Bitcoin no sólo inició una revolución en las finanzas. La blockchain, su tecnología subyacente, abrió un abanico de posibilidades para eficientizar los procesos con mayor seguridad y trazabilidad. En el caso de la criptomoneda, la cadena de bloques ofrece características clave:
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Redundancia: es una base de datos sobre todas las transacciones que está distribuida en miles de nodos en todo el mundo
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Seguridad: posee un fuerte cifrado y es virtualmente imposible violar todas las copias de ese registro
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Transparencia: al ser información abierta, cualquier persona puede auditar las operaciones
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Trazabilidad: es posible analizar todos los movimientos, incluyendo cuentas, fecha y hora de una transacción
El propio Pierpaolo Barbieri, CEO de Ualá, resalta el rol que tendría esta innovación en el Estado: "Eliminaría cualquier posibilidad de clientelismo. Me parece una gran oportunidad para mejorar la eficiencia y transparencia de recursos públicos".
Así, tanto empresas como organismos públicos están explorando las bondades de esta tecnología. Expertos conversaron con iProUP para analizar cómo puede llegar a revolucionar la vida cotidiana en caso de que un gobierno aproveche sus ventajas.
¿Cómo los gobiernos pueden utilizar la blockchain?
"La sociedad, cada vez más digitalizada y volcada a la nube, detecta en la cadena de bloques una forma superadora de agilizar operaciones y descentralizarlas", comenta a iProUP Martín Fernández, cofundador y VP Business Development de SenseiNode, una plataforma que ofrece servicios en la blockchain.
Uno de los usos de esta innovación son los tokens no fungibles o NFT, es decir, activos digitales que representan de manera inequívoca la propiedad de un bien y que actualmente son utilizados por artistas de todas las ramas. Así, se podrían utilizar para el registro automotor o inmobiliario, de modo tal que el título de propiedad de un auto o una casa podrían convertirse en tokens, agilizando las gestiones y verificaciones de dominio.
Alberto Echegaray Guevara, artista cripto y especialista en NFT, asegura a iProUP que otro de los usos gubernamentales será la creación de las CBDC", como se denomina a las monedas digitales de banco central, que a diferencia de Bitcoin o Ethereum, "son sistemas centralizados".
De hecho, el Gobierno instruyó a la Casa de la Moneda para que adecúe su estatuto a las divisas digitales, lo que allana el camino a un "cripto peso" que permita al Banco Central eficientizar la política monetaria.
En este sentido, los especialistas remarcan que la capacidad conocida como mint and burn (emitir y quemar) ofrece algunas ventajas para los Estados en cuanto al monitoreo de la circulación de dinero:
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Control de emisión y de la política monetaria
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Deducción automática de wallets de ciudadanos si estos poseen deudas con el fisco
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Control absoluto de lo que se denomina el travel rule: identificación de los participantes en todas las operaciones
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Monitoreo en tiempo real de los gastos, inversión y movimientos de las monedas emitidas
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Bloqueo de activos por considerar a una persona o entidad como enemigo del Estado. Con un clic,se "queman" y eliminan las monedas en el sistema
Otro uso que está implementando la Ciudad de Buenos Aires será el pago de impuestos locales con criptomonedas, a través de los exchanges que se conecten a su plataforma.
¿Qué deben hacer los gobiernos para incorporar la blockchain?
SenseiNode comenta que "para establecer un gobierno o crypto nation, es fundamental la creación de una plataforma regulatoria, consensuada entre las empresas cripto y funcionarios que entiendan del ecosistema".
Un ejemplo es a través de un sandbox, que literalmente se traduciría como "arenero", en el sentido de que sirve como un entorno controlado para "jugar" (testear) diferentes alternativas, que derive en una regulación que incentive la creación de empresas de divisas virtuales y licencias de criptobancos.
Esto generaría una mayor flexibilidad en cuanto a la liquidez de activos e intercambios, tanto en moneda local como extranjera (dólares y euros), que permita atraer inversiones del exterior.
