La pandemia golpeó a cientos de sectores sociales y comerciales. Las fintech, sin embargo, parecen haber sabido surfear la ola y comienzan a acomodarse en un contexto marcado por la incertidumbre. Es el caso de Defiant Wallet, una billetera digital de criptomonedas que nació hace poco más de un año en la Argentina y que ya está operando en distintos países de Latinoamérica.
"Estamos trabajando para llevar el mundo cripto al usuario final y que sea mucho más fácil para cualquier persona poder entrar, para que no sea tan tedioso y para que no asuste tanto", explica Sergio Bravo, uno de los cofundadores de esta billetera cripto que está disponible tanto para iPhone como para Android.
Con el fin de alcanzar ese objetivo, Bravo diferencia que "a Defiant lo distingue que es sin custodia, es decir que la plata que vos tenés en la aplicación es tuya. Nosotros no tenemos fondos de los usuarios, no sabemos cuántos fondos tienen ni a quién se los mandan. Es una particularidad del cripto en sí que nosotros supimos reflejarla dentro de la app".
Es decir, el usuario siempre tiene en su poder sus claves y, si lo desea, puede "mudarse" a otra blletera sin custodia, por lo que nunca pierde el control de sus fondos. Sin embargo, resalta que esto hace que sea "redifícil tener un modelo de negocios".
"Nosotros logramos que nuestro modelo fuerte sean los fees con partners. Son alianzas que tenemos con casas de cambio tanto acá en la Argentina como en Uruguay o Venezuela en las que por cada persona que entra y compra el cripto con ellos a través nuestro se les cobra un pequeño fee del 1%, es decir que por cada entrada y por cada salida nosotros cobramos un fee en crypto", explica.
Para comenzar a operar sólo es necesario bajarse la aplicación y registrarse con un usuario. A partir de ese momento ya se puede empezar a recibir cripto y a operar.
"Trabajamos con distintas redes de cripto: Bitcoin que es la más conocida, Ethereum y RSK, que es la empresa que invirtió en un comienzo en nosotros.Cualquier persona puede recibir monedas de esas redes dentro de la app, puede cambiarlas o enviarlas a otra persona en cualquier parte del mundo como si fuera una remesa", relata Bravo, quien asegura que muchos de sus clientes son extranjeros viviendo en Argentina que aprovechan la aplicación para enviarle dinero a sus familiares.
Bravo explica que Defiant Wallet también tiene otras funciones que permiten por ejemplo el trading: "Podés hacer muchas cosas dentro del ecosistema con una sola aplicación y es lo que tratamos de conseguir en realidad: que no necesites de otras aplicaciones para interactuar con el mundo cripto. Antes tal vez necesitabas tres o cuatro billeteras y ahora tenés todo en una. La idea es que sea integral".
Bravo fundó Defiant Wallet junto a su socio Bruno Calmels desde la patagonia argentina. Ambos venían trabajando en el mundo cripto pero no fue sino hasta 2018 cuando comenzaron a barajar la idea de crear su proyecto personal.
"Cuando se dio el CEPO cambiario y el límite de compra de dólares vimos un aumento bastante importante en las transacciones de stablecoins, las criptomonedas que están atadas al dólar. En ese momento se transaccionada mucho el volumen de DAI, en canales paralelos como Telegram, Facebook o WhatsApp y nos pareció una muy buena idea tratar de segmentar ese flujo monetario y meterlo dentro de una aplicación en un mercado P2P, es decir, persona a persona", recuerda Bravo.
De hecho, la aplicación permite intercambiar criptomonedas entre usuarios y para ello es posible subir una orden de compra para que otra persona la acepte. Y es posible establecer diversos filtros, entre la que se destaca que que la contraparte esté a cierta distancia para poder encontrarse y concretar la operación, una funcionalidad a lo que ocurre con las apps de citas.
La realidad es que ni él ni su socio imaginaron en un principio que Defiant iba a llegar al punto al que está hoy: "En un principio, la verdad que el proyecto comenzó como hobby, teníamos tiempo libre y nos entusiasmó mucho hacer algo en cripto pero sabíamos que es muy difícil empezar a hacer algo en ese mundo estando en Latinoamérica", recuerda y continúa: "Más allá del capital humano, no pusimos ningún capital importante más que en infraestructura".
"Recién después de tener cierto flujo orgánico de usuarios apareció el primer interés de varias empresas tanto de fuera como dentro de la Argentina que decidieron apoyarnos a través de grants, es decir, una inversión que te dan a cambio de entrar al producto. Una empresa muy grande de acá, RSK, nos financió gran parte del año 2020. No era una inversión muy grande, era chica, pero sí nos significaba poder seguir funcionando", recuerda. A la fecha, Defiant cuenta con cerca de 5.000 usuarios activos.
"Gracias al crecimiento que tuvimos en 2020 y la adopción que tuvo la aplicación pudimos hacer la primera ronda de inversión preseed, en la que la valuación fue de u$s1.650.000 y levantamos aproximadamente un 9,2%", asegura Bravo y agrega: "Estamos por salir con la serie A dentro de tres o cuatro meses con una valuación de entre u$s4,5 millones y u$s6 millones".
Los miembros de Defiant saben que se trata de una oportunidad única pero también de un desafío: "El mundo cripto es tan volátil que ser una startup te lleva a adaptarte a lo que venga realmente".
"Hoy nos encontramos con que hay un auge del cripto, más allá de que haya bajado el precio hay mucha gente interesada en el ecosistema, cosa que hace tres años no se veía", asegura Sergio Bruno.
Además, agrega: "Es muy loco, en 2018-2019, cuando empezamos a construir algunas ideas con Bruno, era muy difícil que le llegara la idea de alguien, que te la entendieran y lograr que alguien te pusiera dos mangos para que trabajes. En cambio, ahora sí es mucho más simple salir a buscar plata. Nos estamos encontrando con que vamos a hacer una serie A justamente porque tenemos gente interesada en que lo hagamos, no por una cuestión de necesidad".
Los fundadores de Defiant, que están asentados en Neuquén, aseguran que no es fácil trabajar desde el interior, pero también son conscientes de que la pandemia extendió el acceso a ciertos canales de inversión para muchas más personas.
"La pandemia nos aceleró en muchos sentidos y nos conectó con mucha gente. Hoy, uno puede tener una reunión con una persona de Estados Unidos y buscar una inversión desde el sillón de su casa. Por eso, contrariamente a lo que pasó en el país, nosotros crecimos muchísimo, incluso en personal: arrancamos siendo tres y este mes nos extendimos a once", cuenta Bravo.
En ese sentido, el emprendedor asegura que siempre hay animarse a concretar los proyectos, más allá de los tiempos que toquen vivir.
"Si uno tiene una idea y realmente cree en ella siempre es el momento. Más en contexto de pandemia, es un muy buen momento para hacerlo: antes era muy difícil conectarte con un fondo de inversión por ejemplo, tenías que viajar a Estados Unidos o a Europa y hoy en cambio abris la computadora, te conectás a un zoom y por ahí podés venderle la idea a un fondo de inversión en cualquier parte del mundo", remarca.
"Me parece que es el momento ideal para hacerlo. Hay tanta malaria en el mundo que hay que tratar de renovar y aportarle algo al mundo", completa.