La biomedicina está proponiendo un sistema revolucionario: la producción de órganos humanos mediante impresiones 3D.
Si bien, se encuentra en fase de investigación cada más laboratorios están incursionando en esta tecnología. Este método se consigue a partir de biotintas, fabricadas a partir de células madre.
Gracias a la bioimpresión se consigue -mediante un sistema de adición de capas- producir materiales biológicos como piel, tejidos e incluso órganos.
Hace unas semanas, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Universidad de Sichuan desarrollaron una forma novedosa de bioimpresión 3D de tejidos musculares y tendones humanos.
Este método, llamado bioimpresión criogénica, consiste en congelar y apilar verticalmente las células de una manera que permite la creación de tejidos independientes de células mixtas.
Organos en 3D
Esta técnica, produce tejidos más robustos y versátiles que los producidos a través de la bioimpresión.
Entre los usos más destacados podría utilizarse en: la ingeniería de tejidos, medicina regenerativa, el descubrimiento de fármacos y la terapéutica personalizada.
Este método de bioimpresión criogénica podría suponer una alternativa al método que utilizan normalmente los científicos para poder obtener material genético.
Impresión 3D de la NASA
El primer órgano artificial con impresoras 3D fue creado para los futuros viajes espaciales de la NASA.
Lo primero fue el reemplazo de válvulas de animales, un avance tecnológico que permitió ir un poco más allá y el siguiente paso fue el trasplante de órganos artificiales.
Una de las claves de los órganos artificiales es que están hechos de acuerdo a la necesidad requerida, es decir, con las compatibilidades necesarias de la persona que lo va a recibir.
El objetivo de todo esto es minimizar el impacto que tiene lugar cuando un cuerpo recibe algo extraño en él.
De esto se encarga la nanotecnología, de hacer contribuciones importantes en ámbitos como, en este caso, la medicina.
Con este tipo de innovaciones tecnológicas lo que se consigue es manipular estructuras y propiedades a nanoescala: manejar células, virus y ADN.
Se trata de un área de investigación que todavía está en expansión y que ha comenzado por aplicarse en la creación de órganos artificiales.
La producción de órganos por computadora ya es una realidad
Quebraduras, cosas del pasado
Para tratar las quebraduras, no va a funcionar más placas metálicas para los huesos rotos, la alternativa es crear unos parches moldeables de 'bio-plastilina' para pacientes con graves traumatismos
El desarrollo de la impresión en 3D está ayudando el desarrollo de la fabricación de órganos artificiales, sobre todo servirá para la creación de órganos humanos complejos como corazones y riñones en el laboratorio.
Las impresoras 3D forman parte de lo que se conocen como procesos de fabricación aditiva.
Todos los procesos de fabricación aditiva tienen en común el hecho de que pueden generar geometrías muy complejas de una forma muy rápida.
En todos los casos, los objetos presentan una textura material de capas muy finas, casi imperceptibles.
Al parecer, habrá que esperar, según los científicos, entre 30 o 50 años para que los trasplantes de este tipo de órganos sean procedimientos quirúrgicos de bajo riesgo y bajo rechazo por parte de portador humano.
De hecho, en 2016 fue cuando se implantó el primer corazón artificial de España, en la Clínica Universidad de Navarra, en un paciente de 47 años.
Por el momento se han conseguido producir prótesis, huesos, cartílagos y tejido muscular, así como ovarios artificiales.
En 2019, investigadores israelíes incluso imprimieron un corazón a partir de tejido humano, aunque también se trata de una técnica que necesita seguir desarrollándose.