El ecosistema de pagos en Argentina experimentó una transformación significativa en los últimos meses. Mientras que las tarjetas de crédito continúan siendo el método de pago más utilizado por los consumidores, los comercios han comenzado a optar cada vez más por las transferencias bancarias y los pagos en efectivo.
Este cambio responde a una combinación de factores, que incluyen la reducción de costos de intermediación, una mayor flexibilidad en la disponibilidad de fondos y la carga impositiva que conllevan las transacciones con tarjeta.
Crecimiento de las transferencias como medio de pago
Según el informe anual de Tiendanube sobre la evolución del comercio electrónico en Argentina, el uso de pagos por transferencia ha crecido notablemente en el último año. "En tan solo tres años, hemos visto un aumento de 12 puntos porcentuales, pasando del 6% en 2022 al 18% en 2024", señaló Franco Radavero, Country Manager de Tiendanube Argentina, a iProUP.
Radavero atribuyó este crecimiento a la mejora en la interoperabilidad de los pagos, lo que ha permitido que más consumidores accedan a esta modalidad con facilidad. Además, destacó que las promociones y descuentos asociados a los pagos con transferencia han incentivado su adopción. "Si bien esta herramienta no ha desplazado del podio a los pagos con tarjetas de crédito, elegidos por el 56% de los argentinos, ha reducido principalmente el uso del efectivo", explicó.
El informe indica que en 2024 las ventas online pagadas con transferencia crecieron un 7% respecto de 2023, mientras que los pagos con tarjeta de crédito disminuyeron un 1% en el mismo período.
El crecimiento de las transferencias 3.0 se da en un contexto de digitalización acelerada y mayor educación financiera de los consumidores. A medida que más personas se familiarizan con el uso de billeteras digitales y pagos interoperables, la aceptación de estas modalidades se incrementa tanto en pequeños comercios como en grandes cadenas.
Reducción de costos para los comercios
Uno de los principales incentivos para los comercios a la hora de optar por las transferencias en lugar de las tarjetas es la reducción en los costos de intermediación. María Celeste Catania, Head of Brand Marketing & Sales de NAVE, explicó a este medio que este método permite a los comerciantes minimizar costos y acceder de forma inmediata a los fondos.
"Los pagos desde billeteras con dinero en cuenta minimizan el riesgo de fraude, a diferencia de las transferencias tradicionales con CBU o alias, que pueden ser más engorrosas y propensas a errores o engaños", detalló.
A su vez, los pagos con tarjetas de crédito implican costos adicionales para los comercios, que deben abonar comisiones a las entidades emisoras y a las plataformas de pago. En contraposición, las transferencias directas desde billeteras o cuentas bancarias reducen significativamente estos gastos, lo que las convierte en una alternativa cada vez más atractiva para los vendedores online.
Además, el acceso inmediato a los fondos es una ventaja clave. Mientras que los pagos con tarjeta de crédito pueden demorar varios días en acreditarse, dependiendo del banco y de la plataforma utilizada, las transferencias 3.0 permiten que el dinero esté disponible de forma inmediata. Esto mejora la liquidez del negocio y evita la necesidad de recurrir a financiamiento externo.
Comodidad y seguridad para los usuarios
Desde el lado del consumidor, las transferencias también ofrecen beneficios que han impulsado su adopción. Según Catania, los usuarios valoran la comodidad de poder pagar escaneando cualquier QR interoperable desde su billetera digital o app bancaria, sin necesidad de ingresar datos manualmente. "También lo prefieren por seguridad o para mayor control sobre sus gastos, ya que les permite contabilizar sus movimientos y gestionar mejor el uso del dinero", agregó.
Además, la rapidez del proceso mejora la experiencia de compra y la conversión de ventas. "En Nave vimos que más del 45% del volumen y del 50% de las transacciones en 2024 se realizaron con pagos con dinero en cuenta a través de billeteras gracias a la interoperabilidad", destacó Catania. En sectores de alto volumen, como la logística y las entidades educativas, esta modalidad representa una porción significativa de las operaciones.
Otro aspecto que ha favorecido la adopción de las transferencias es la creciente confianza de los consumidores en la seguridad de estos pagos. Con mecanismos de autenticación robustos y la posibilidad de monitorear las transacciones en tiempo real, los usuarios perciben menos riesgos que con otros métodos de pago.
La carga impositiva sobre los pagos con tarjeta
El factor impositivo es otro de los grandes motivos por los cuales los comercios online buscan evitar los pagos con tarjeta de crédito. Según el tributarista Sebastián Domínguez, estos pagos generan retenciones y percepciones fiscales que pueden ser difíciles de administrar. "Si una persona compra desde una plataforma en una determinada jurisdicción, la plataforma retendrá Ingresos Brutos y la provincia tendrá el dato de que se realizó una operación en su territorio", explicó.
Esto obliga a los comerciantes a darse de alta en múltiples jurisdicciones, lo que aumenta su carga administrativa y financiera. En cambio, si el cobro se realiza mediante una transferencia bancaria, la información no llega automáticamente al fisco de otra provincia, aunque eso no significa que no se deba tributar. "Lo que algunos hacen es tratar de que otros fiscos no se enteren de que operaron con personas de su jurisdicción", reconoció Domínguez.
Marcelo D. Rodríguez, tributarista de MR Consultores, también destacó que las tarjetas de crédito actúan como agentes de recaudación de las provincias, reteniendo impuestos locales. "Más allá del tema financiero, porque la tarjeta te cobra un canon por el descuento de tasas de interés, el problema más importante son las retenciones provinciales. Estas generan un saldo a favor para los comerciantes, pero ese saldo no siempre es fácil de recuperar", indicó.
Además, los comercios digitales que cobran con tarjetas pueden estar sujetos a la percepción general de Ingresos Brutos (IIBB), un impuesto que se aplica sobre el total de los cargos facturados y debe abonarse antes del vencimiento. Según información de Mercado Libre, la alícuota de esta percepción varía según la jurisdicción en la que esté inscripto el negocio y su domicilio fiscal.
Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires la percepción puede ser del 6%, mientras que en la provincia de Buenos Aires puede alcanzar el 8%, dependiendo del padrón correspondiente. En otras provincias, las tasas varían: en Catamarca es del 2,5%, en Corrientes puede ser del 0,75% al 2,25% y en Salta llega al 10,8% bajo el régimen de convenio multilateral. Además, algunas jurisdicciones establecen montos mínimos de percepción, como San Luis con $100.000 y Tucumán con $200.000
Tendencias y proyección del mercado
El uso de transferencias 3.0 no solo está creciendo en el comercio online, sino también en las tiendas físicas. "A nivel mercado, este tipo de pagos creció por 6 en 2024, y en Nave el crecimiento fue aún mayor", afirmó Catania. Cada vez es más común que los comercios acepten pagos con billeteras digitales mediante QR interoperables, lo que ha impulsado la adopción de esta modalidad incluso en locales tradicionales.