banco Central y una creciente morosidad. En este escenario tan complejo, es válido preguntar por dónde pasará el negocio de los bancos en la post-pandemia.
"Todo hace pensar que en los próximos años será un sector fuertemente regulado y que el Gobierno pondrá el foco en que haya bajas tasas de interés y en fomentar el crédito para que la economía pueda recuperarse", señala el economista Camilo Tiscornia en diálogo con iProUP.
El director de C&T Asesores Económicos afirma que hoy en el sistema financiero conviven, por un lado, la tasa de política monetaria y los bancos ganan un 38% con las Leliq. Por el otro, están obligados a pagar un mínimo del 30% por los plazos fijos.
Además, están los créditos subsidiados al 24%, mientras que la tasa en líneas de crédito para adelantos en cuenta corriente a empresas ronda el 22%. "Cobran menos de lo que pagan, pero eso se compensa con el subsidio del Gobierno y además cobran las Leliq, que funciona como otro subsidio", sostiene Tiscornia.
"Cuando pensamos cuál va a ser el negocio de los bancos, no se puede dejar de observar que, en los últimos años, el crédito al consumo, las Leliq (antes las Lebac) fueron una gran fuente de ingreso para el sector", añade. En su visión, hay un mercado más atado a los subsidios del BCRA y advierte que esta tendencia se mantendrá.
Todo indica que la estrategia comercial se traslade a la captación de cuentas sueldo que, según indica, siempre han sido un gran negocio ya que les aseguran un flujo importante de dinero.
"Puede ser que se conviertan en un punto más crítico con la caída del consumo", expresa, al tiempo que prevé que habrá una fuerte puja con el sector fintech y un replanteo de la estructura de las entidades a raíz del crecimiento de lo digital.
¿Qué dicen los bancos del escenario actual?
Desde Banco Ciudad, Maximiliano Coll, subgerente General Comercial de la entidad, confirma a iProUP el panorama que describe el economista al señalar que "desde un primer momento, la banca Pyme mostró un incremento en la demanda de préstamos, apalancada en las distintas líneas de asistencia a tasas subsidiadas del 20% al 24%".
Por su parte, desde el ICBC señalan: "La caída del consumo se reflejó en las líneas de financiamiento, especialmente en los personales y prendarios". Ante la desaceleración producto del aislamiento, dispone de créditos a tasas bajas a empresas, descuento de cheques, alternativas para canalizar el dinero en plazos fijos y fondos comunes de inversión.
Así, la entidad de capitales chinos ofrece
- A las empresas pequeñas y medianas, líneas al 24% para el pago de sueldos (a saldar en 12 meses y periodo de gracia de 3)
- A las MiPyMEs una línea al 24% para financiar capital de trabajo a un semestre y otra al 35% a un año de libre destino
Los bancos buscarán apoya a las Pymes por la pandemia con créditos blandos
En Banco Galicia destacan que han puesto toda la comunicación a disposición de lo que necesitan los usuarios. Lanzó durante la cuarentena la orden de extracción remota, lo que implicó cambiar el proceso de activación de token para que no tengan que ir a un cajero a validar su identidad. Además puso en marcha su plataforma de e-cheq.
Al igual que el Ciudad, una pata importante de la oferta fueron las líneas de préstamos para asistir a Pymes y, ante la crisis por la pandemia, readecuó su Programa de Ayuda a Hospitales y Centros de Salud, que brinda asistencia a más de 120 instituciones del país.
Morosidad conservadora pero incierta por las prórrogas
Respecto a la mora, en el Ciudad, Coll indica que es difícil decir con precisión en qué nivel se encuentra, ya que rigen distintas prórrogas definidas por el Banco Central tanto para créditos como para los saldos de tarjetas. "Al vencimiento de los diferimientos tendremos un panorama más claro de los niveles de mora. De todos modos, nuestro nivel de cobro de cuotas se mantuvo alto", asegura.
