El dólar, en su versión informal (blue), superó este martes la barrera psicológica de los $1.000 por unidad y registró un nuevo máximo histórico nominal: cerró a $1.010.
Este incremento es el resultado de un mercado nervioso (alimentado por el temor de los usuarios y las declaraciones de algunos políticos contra el peso) y como respuesta directa a las medidas del Gobierno para unificar en $731 a los tipo de cambio Ahorro, Turista y Qatar, lo que implicó una devaluación de entre un 10,5% y un 14% para estas variantes.
Ya en el inicio mismo de la jornada se veía venir un día intenso, con una fuerte presión en el mercado cambiario. Por este motivo, los bancos llegaron a solicitarle al BCRA la suma de u$s125 millones para resguardarse ante una potencial demanda inusual de billetes, a la par que se filtraba la información de un llamado telefónico de Sergio Massa a Javier Milei para reprocharle, en duros términos, el consejo del libertario a los ahorristas para que rescaten sus plazos fijos y se dolaricen.
Mientras los ahorristas hacían cálculos para conocer el alcance en la economía de los hogares de la devaluación aplicada por la administración de Alberto Fernández con el fin de desalentar los consumos y atesoramiento en moneda extranjera, el blue se catapultó y abrió el mercado en alza, dejando en el pasado el récord de $945 y fue por más: en horas del mediodía, cuando el termómetro promediaba el máximo anunciado por el Servicio Meteorológico (30º), las pizarras de la City también estaban on fire: $1.040.
Si bien esa cifra se atemperó con el correr de las horas, ni siquiera Massa pudo defender al billete con la figura del hornero en una reunión con empresarios en la Cámara Argentina de Comercio (CAC), en la apuntó con "meter en cana a los que están especulando contra el ahorro de la gente, aunque me cueste la elección".
Dólar a $1.000: ¿hasta dónde puede llegar?
El despegue del dólar informal y la fractura de la barrera de los $1.000 por unidad provocaron un durísimo golpe de escena: el que hasta no hace mucho tiempo era el billete nacional de mayor denominación (hasta el lanzamiento del papel ilustrado con los rostros de los doctores Cecilia Grierson y Ramón Carrillo) fue pulverizado por Benjamin Franklin, el menor de los emitidos por Estados Unidos.
Este impacto impulsó la pregunta obvia: ¿cuál es el techo del dólar? O mejor dicho, cuál es el piso del peso argentino. Analistas consultados por iProUP expresan su preocupación por el complicado momento que atraviesa la economía argentina y comparten sus pronósticos de cara acerca de lo que podría ocurrir en los próximos días.
El economista Agustín Monteverde, titular de Monteverde & Asociados, subraya a iProUP que "el 'Plan Llegar' de Sergio Massa consistía en mucha magia, pero la magia todos sabemos que es ficción. Son artilugios y trucos, pero no es la realidad. La magia esconde la realidad y lo que está ocurriendo ahora es que la realidad comienza a emerger y esto hace que se desvanezca el paisaje de utilería que querían mostrar".
Para el experto, "se está observando el daño que ya se le hizo a nuestra moneda. Se está transparentando algo que ya ocurrió, eso es importante que quede en claro. Y queda más por venir. Pero esto no acaba acá, porque el deterioro fue mayúsculo. El ocultamiento, mediante artilugios, fue extremo", señala.
"¿Hasta dónde puede llegar? Eso lo fijará el mercado. Pero en una situación de pánico puede llegar una exageración de la reacción", advierte.
En tanto, el economista Joel Lupieri advierte que es prácticamente imposible poner un techo a la escalada del dólar libre.
El Gobierno unificó los tipo de cambio Solidario, Turista y Qatar, lo que supuso una devaluación de hasta 14%
"Al romper la barrera psicológica de los $1.000, el precio puede empezar a espiralizarse. La proximidad de las elecciones, así como las últimas medidas de corte abiertamente inflacionarias, parecen haber afectado fuertemente la percepción sobre el precio de la divisa", sostiene el experto en diálogo con este medio.
Por su parte, el economista Iván Carrino describe a iProUP que Argentina atraviesa un momento de "mucha incertidumbre", motivo por el cual los ahorristas corren a comprar dólares "por miedo al futuro, a lo que se viene".
"Claramente la situación de partida no es buena: hay múltiples desequilibrios, precios en alza y como si esto fuera poco, las medidas que tomó el Gobierno después de las PASO en lugar de llevar tranquilidad estimulan y le echan nafta al fuego de la inflación", describe preocupado.
