El nacimiento del universo fintech empezó en la década de 1950 cuando la industria de servicios financieros introdujo cambios considerables para los consumidores, como tarjetas de crédito, análisis de datos y nuevas formas de evaluación de riesgos.
Este proceso evolucionó durante años y hoy se usa para describir a aquellos que desarrollan nuevas tecnologías para modernizar la forma en que operan tradicionalmente los mercados financieros.
Hasta hace poco, los bancos fueron instituciones sin competencia alguna con una oferta muy limitada. Actualmente, las entidads financieras tradicionales se vieron obligadas a competir con todo un ecosistema, ser más innovadores y ofrecer soluciones creativas, de lo contrario corren el riesgo de quedarse atrás.
En lo que se refiere a América latina, las fintech que llegaron o surgieron en la región abordan los problemas con pagos tradicionales y facilitan soluciones que tienen la capacidad de brindar un servicio más rápido y eficiente.
Si lo ponemos en perspectiva, según un artículo de Marsh del 2019 Fintech fue el sector #1 de inversiones de capital de riesgo en América Latina el 2018, y los expertos estiman que el mercado de fintech en América latina superará los u$s150.000 millones para 2021.
En los últimos años, cientos de startups fintech nacieron en la región. Estas nuevas empresas tuvieron un gran éxito y muchas de ellas se transformaron en "unicornios", tras alcanzar una valoración de mercado de u$s1.000 millones.
Según Statista, a medida que la densidad bancaria de América latina continúa lenta con respecto a otras regiones y la elección de alternativas tecnológicas aumenta, más de 141 millones de personas en Brasil, más de 82 millones de personas en México y casi 30 millones de personas en Colombia, comenzaron a utilizar servicios fintech desde 2019.
Dificultades para las fintech
Pero no todo es fácil. Uno de los principales desafíos de las fintech en América latina es que la región cuenta con sistemas de pago como cupones en efectivo que hace difícil para las empresas internacionales y de comercio electrónico navegar en este ecosistema.
Otro reto es que los latinoamericanos prefieren pagar a plazos cualquier compra, no sólo las grandes. Esto significa que crearon una cultura de pagar a plazos tanto por compra de alimentos como por compras de electrodomésticos o viajes.
Por tal motivo, es fundamental que las fintech desarrollen nuevas estrategias digitales que puedan atender estas demandas para crecer en este mercado.
A su vez, los bancos locales tradicionales dispararon las tasas de interés y las comisiones. Por lo tanto, solo las fintech locales pueden crear una competencia saludable.
Una gran oportunidad reside en que actualmente (frente a la pandemia global de coronavirus COVID-19) los bancos más pequeños están bajo presión para digitalizarse. Es así como muchos de ellos recurren a las fintech en busca de ayuda para implementar mejores ofertas digitales.
Además, las instituciones más pequeñas, como las empresas financieras que no operan con una licencia bancaria, necesitan más que nunca proporcionar servicios en línea para satisfacer las necesidades de una clientela cada vez más exigente y más inclinada a hacer transacciones en línea.
Lucas Medola: "los latinoamericanos prefieren pagar a plazos cualquier compra, no sólo las grandes."
Es una realidad que la región logró avances considerables en la inclusión financiera en 2020, impulsados por el impacto del COVID-19. Según el Banco Mundial, aún la mitad de la población latinoamericana no tiene acceso a ningún servicio bancario.
Considerando este escenario las empresas emergentes y neobancos tienen grandes oportunidades para servir a los no bancarizados. Según Visual Capitalists, la oportunidad de negocio que representa el sector no bancarizado en América latina se estima en u$s34.000 millones.
La expansión de fintech en América latina dependerá mucho de que se den las condiciones exactas que permitirán que el ecosistema prospere. Sin embargo, al final del día, será la combinación entre regulaciones adecuadas y startups rápidos e inteligentes lo que promoverá el crecimiento rápido y facilitará el éxito de las mismas.
El progreso en el desarrollo de ecosistemas fintech prósperos en la región será cada vez más evidente, pero se pondrá a prueba en los próximos meses de recuperación post pandemia.
(*) CFO de PayPal Latam.
Fuente: iProfesional