La pandemia desató una crisis económica inesperada en buena parte del planeta y colocó a miles de personas en busca de nuevas herramientas de inversión para resguardar de la mejor forma posible sus ahorros.
Casi cuatro meses antes del inicio de la cuarentena, Alberto Fernández asumió como presidente. Por tal motivo, el inicio de su gestión fue casi en simultáneo con el arranque del brote global de COVID-19.
¿Qué pasó desde entonces con Bitcoin? ¿Tuvo incidencia la cuarentena en su precio? ¿O la criptomoneda en realidad se benefició de alguna medida puntual adoptada por Fernández?
El inicio
- A lo largo del año previo de la asunción de Fernández, el Bitcoin había mostrado varias oscilaciones: u$s3.398 (piso) y u$s13.064 (techo)
- Cuando tomó el bastón presidencial (9 de diciembre 2019) cotizaba a u$s7.467
- Al cumplirse un año de gestión (9 de diciembre de 2020) cotizaba a u$s18.546
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Días más tarde pegó un nuevo estirón para ubicarse en torno de los u$s23.500
- Hoy está en torno a los 34.000 dólares
"El cepo actual, como el anterior de Cristina, afectó positivamente la adopción del Bitcoin localmente. La medida obliga a los ahorristas a ser más creativos y buscar dónde resguardar mejor su dinero, de modo tal que muchos terminan conociendo y utilizando Bitcoin", explica a iProUP Gabriel Vago, CEO de ArgenBTC.
En tanto, Iván Tello, cofundador de Decrypto, remarca a iProUP: "Siempre que se impone una restricción o prohibición surge inmediatamente un mercado paralelo. Además, algunas de las medidas impuestas por el Gobierno son fácilmente eludibles con las criptomonedas".
"Por lo tanto, gran parte del mayor volumen se debió a nuevos usuarios empujados al mundo cripto para, en algunos casos, mantener el poder de compra de la mano de las stablecoins (monedas cuya cotización no varía ya que están atadas a un activo real, como el dólar) y otros para invertir y ver crecer sus ahorros", resalta Tello.
En cambio, Matías Bari, CEO y fundador de SatoshiTango, indica a iProUP: "A corto plazo ese tipo de limitaciones puede favorecer la adopcion. Pero el Bitcoin es más usado en países sin restricciones".
"Si bien el cepo fomenta el uso de criptomonedas, no es algo que permita a la macroeconomía funcionar de modo normal y eso afecta a todos en general. Al final del día, resulta perjudicial", considera.
Y añade: "El caso más obvio es Venezuela: con una inflación ridículamente alta y sin moneda, las divisas virtuales aparecieron como una alternativa. Sin embargo, la economía esta devastada y el uso de los Bitcoins finalmente es mucho mayor en otros lugares con condiciones más amigables para hacer negocios".
Las trabas para ahorrar en moneda fuerte son fácilmente eludibles con las criptomonedas según los especialistas
A falta de cifras oficiales, las transacciones del marketplace LocalBitcoin son un gran termómetro para ver ese repunte de la demanda a nivel local durante el actual gobierno:
- A mediados de julio de 2020 se registró la mayor cantidad de transacciones del año: 102 bitcoins en una semana sólo en esa plataforma, cerca de 940.000 dólares (u$s9.200 por unidad)
- Superó a la mayor marca del macrismo: 64 monedas en una semana en diciembre de 2018, unos u$s224.000 a la cotización de ese momento (u$s3.500)
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El pico histórico medido en monedas ocurrió en la primera semana de abril de 2016, en pleno cepo cristinista: 224 bitcoins, que totalizaban 94.200 dólares (u$s422 por unidad)
Sin embargo, la mayor demanda en terreno local parecería no influir a nivel global. Camilo Cristia, de CEO Let'sBit, afirma a iProUP que no cree que "las medidas del gobierno argentino produzcan un gran impacto en el precio del Bitcoin en los mercados mundiales".
"Argentina es un mercado chico para poder impactar en la cotización. Sin embargo, localmente hubo un aumento muy considerable en términos de volumen operado", subraya.
En el mismo sentido, Andrés Fleischer, gerente de Operaciones (COO) de Ripio, destaca a iProUP: "El mercado local de criptoactivos reacciona inmediatamente frente a cada medida adoptada por instituciones financieras tradicionales o decretada por el Gobierno".
