El fin de semana, un fuerte temporal afectó a varias localidades bonaerenses (Bahía Blanca fue la más perjudicada), barrios de la Ciudad de Buenos Aires y zonas del norte del país, entre otros puntos de la Argentina. Muchos de esos puntos sufrieron cortes de luz.
Además, el presidente Javier Milei decretó la emergencia energética y la intervención de los entes reguladores nacionales ENRE (electricidad) y Enargas, para revisar una actualización de las tarifas que, según las empresas concesionarias, frenaron la inversión en la infraestructura. Además, adelantó que se importará energía desde Brasil.
No sólo eso, la ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino recomendó hace algunas semanas sobre la conveniencia de hacerse de un grupo electrógeno, anticipando que esta temporada estival "no habra luz para todos".
Gonzalo Prieto, ingeniero y CEO Ayron Energy, confía a iProUP que esos comentarios "fueron claros y realistas. Pura conciencia de la situación energética para este verano".
"El público captó este análisis como honesto y contundente, anticipando algunas decisiones de compra. Aun así, el verano siempre es una estación de alta demanda de grupos electrógenos", completa.
Cortes de luz: cuáles son los diferentes tipos de generador
Para estar cubierto ante un corte de luz, las opciones son limitadas y disponibles a los sectores de la población con cierta capacidad económica para desembolsar, como mínimo $1 millón.
Los generadores a nafta son los más económicos, pero generan ruido y son más peligrosos
Ariel Mesch, ingeniero y experto en energías renovables, explica a iProUP que las opciones para estar cubierto ante un corte de luz son: hacerse de un grupo electrógeno o generador eléctrico, o instalar un sistema de baterías.
En el caso de optar por un generador, como primera medida hay que dimensionar el tamaño del hogar y los aparatos que se necesita conectar para estimar el consumo, ya que, si no se calcula la capacidad correctamente, es probable que el equipo finalmente no sirva.
Además, deben contemplarse otros factores como el tipo de combustible (nafta, gas o diésel), si son automáticos o manuales, portátiles o fijos, cuál es su autonomía, la garantía, el origen del equipo (nacional o importado) y el servicio de post venta.
"Los grupos electrógenos tienen la ventaja de que, una vez instalados, el consumo está bien dimensionado, y tiene combustible suficiente, puede hacer funcionar un aire acondicionado o calefacción, heladera y un horno eléctrico", explica Mesch, quien además es influencer energético en Twitter bajo el usuario @mesch.
Según el experto, en caso de implementar un sistema a diésel es recomendable chequear que el gasoil esté en buen estado, cambiarlo cada tres o seis meses para evitar que dañe que equipo y encenderlo una vez por semana para que no se sequen las juntas.
Por su parte, los equipos a gas tienen la ventaja de que no necesitan almacenar combustible porque se conectan directamente a la red, pero son más costosos.
La canciller Diana Mondino adelantó que no habrá suficiente luz durante el verano
Las necesidades básicas de una familia pueden atenderse con potencias de hasta 10 Kva. Otras necesidades de confort, como aires acondicionados requieren potencias preferentemente mayores.
A diferencia de los grupos electrógenos, los sistemas de baterías son más silenciosos, simples y no requieren mantenimiento para abastecer los consumos básicos de una casa, más allá de que la instalación eléctrica sea monofásica o trifásica.
De acuerdo con Mesch, "se pueden conectar heladera, freezer, bomba de agua, iluminación, comunicación, pequeños electrodomésticos, microondas y pava eléctrica, pero quedan por fuera los hornos eléctricos, aires acondicionados y calefacción, entre otras cosas".
"Aunque tienen la ventaja de que los paneles mantienen cargadas las baterías extendiendo la autonomía del sistema y generan ahorro para la casa, permitiendo incluso vender excedentes de generación de energía a la red eléctrica", agrega.
Juan Antúnez, CEO de Enerton, asegura a iProUP que, ante un corte de luz, un inversor es una buena solución. Se trata de un sistema que funciona como una computadora que administra la energía de la casa y está alimentado por tres fuentes: red, batería y paneles.
Lo más básico es poner un inversor con baterías, que recargarán con la red eléctrica y mantendrá energía en caso de corte durante cierto lapso. Para mayor autonomía se pueden adicionar paneles solares.