"Los usos de la blockchain son variados y van desde crear un sello de inviolabilidad en documentos públicos y privados, o de ecosistemas de intercambio comercial y financiero enfocados, por ejemplo en el agro, la minería y la energía, tres pilares fundamentales de la economía Argentina", comenta Echegaray Guevara.
¿Por qué los países de Latinoamérica se beneficiarían con la blockchain?
Rodrigo Benzaquen, cofundador y CTO de SenseiNode, señala a iProUP que "América Latina tiene por delante una gran oportunidad en la revolución blockchain a escala global".
"Hoy, hay pocos nodos en la región y eso genera congestión en las transacciones. Cuantos más nodos haya, más descentralizada, segura y rápida será la red", señala.
Los nodos son puntos de conexión a la blockchain de Bitcoin y alojan una copia de todos sus datos, lo que les permite validar transacciones, verificar información y colaborar con la robustez del sistema.
Así, las fintech, exchanges, bancos, financieras, emprendedores, billeteras e inversores cripto podrían utilizar los servicios de una blockchain estatal.
También se generarían nuevas empresas que ofrezcan servicios sobre la plataforma, más teniendo en cuenta que, según el último índice de adopción de criptomonedas de Chainalysis, cuatro países del top-20 son de América Latina: Venezuela (7º), Argentina (10º), Colombia (11º) y Brasil (14º).
Además, según el informe, el subcontinente representa aproximadamente el 9% de toda la actividad de transacciones mundiales.
El poder de blockchain en los Estados
"Blockchain va hacer una diferencia abismal en los Estados. Y más en los países latinoamericanos, donde la digitalización flaquea bastante", analiza a iProUP Luis Paolini, director de la Licenciatura en Gestión de los Negocios del ITBA.
El experto enfatiza que este crecimiento puede darse, por ejemplo, en sistemas que quedaron obsoletos, como el de los notarios públicos. "Tenemos a las escribanías. Ese sistema lo heredamos de los jesuitas cuando comenzaron los registros en papel y libros rubricados. Es caro e ineficiente. Ni hablar que es permeable a falsificaciones", advierte.
Según el experto, "hay mil cosas en el Estado que están siendo totalmente obsoletas. Imaginate si se puede usar para trámites en la Aduana o el Pasaporte".
"Hoy podrías ir de un país al otro, viajando solo con una wallet. La blockchain puede lograr un sistema de inmigración mundial que no puede ser falsificado", remarca.
Pablo Larguía, CEO de SenseiNode, indica a iProUP que la blockchain puede servir para que todas las dependencias de un Gobierno obtengan una transparencia total, así como para premiar a los ciudadanos por reciclar o para pagar impuestos o servicios. En efecto, ya hay algunos casos que se comienzan a ver en la Argentina:
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AySA: lanzó el token EcoAySA, que recompensa a los usuarios que se sumen a la boleta electrónica y hagan uso responsable del agua. Así, se canjean por descuentos y beneficios en billeteras digitales, juguetes, servicio de delivery, etcétera
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Marcos Paz: el municipio bonaerense utiliza una moneda digital para premiar a los vecinos que realicen acciones positivas, como reciclado de residuos, pago de factura a término, etcétera. Esos token se cambian por productos en los comercios adheridos
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AysA ofrece un token para quienes cuiden el suministro o se adhieran a la factura electrońica
Larguía añade que hay proyectos muy interesantes liderados por argentinos, como RSK, Decentraland o Sandbox, que están haciendo crecer el ecosistema cripto.
Según el experto, "es una gran oportunidad para que el país termine de adoptar las criptomonedas. Creo que falta voluntad y más iniciativas para juntar a los principales referentes de la industria y trabajar con los ministerios de Salud, Educación o Trabajo", añade.
"Blockchain es superador de cualquier Gobierno. Creo que transitamos un proceso de plena creación, como Internet en el año 1994. Todavía estamos en una etapa muy temprana", cierra el ejecutivo.
Así, más allá de la especulación o el ahorro, las monedas digitales ofrecen una tecnología disruptiva como la blockchain para revolucionar todos los aspectos de la vida cotidiana.