Además, resalta que "los picos de demanda locales prácticamente no afectan al mercado global de Bitcoin. Las razones por las que creció su valor son otras: están más relacionadas con el ingreso de inversores institucionales, sumado al particular contexto de pandemia y crisis global".
Según el experto, fue vital el impulso de "varias empresas que se pronunciaron públicamente a favor del Bitcoin, invirtiendo parte de su capital, como MicroStrategy y Square, que pertenece a Twitter".
"Con todo esto, se está consolidando un respaldo institucional y una legitimidad que refuerza la posición de la divisa virtual en los mercados del mundo", completa.
Sobre el precio actual
Vago advierte que la escalada del precio "estaba prevista. No hay que olvidar que antes de las medidas de aislamiento tomadas en marzo a nivel mundial cotizaba en u$s10.000 y venía sosteniendo un alza consistente".
El especialista recuerda que cuando el mundo entró en cuarentena "se derrumbaron los valores de todos los activos, incluso del Bitcoin, llegando a valer u$s3.600. En un escenario normal, se esperaba la suba. Lo que claramente no estaba previsto fue la explosión de usuarios y volumen que generó la pandemia".
Bari coincide que el precio actual "está muy por encima de las estimaciones". Y advierte que "sin dudas tuvo uno de sus mejores años no solo por el rendimiento como inversión, sino por el interés que se despertó en instituciones y grandes empresas, sobre todo en EE.UU.".
Tello concuerda. "En Decrypto esperábamos ver un crecimiento en la Argentina, pero desde ya que superó las expectativas".
Cristia, en tanto, añade que "la apreciación se venía esperando con muchas ansias en la industria por la creciente emisión por parte de la Reserva Federal y bancos centrales del mundo, y el aumento de la digitalización de la economía producto de la pandemia".
"La suba del Bitcoin era algo que se veía muy cercano. Obviamente no deja de sorprender la velocidad", admite. Fleischer, en tanto, sostiene: "Los que lo seguimos de cerca desde el inicio (Ripio nació en 2013), teníamos fuertes expectativas puestas".
Los exchange locales no lo dudan: el 2020 fue el mejor año del negocio
Y remarca que estas previsiones estaban fundadas "principalmente por la combinación del 'halving' en mayo" (un proceso por el que cada cuatro años se reduce a la mitad la emisión) y "el nivel de adopción y popularidad de este activo, que nada tiene que ver con el que tenía hace 4 o 6 años".
"Por condición de esta escasez programada, el precio de Bitcoin se disparó meses después de cada evento y este año no fue la excepción", subraya.
Perspectivas 2021
Con vistas al arranque de un nuevo período, Vago pronostica que "puede haber una calma en la operatoria y precio", para luego ir recalentándose nuevamente.
"No me gusta hacer predicciones de precios, porque no depende de mí ni de nadie. Creo sí que en el largo plazo el Bitcoin y las criptomonedas tendrán usos impensados al día de hoy y que su valor estará asociado a eso", subraya Bari.
Tello, en tanto, pronostica que "es probable en los primeros meses de 2021 el mercado se mantenga con tendencia lateral o ligeramente correctiva, similar al primer trimestre de la mayoría de los últimos años".
Pero anticipa: "Durante el segundo trimestre va a recuperar la tendencia alcista y alcanzar nuevos máximos históricos".
Crista, por su lado, vaticina que "2021 será un gran año" para el Bitcoin. Es difícil saber qué va a ocurrir con el precio pero está todo dado para que veamos algo similar a lo de estos últimos meses", concluye.
En tanto, Fleischer opina que, "en el caso de Ripio, 2020 fue el mejor de los 7 años de trayectoria, llegando a números récord de operaciones y cerrando el año muy cerca al millón de usuarios entre Argentina y Brasil".
"En enero contábamos con 400.000, menos de la mitad. Estamos seguros de que 2021 será un mejor año para el mundo cripto y para empresas como Ripio, que buscan que cada vez más gente pueda acercarse al mundo de las criptomonedas de forma segura pero sencilla, independientemente de sus conocimientos técnicos", desliza.
Así, durante el primer año de Alberto Fernández aumentó la popularidad del Bitcoin en el país, fundamentalmente por la falta de acceso al ahorro en billetes verdes. Pero el avance de Bitcoin inició otra tendencia en la Argentina: una nueva fiebre del oro, pero esta vez digital.