El lanzamiento de Sancor Ventures, el fondo de inversión de Sancor Seguros refuerza una tendencia en ascenso: para las grandes empresas tradicionales, el camino hacia la innovación es más fácil recorrerlo de la mano de startups.
En ese sentido, el corporate venturing (CVC) puede ser interno, desde algún área de la propia empresa, o externo, a través de la interacción con emprendedores. Esta última modalidad puede tomar formas variadas:
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Sin equity: las compañías llevan adelante diferentes formas de apoyo como hackatones, coworking, incubación, aceleración o contratación
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Con equity: se realiza una inversión directa o a través de fondos de inversión en el emprendimiento a cambio de una participación minoritaria del nuevo proyecto
Wayra y Mercado Libre picaron en punta hace más de 10 años. El momento más álgido fue entre el 2015 y 2016, con la incorporación de nuevas empresas al ecosistema emprendedor, entre ellas:
- Wayra (Telefónica)
- YPF Ventures (YPF)
- Supervielle Fintech SUPV1 (Banco Supervielle)
- Eklos (Cervecería y Maltería Quilmes)
- Globant Ventures (Globant)
- Kamay Ventures (Coca Cola y Arcor)
- Meli Fund (Mercado Libre)
- Cites y Sancor Ventures (Sancor Seguros)
- Primary Ventures (Rofex)
- Grupo Murchinson
Según el estudio Corporate Venturing en Argentina, confeccionado por Endeavor, ARCAP y EY, las inversiones realizadas por los Corporate Venture Capital más habituales son "semilla" (seed) o "Pre series A", es, las etapas iniciales del proyecto. En Argentina, el promedio de las rondas es u$s200.000, mientras que en Series A o B se ubican entre 50.000 y u$s1 millón de dólares.
Juan Manuel Giner González, director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Capital Privado (ARCAP), afirma a iProUP que una de cada cuatro inversiones de venture capital en el mundo es realizada por un fondo corporativo. La Argentina, hace algunos años tenía la misma proporción, pero actualmente se redujo a una de cada seis.
Según el experto, el ecosistema se mantiene activo y los emprendedores argentinos recaudaron:
- u$s37 millones hace cinco años
- u$s403 millones en 2019
- u$s350 millones en 2020
"Nunca hubo tantas rondas como el año pasado, en la que se registraron 95 transacciones, de las cuales unas 70 fueron de u$s240.000 en promedio, para startups que están desarrollando su proyecto en Argentina para salir después al exterior", señala Giner.
Y agrega que "las rondas más grandes, por encima de u$s1 millón y hasta u$s50 millones, se destinan a proyectos que encaran su expansión a otros mercados de la región".
Buscando afuera lo que falta adentro
Las startups tienen la capacidad de innovar mucho más rápido de lo que las organizaciones tradicionales pueden hacer puertas adentro, desde sus áreas de research o investigación y desarrollo (I+D).
También son el vehículo que permite a las empresas incursionar en una unidad de negocio que no dominan, como Wayra aportando a proyectos de tecnologías emergentes como Blockchain que en algún momento puedan implementar Telefónica o sus clientes.
En otros casos, es la puerta de entrada para el desarrollo de negocios estratégicos para la compañía. Tal es el caso de caso de Kamay y su inversión en Arqlite, empresa dedicada a la tecnología de reciclado de plásticos.
¿Por qué eligen dar un paso más allá de los formatos habituales (aceleración, incubación o hackatón) y avanzar en el desarrollo de sus propios fondos corporativos? Además del fin estratégico (asociado a la búsqueda de innovación), hay un objetivo financiero: la expectativa de obtener un retorno, por mínimo que sea, del capital invertido.
Sancor Seguros tuvo una primera experiencia de Venture Capital en 2013 al lanzar CITES, para la inversión en startups de base científico-tecnológica, que no estaban vinculadas al core del negocio.
La sede de CITES, el venture capital de Sancor Seguros
Hace dos años comenzaron a trabajar en un proyecto de CVC y en abril presentaron oficialmente Sancor Seguros Ventures, con la finalidad de generar impacto estratégico en los negocios del Grupo: seguros, servicios financieros y salud.
"Habíamos evaluado la posibilidad de crear una incubadora o una aceleradora, pero lo que nos convenció del modelo de venture capital es el tema del retorno financiero que permite delinear una tesis de inversión con un objetivo muy claro", confía a iProUP Clorinda Mántaras, directora de Innovación y Transformación del Grupo Sancor.
La convocatoria para recibir proyectos está abierta hasta el 30 de junio. El fondo de u$s10 millones se repartirá entre 15 startups durante 5 años (tres startups por año), con tickets de hasta u$s500.000.