Los paneles solares son más costosos, pero tienen una durabilidad de varias décadas
"El inversor mide la red: si se cae, las otras dos fuentes de energía, paneles y baterías, o solo la batería, siguen funcionando. Si es de día, toma energía de los paneles, pero si el consumo es más alto de lo que se genera o es de noche, usará la batería", completa.
También puede instalarse una solución más completa como un generador solar, que está conformado por un sistema de paneles solares que captan la radiación del sol y la convierten en electricidad.
Así, el inversor la transforma a 220V para la casa, oficina o comercio, y un banco de baterías almacena energía para ser utilizada durante la noche o cuando se corte la luz.
Las ventajas de los generadores solares sobre los convencionales a motor son:
- Inversión escalable y recuperable
- Libre de mantenimiento
- Disminuye la factura eléctrica
- Silencioso
- Arranque instantáneo ante un corte de luz
- Libre de emisiones contaminantes
- Monitoreo desde el celular (Bluetooh y Wifi)
Cortes de luz: cuánto sale un generador
Antúnez advierte que, si bien están recibiendo un mayor número de consultas, el costo de los insumos genera que adquirir este tipo de equipamiento sea cada vez más complejo.
"El poder adquisitivo de la gente cayó y este tipo de tecnológicas de alguna forma están dolarizadas. A medida que se agranda la brecha, cada vez hay menos gente que puede acceder a este tipo de productos", explica.
Los equipos hogareños arrancan a partir de $1,6 millones. Las baterías, por ejemplo, van desde $299.000, un inversor híbrido puede costar $3,4 millones y los paneles solares desde $218.000.
Prieto explica que existe una gran dispersión de precios en torno a los generadores, que parten de 1Kva de potencia. Aunque los más baratos son los nafteros, seguidos por los equipos a diésel y luego los que van conectados a la red de gas, que tienen más autonomía.
Además, dependerá también de si se compra una máquina "ferretera" o algo más sofisticado con cabina o tablero automático. También del lugar de origen o del comercio donde se realice la compra.
A modo de referencia, un generador a gas de 10kva marca Kohler, traído de Estados Unidos, cuesta cerca de u$s10.000 y un equipo a diésel, un 20 o 30% menos.
Es tanta la demanda que hasta Frávega vende generadores. Allí se puede encontrar un grupo electrógeno encabinado Daihatsu, de 6,5Kva naftero a poco más de $2,3 millones. Mientras que uno diésel Hyundai de 8 kva cuesta $2,7 millones.
Dentro de la gama de generadores más chicos, uno marca Daewo, con una potencia de 2.5Kva, una capacidad de combustible de 15 litros y un tiempo de funcionamiento continuo de 10 horas se consigue en Easy a $475.000. Misma marca, pero con una potencia máxima de 3.5Kva cuesta $837.000.
Cortes de luz: cuánto sale un generador
La compra de este equipamiento buena alternativa para salir del paso ante un corte de luz inesperado. Pero, a raíz de la crisis energética y el costo cada vez más elevado de la electricidad, algunos usuarios están procurando soluciones de largo plazo, como la instalación de paneles fotovoltaicos, que además de generar un ahorro en la boleta, son una solución más sustentable.
"La instalación de paneles solares implica que cada usuario genera su propia energía en el mismo punto de consumo. Es decir, que no tiene que hacer uso de las redes de distribución que, muchas veces están colapsadas y por eso generan cortes de suministro eléctrico", asegura a iProUP Lorena Capriati, directora de ALP Group.
Sin embargo, las barreras de entrada para la implementación de esta tecnología siguen siendo altas y la financiación es prácticamente inexistente.
Para el sector corporativo, ALP Group ofrece la posibilidad de adquirir paneles fotovoltáicos mediante un leasing a cinco años, sin inversión inicial.
Una vez desplegado el sistema, las empresas pueden comenzar a generar ahorros no sólo en su consumo eléctrico, sino también impositivos, ya que el canon mensual y las amortizaciones son deducibles del impuesto a las ganancias.
El leasing tiene un canon mensual de u$s32/kw instalado y se paga en pesos al tipo de cambio del Banco Nación.
Es decir, para una instalación pequeña de aproximadamente 20kw de potencia solar, lo que utiliza en promedio un comercio, serían unos u$s640 al mes. Este costo no incluye costo de mano de obra de la instalación y ni el seguro anual.