La industria de los videojuegos le abrió sus puertas a los Token No Fungibles (NFT) con mucho entusiasmo, gracias al potencial para instalarse como una interesante fuente de ingresos extras.
Pero lentamente ese entusiasmo parece que se apaga y los expertos tienen dudas acerca del futuro de esta alianza.
Los defensores de esta tecnología la ven como un buen sistema para garantizar la propiedad de ítems digitales al ser un certificado que asegura autenticidad, pero en el mundo de los videojuegos es común que los jugadores se enfrenten a los sistemas de monetización.
De los primeros micropagos, esta industria del entretenimiento saltó a la compra de complementos para subir de nivel, ganar más experiencia, etc.
Ni siquiera los juegos gratuitos se transformaron en la excepción con el invento de las cajas de botín (loot boxes) o los "pases de temporada".
Ahora parece ser el turno de los NFT que, si bien brindan la posibilidad de ganar dinero mientras se juega gracias al play-to-earn, también demandan una inversión económica previa.
Muchos de los juegos conocidos como "play-to-earn" demandan una inversión económica previa
Casos donde todo salió mal
Ubisoft, por ejemplo, lanzó a fines de 2021 sus primeros Tokens No Fungibles para el videojuego Ghost Recon Breakpoint: los Digit, pero estos fueron todo un fracaso.
En su primer mes y medio, Ubisoft solo vendió 42 NFT por un valor aproximado de u$s697,59.
Al carro de esta nueva tecnología también se subieron otras empresas de videojuegos como Team17, la desarrolladora británica responsable de la franquicia Worms, que anunció la creación de MetaWorms, una plataforma para vender NFT.
Pocos días después del anuncio, el 1 de febrero de 2022, Team17 confirmó el cierre del proyecto MetaWorms a raíz de las críticas y las dudas que suscitó en las redes sociales.
Otra experiencia negativa fue la que atravesó la compañía ucraniana GSC Game World con su intención de añadir NFT a su nuevo videojuego Stalker 2: Heart of Chernobyl, pero luego se retractó y confirmó la cancelación.
Por último está el caso del actor Troy Baker, Joel en The Last of Us, Samuel Drake en Uncharted 4 y Min en Far Cry 4, que anunció su colaboración con Voiceverse Origins para crear bibliotecas de voces y venderlas para su uso en futuros metaversos y acabó retirándose del proyecto.
Los NFT de Ghost Recon Breakpoint, Digit, fueron todo un fracaso.
Cuál será el futuro de los NFT en la industria del videojuego
El metaverso genera grandes expectativas y, a la vez, mucha desconfianza, para el futuro de la tecnología NFT.
La experiencia recolectada en los últimos meses demuestra que su implementación en la industria de los videojuegos es muy dudosa.
De momento, ninguna desarrolladora -grande o pequeña- consiguió explicar qué uso nuevo y único se le puede dar a los Tokens.
Garantizar la propiedad de ítems digitales o cosméticos únicos no es una novedad, hay miles de videojuegos en línea que ofrecen exactamente esto sin tener que recurrir a la tecnología blockchain.
"Los NFT sirven principalmente para especular y experimentar y se sienten más como algo que explota que como un entretenimiento", concluyó Phil Spencer, CEO de Xbox. ¿El tiempo le dará la razón?