Para Mántaras, los emprendedores tienen un mindset, una forma de gestionar, de tomar decisiones y de desarrollar su propuesta de valor, diferente a la de una compañía tradicional. Nacen centradas en el usuario y desde el entendimiento de esa necesidad construyen una solución, mientras que el resto de las organizaciones funciona al revés.
"Pensamos nuestros productos dentro y luego son llevados al cliente. En muchos casos hay que negociar cada paso con una cantidad de actores y eso hace que se pierda agilidad y cercanía con los usuarios. Además, hay algunas capacidades o tecnologías que no tenemos", señala la directiva.
Y añade: "Por lo tanto, buscar innovación fuera de la compañía es una buena alternativa. En nuestro caso, es también una forma de apostar al desarrollo económico y de talento en el país".
Para Lorena Suárez, Venture Capital Manager de Grupo Supervielle, que las empresas sean socias de startups es clave para alinear incentivos con los emprendedores y con los inversores que no son corporativos y que tienen un objetivo puramente financiero a la hora de participar en el proyecto.
"Los fondos corporativos, por otro lado, tienen la oportunidad de potenciar los negocios de los emprendimientos invertidos, jugando un rol de socio industrial, que les permite desarrollar oportunidades que aceleren su crecimiento. Ambos objetivos están vinculados y es saludable para la relación corporación-startups, para que ninguno se pierda de vista", enfatiza la ejecutiva de Grupo Supervielle.
El fondo de este banco surgió en 2018 con el fin de apostar por las fintech, insurtech y otros verticales clave, como transporte, educación y Pymes. El objetivo es obtener un retorno financiero de esas empresas, generar negocios que potencien las estrategias del Grupo y también a las organizaciones invertidas.
El fondo apuesta a firmas con alto potencial, con negocios en marcha, dirigidos a grandes mercados y alcance regional o global. Hasta el momento pusieron fichas en 123Seguro, Blended, Avancargo, Increase y Sixclovers.
El ecosistema local
Sus 45 millones de habitantes convierten a la Argentina en un excelente banco de pruebas. Otras variables como su cultura innovadora, la oferta de universidades gratuitas y privadas, el talento humano y la capacidad de adaptación a las crisis recurrentes, terminan de perfilar a un "emprendedor todo terreno".
Pero, ¿qué tan desarrollado está el segmento de corporate venturing para efectuar desembolsos en emprendedores y potenciarlos?
"Argentina, Brasil y México son los países líderes en cantidad de fondos corporativos. Chile y Perú están acercándose a la mesa", indica Giner González, quien agrega que el ecosistema albiceleste creció fuerte los últimos cinco años y esa misma madurez atrae a nuevas empresas que quieren sumarse.
En ese sentido, explica que es cada vez más habitual que las compañías coinviertan y una empresa que participó en una ronda con una startup, también vaya a un fondo de capital de riesgo, por ejemplo.
"Los venture capital y los fondos corporativos conviven porque se necesitan mutuamente y es clave que existan en diferentes segmentos, como Kamay para el vertical de alimentos o YPF Ventures para proyectos en el sector de energía", subraya el experto.
Según Giner González, "necesitamos más fondos mirando cada uno los segmentos. En la medida en que haya más emprendimientos, habrá más financistas y viceversa. El crecimiento en conjunto de la industria es fundamental".
Suárez remarca que la actividad inversor acorporativa viene creciendo. Para las startups o empresas jóvenes, asociarse con organizaciones consolidadas o a grandes corporaciones les permite:
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Ganar experiencia en escenarios regulados, como el financiero
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Aprovechar canales de distribución ya establecidos para evolucionar más rápido
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Aprender e incorporar mejoras en los procesos cuando van creciendo
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Sumar productos de las corporaciones a su propuesta de valor para fidelizar a sus clientes
En el caso de las compañías, significa una oportunidad de asociarse con partners ágiles, acceder a nuevos mercados, desarrollar tecnología, mejorar su propuesta de valor a los clientes y promover la cultura emprendedora en las corporativas existentes.
"Todavía hay mucho por hacer en el segmento financiero y creemos que hay una oportunidad muy interesante para invertir y trabajar en colaboración entre las fintech y la banca", enfatiza Suárez. El ecosistema goza de buena salud. Tanto startups como CVC entienden que son una pieza clave para el desarrollo de la otra.
La transformación digital que se aceleró durante la pandemia, y la necesidad de innovar para no quedarse en el camino, probablemente impulse a otras firmas tradicionales a invertir en empresas jóvenes y hacer crecer aún más el ecosistema.