Además, el experto subraya que la divisa informal en términos reales se encuentra en el nivel más alto desde la salida de la convertibilidad, superando las cifras que registró en octubre 2020 cuando el enfrentamiento entre el ex ministro de Economía Martín Guzmán (quien contaba con el apoyo de Alberto Fernández) y el presidente del BCRA Miguel Pesce generó picos en la cotización de los financieros.
"En términos históricos, el dólar está caro. Pero puede estarlo más si la gente no pierde el miedo", advierte Carrino.
Monteverde retoma la comparación histórica con el overshooting de 2002, cuando Eduardo Duhalde "se llevó puesta" la convertibilidad. "Si ajustamos ese valor ($4,10) a hoy, da un número obsceno. El recorrido aún puede ser largo. Por eso no me da la impresión de que el dólar haya llegado a un valor de equilibrio", sostiene.
El dólar blue cerró la jornada del martes en un promedio de $1.010
En diálogo con iProUP, el economista de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, se suma a la preocupación de sus colegas y advierte que la Argentina está atravesando un proceso que denomina como "pre-hiperinflacionario".
"Es cierto que la hiper aún no estalló, pero el origen de esta situación está claramente dado en todas las medidas que tomó Massa, en términos de ponerle platita en el bolsillo a la gente a costa de resignar ingresos de este año y del futuro, pese a que se comprometió con el FMI a bajar el exceso de gasto", subraya.
En ese sentido, el experto desliza que "todos sabemos cómo se va a financiar este exceso de gastos en pesos que tiene el Gobierno, que es con más emisión, y esto no hace otra que fomentar la pérdida de poder adquisitivo de la moneda local, situación que se refleja en los mercados de dólares paralelos".
Además, el experto de la Fundación Libertad y Progreso pone en la mira al temor que tienen los ahorristas ante la posibilidad de que la crisis económica empeore, escenario que afecta la demanda de pesos.
"Nadie quiere tener una moneda que se puede destruir en una crisis y por eso todos se empiezan a sacar los pesos de encima y los transforman en dólares", analiza.
En este duro escenario, Abram añade que "cuanto más sube el dólar, mayor es el incentivo para que la gente se desprenda de los pesos, lo que achica la demanda de moneda local. Es un circulo vicioso que se va retroalimentando y las medidas que está tomando el Gobierno no hacen más que empeorar las cosas e incentivan a que la gente se vaya al mercado ilegal".
¿Puede el Gobierno contener el valor del dólar?
Para Monteverde, "que ahora se precipite todo poco tiene que ver con las declaraciones de un candidato. No obedece a las palabras de los postulantes, obedece a la acción del Gobierno, al daño que se le hizo al sistema monetario, al bancario, al sistema fiscal y a la seguridad jurídica. Todo eso empieza a hacerse manifiesto".
Los analistas afirman que al Gobierno le quedan pocas herramientas, como suba de tasas o intervención en el mercado de bonos
"No descartaría que vuelvan a intervenir en los dólares financieros y lo hagan bajar fuerte transitoriamente", sugiere Monteverde.
Al respecto Lupieri señala que el Gobierno hoy no cuenta con herramientas válidas para frenar la escalada, siempre que no sean la intervención en el mercado de bonos (a fin de bajar la cotización del dólar bursátil) y la cohesión sobre los compradores de dólar blue.
"Más allá de eso, ambas maniobras parecen limitadas y de corte alcance frente a un pánico generalizado", advierte.
Abram suma que "la única forma de contener esto es salir a convencer a los argentinos de que el ritmo de emisión bajará, y que el gasto que están elevando astronómicamente lo van a disminuir. Dar señales de austeridad y anunciar medidas como una fuerte suba de la tasa de interés para contraer los excesos de liquidez".
Al respecto Carrino añade que "a este complejo panorama se le suma la incertidumbre por quién será el nuevo Gobierno, qué medidas tomará, a qué tipo de cambio se va a dolarizar la economía (si es que esto se hace). Son muchas peguntas que no tienen respuestas y que generan que las personas se abalancen a comprar dólares a cualquier precio".
"El Gobierno cuanta con subas de tasas, pero no tiene otras herramientas. Los anuncios que hacen son peores y van en contra de la idea de estabilizar la compleja situación. Encima es un Gobierno que le quedan pocos días. Veo muy difícil que puedan hacer algo", sentencia Carrino.