La economía argentina experimentó este miércoles una fuerte escalada cambiaria que llevó al dólar por encima de los 60 pesos y el riesgo país superó los 2.100 puntos básicos. Ni siquiera el anuncio de medidas del flamante ministro de Economía, Hernán Lacunza, logró enfriar la convulsión de los mercados.
De hecho, en algunos home banking que operan después del horario bancario, la cotización subió entre 1 y 2 pesos con respecto al precio de cierre que informó el Banco Central. Lo mismo ocurrió en bancos digitales y casas de cambio online.
"No hubo casi ventas, el mercado se movió muy poco. Hay mucha cautela", afirmaron desde una de las web certificadas por el BCRA para la compraventa de divisas. "Hay que esperar hasta el lunes", señalaron a iProUP desde otra casa de cambio virtual.
En los bancos "tradicionales", salvo alguna excepción, hubo también poco movimiento. Los ahorristas están jugando al wait and see, especialmente los pequeños. "Los que tenían pesos, ya compraron después del 12 de agosto", remarcaron a este medio desde una entidad virtual.
El panorama fue diametralmente opuesto para las "inversiones 4.0", consistentes en plataformas digitales para apostar a activos del exterior, a saber:
- Inversiones en activos fuera del país: como acciones y bonos, que registraron una suba de hasta el cuádruple
- Crowdfunding inmobiliario: las compras de un "pedacito" de una propiedad en el exterior, que aumentaron hasta cinco veces
- Monedas virtuales: la adquisición de divisas digitales se multiplicó por cinco
Esta "primavera" su explicación en varias cuestiones. En primer lugar, escapar del riesgo argentino: como las acciones en empresas estadounidenses, activos en el exterior y monedas como el Bitcoin.
En segundo lugar, conseguir más rendimiento que con la sola comprar de billetes verdes, sino buscar una rentabilidad en moneda dura, especialmente para los ahorristas que buscan un resguardo y no requieren de los fondos en el corto plazo.
En tercer lugar, el costo de oportunidad de las firmas que proveen estos servicios. "Hemos aprovechado la coyuntura económica para hacer mayores esfuerzos publicitarios en redes sociales y medios. Sabemos que es el momento en el que la gente busca más refugio ante la frágil situación local", afirman desde una importante plataforma de inversiones.
Activos en el exterior
Las plataformas para apostar desde Argentina en activos de otros países viven su momento de gloria. Quiena es una de ellas y en estos días registró registró:
- Un avance de cuatro veces en los depósitos
- Un crecimiento de 300% en nuevas cuentas
"Tuvimos el mayor trabajo desde las PASO en nuestra corta historia. Nos gustaría que se hubiera dado en un contexto de estabilidad y no de temor", asegura a iProUP Nicolás Galarza, CEO de la compañía, que está registrada ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).
La compañía, que se ubicó en el "top 5" de agentes de Bolsa del país, señala a iProUP que eventos como "obligan a los inversores a recordar lo importante de tener un portafolio diversificado y bien balanceado".
Si bien en Quiena no establecen un requisito de monto mínimo, se recomienda que se destinen al menos u$s1.000.
"Hoy, la cuenta promedio es de u$s3.500. Hay clientes de u$s500 y otros de u$s250.000, en su mayoría ahorristas individuales que antes no habían invertido en acciones", agrega.
Otras de las plataformas para invertir en el exterior es SeSocio, pero con el método del crowdfunding: usuarios que participan en pool de la compra de un activo, como puede ser una propiedad, para luego repartirse las ganancias que genera su renta o venta.
También pueden ser otro tipo de apuestas que van desde franquicias de una marca a camiones de distribución o redes de cajeros automáticos, por ejemplo.
Guido Quaranta, CEO de SeSocio, apunta a iProUP que la actividad desde las PASO fue récord. La plataforma no exige montos mínimos y el alta es online: todo mayor de 18 se registra con su DNI y un comprobante de ingresos. Los fondos pueden ser canalizados a través de transferencias bancarias, tarjetas de crédito y hasta monedas virtuales.
"Los usuarios compran tokens o pequeñas participaciones en distintos activos en varias partes del mundo", afirma Quaranta.
En su visión, los argentinos se ven atraídos por esta modalidad, ya que "aun si el proyecto sale mal, el activo mantiene su valor. De este modo, se reduce el riesgo de perder dinero y, llegado el caso, se vende ese bien".
