Los Estados Unidos enfrenta un escenario económico complejo, con un deterioro en los puntajes crediticios, niveles récord de deuda y una inflación que persiste. En este contexto, Bitcoin (BTC) emerge como una alternativa que acapara interés global.
Las calificadoras de riesgo bajan sus calificaciones
La caída en los puntajes crediticios refleja la fragilidad financiera de EE.UU. donde Alaska encabeza la lista con un descenso de 1,02% entre 2023 y 2024, seguida por Vermont (-0.85%) y Misisipi (-0.79%). Este fenómeno, impulsado por el endeudamiento y la inflación, genera preocupación tanto en los ciudadanos como en el gobierno.
Las agencias calificadoras se hicieron eco de esta realidad y, en 2011, Standard & Poor’s degradó la deuda estadounidense de AAA a AA+, argumentando una "eficacia debilitada" en la formulación de políticas.
En 2023, Fitch Ratings siguió el mismo camino, citando un "deterioro constante de la gobernanza". Mientras que Moody’s, aunque mantiene la calificación AAA, redujo su perspectiva a negativa en noviembre de ese año, advirtiendo que "la asequibilidad de la deuda sigue disminuyendo".
Por otra parte, la situación individual de los consumidores también es preocupante. Según un informe de WalletHub de enero de 2025, los puntajes crediticios cayeron en los 50 estados durante el último año, un hecho sin precedentes.
Según el Centro de Datos Microeconómicos de la Reserva Federal de Nueva York, la deuda total de los hogares alcanzó los u$s8 billones al cierre del tercer trimestre de 2024, con un endeudamiento promedio por hogar superior a los u$s105.000 en 2025, un aumento del 11% en tres años.
Mientras que, a nivel federal, el endeudamiento superó el PBI, algo que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial. El déficit fiscal de 2024 fue de u$s1.8 billones -más del 6% del PIB- según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), y se proyecta que los déficits seguirán en niveles similares hasta 2030, alcanzando los 2.9 billones en 2034. Este es el complejo escenario heredado por el gobierno de Donald Trump desde su asunción en enero de este año.
Por us parte, los mercados comenzaron a reaccionar y los bonos del Tesoro, tradicionalmente considerados activos sin riesgo, perdieron atractivo. Por ejemplo, los bonos corporativos de Apple al 4.30%, con vencimiento en 2033, y una calificación AA+ similar a la del Tesoro, tienen un diferencial de apenas cinco puntos básicos con respecto a los bonos gubernamentales. Esto plantea la pregunta de cuánto falta para que Moody’s también degrade la calificación de la deuda estadounidense.
Bitcoin: ¿un refugio en medio de la incertidumbre?
En medio de este panorama, Bitcoin se consolida como una reserva de valor resistente a la emisión masiva de dinero y al endeudamiento creciente. El déficit federal supera los u$s28 billones, según datos del Departamento del Tesoro a finales de 2024, y la inflación erosionó la confianza en el dólar, favoreciendo la búsqueda de alternativas financieras.
Sin embargo, el contexto actual marca una diferencia con 2008, cuando Bitcoin surgió como respuesta a la crisis bancaria. Hoy, su adopción no solo representa un rechazo al sistema tradicional, sino una estrategia de resguardo económico.
Por su parte, la aprobación de los ETF de Bitcoin en enero de 2024 impulsó su crecimiento institucional, alcanzando un punto clave con la reciente Orden Ejecutiva de Donald Trump para crear la Reserva Estratégica de Bitcoin.
Michael Saylor, un ferviente defensor de Bitcoin, estima que su capitalización podría alcanzar los u$s200 billones en las próximas dos décadas. Su visión es clara: Bitcoin no es solo una inversión, sino un refugio ante un sistema financiero en crisis. Mientras algunos aún dudan, el respaldo institucional y gubernamental indica que estamos presenciando el inicio de una nueva era económica.