Desde el Galicia anticipan que el impacto de las medidas de aislamiento social sobre la actividad económica y el empleo derivarán en un incremento en la morosidad, aumentando marcadamente los cargos por incobrabilidad.
"Las limitaciones que existen sobre las tasas no permitirán que reflejen el mayor riesgo implícito en la cartera. Esto impactará negativamente sobre los ingresos financieros de los bancos", señalan.
El ICBC, por su parte, señala que la mora no se incrementó y que conserva por el momento ratios normales, aunque hay que tener en cuenta que pueden reprogramarse cuotas impagas entre marzo y septiembre, lo que impide reflejar con mayor detalle esta tendencia.
Futuro y la disputa por nuevos negocios
De cara al futuro, el economista anticipa que "el consumo va a mejorar después de la cuarentena, pero va a costar porque se han perdido muchos puestos de trabajo". Esta recuperación puede ser rápida en un inicio, pero luego se hará más complicada. Es que, "después de tantos meses sin ingresos, nadie va a estar en una situación inicial muy cómoda".
En línea con lo que describe el analista, de cara a lo que queda de este año, a las entidades les preocupa:
- Una caída fuerte de la economía para este año
- Que descienda la rentabilidad del sector
- El impacto de la cuarentena en el empleo
- Una regulación excesiva
Y piensan apostar a:
- La adopción de lo digital
- Impulsar el crédito
- Lanzar nuevos seguros
- Fortalecer las cuentas sueldo
- Canalizar el mayor efectivo que tengan algunos clientes
Apuesta a lo digital para eficientizar costos y aprovechar el boom de usuarios
En lo que respecta al negocio en sí, en Galicia observan a iProUP: "La rentabilidad del sistema se verá afectada negativamente, tanto por el contexto económico como por el marco regulatorio".
En esta línea, anticipan que, en el marco de la crisis que atraviesa la economía, la limitación a la actualización de las comisiones en línea con la inflación implica una caída real en los ingresos por servicios. Aunque confían en que "hay espacio para que una mayor demanda de crédito pueda compensar parcialmente estos factores".
"La retracción del consumo de individuos tuvo dos vertientes: la baja en la actividad económica, pero, a la vez, un gasto acotado a la situación de permanecer en el hogar. Esto produjo, en algunos casos, un excedente de pesos", apuntan desde ICBC. Para ellos ofrece alternativas de inversión con plazos fijos UVA y tradicionales y fondos comunes de inversión.
Sobre el impulso que puede darse en las cuentas sueldo, señala que continúa premiando a aquellos que acreditan el salario en ICBC. "Estamos preparando un paquete muy atractivo de productos para asistirlos en sus compras y protección de sus inversiones que lanzaremos en las próximas semanas", adelantan.
Consideran que la recuperación está asociada al control de la pandemia, a la apertura de la cuarentena y a la evolución de las variables económicas.
Para el ejecutivo de Banco Ciudad, "las cuentas sueldo siempre están como objetivo" y, en lo que respecta al foco de la banca de individuos, serán los créditos personales y los seguros.
"Además, pensamos avanzar con otros productos como el cash management, acreditaciones de sueldo, firma de convenios para préstamos preferenciales con retención de haberes y custodia de cheques, entre otros que iremos impulsando en la medida que vayamos superando las etapas más restrictivas de la cuarentena", informa Coll.
Los bancos destacan que, desde el primer momento de la pandemia, han buscado acompañar a sus clientes en esta situación crítica. Confían en que la recuperación del consumo y, en definitiva, de la demanda de crédito que estará ligada a la extensión que pueda tener la pandemia y a cómo vayan evolucionando las medidas de distanciamiento social.
Apuestan a nuevos productos y a reimpulsar otros ya consolidados. Consideran que un gran desafío que enfrenta el sistema financiero es mantener indicadores de rentabilidad positivos y que la transformación digital será una aliada importante en este camino.
No obstante, deberán ser cautos en los pronósticos dado el impacto que estos meses de inactividad tendrán en el empleo y en los ingresos familiares.