Además, la plataforma cuenta con un mercado secundario en el que pueden comercializar su participación en algún proyecto. "Los que más se benefician son quienes no tienen la posibilidad de tener una cuenta, abogados y contadores en el exterior", resume Quaranta.
En este caso, los argentinos apuestan fuertemente a proyectos atados a dólares, como criptomonedas que cotizan en esa divisa; al sector inmobiliario y a negocios en Estados Unidos.
"Tenemos por ejemplo un proyecto de inmuebles en Vaca Muerta y otro de invertir en yates en Miami: los inversores se convierten en dueños de la embarcación y cobran la renta que produce al alquileres", completa.
Ladrillos "4.0"
Invertir en propiedades es una de las formas más seguras de resguardar sus ahorros, una lección que los argentinos aprendieron a costa de varias crisis. Por ello, no sorprende que el crowdfunding inmobiliario ("vaquita" de dinero para comprar un activo) esté creciendo en el país.
Una plataforma que utiliza este modelo es Crowdium, que ha tenido una fuerte alza en la cantidad de usuarios registrados luego de que muchos argentinos vieran que el panorama cambiario se complicaba tras las PASO.
"La cantidad de cuentas creadas el miércoles creció cinco veces", asegura a iProUP, Damián Lopo, el CEO de la firma, quien agrega: "Se registró una baja del ticket promedio del 25%, porque ahora los pesos se pueden cambiar por menos dólares".
De acuerdo con el directivo, si bien se puede entrar con u$s1.000, hay algunos usuarios que desembolsan hasta u$s100.000. "Así, no sólo se iguala la rentabilidad de alguien que pasó sus ahorros a dólares, también se tiene la utilidad del negocio", subraya Lopo.
"Si invertiste en un edificio en pozo, cuando se vende tiene un valor agregado de 30% o 40%. No sólo se gana por la suba del tipo de cambio sino por la apreciación del emprendimiento", agrega.
Sobre el perfil del ahorrista, afirma que este modelo es ideal para cualquier persona que "desee invertir y no ocuparse de nada, porque luego simplemente mira la evolución en el tiempo y con total seguridad".
En este punto, señala que Crowdium es una de las pocas firmas del sector inmobiliario cuyo capital está auditado por una fiduciaria pública habilitada por la CNV, lo que ofrece "el mayor nivel de transparencia y seguridad que estipula la ley argentina".
El que puso dólares, tendrá Bitcoins
La Argentina es uno de los países más activos del mundo en monedas virtuales. De hecho, la revista Forbes ubicó a Buenos Aires como la segunda ciudad del planeta con mayor trading de estos activos.
Comenzó en épocas de "cepo cambiario", allá por 2011, pero luego se fue desarrollando y profesionalizando hasta tener una participación importante dentro del ecosistema fintech argentino.
"La compra de Bitcoin se descontroló: subió cuatro veces en los últimos días", revela a iProUP Matías Bari, CEO y cofundador de Satoshi Tango, una de las principales casas de cambio de monedas virtuales del país.
El ejecutivo detalla que el monto promedio por operación asciende a los 30.000 pesos y añade: "Si bien hubo transacciones de quienes ya habían operado antes, al menos el 20% fueron personas sin experiencia en Bitcoin", agrega.
No obstante, el pico máximo se registró en la semana de las PASO, cuando se transaccionaron más de 275 bitcoins, lo que representó unos u$s2,3 millones de dólares.
Esta semana, además, el interés de los argentinos por el Bitcoin fue mayor porque la cotización de esta divisa virtual bajó de u$s12.000 a u$s10.000 en las últimas dos semanas, lo también empujó a la baja a otras divisas digitales.
Bari remarca que muchos apuestan porque con las monedas virtuales puede hacerse una ganancia de hasta 20% en un día, si se está atento a las oscilaciones que suelen tener este tipo de divisas. Por eso recomienda no invertir más de lo que se está dispuesto a perder.
A la hora de perfilar el tipo de ahorrista, Bari remarca que se ubica entre 20 y 40 años. "El de 20 tiene menos capacidad de ahorro que el de 40, que a su vez tiene menor manejo de la tecnología", ejemplifica.
Así, los cañones de la clase media argentina dejaron de estar apuntando sólo al dólar y buscando alternativas que le ofrezcan retornos en moneda dura. Es una situación dura, pero hay que hallar nuevas recetas para no sucumbir ante el "riesgo argentino".