Así como el funcionamiento normal de la sociedad se fue modificando progresivamente desde que llegó el coronavirus al país, la convivencia habitual de los vecinos de edificios y complejos habitacionales también se vio afectada en muchos aspectos.
En este escenario, el administrador se volvió una pieza clave para informar a los vecinos de las nuevas normativas, brindar recomendaciones y reorganizar el trabajo del personal del edificio, entre otras cosas, a partir del avance del virus y de las medidas que fue tomando el gobierno.
Algunas administraciones están mejor preparadas que otras. Las que funcionan de manera más profesional y digital, ya cuentan con sistemas (aplicaciones que ya existen) que les permiten seguir gestionando la administración y la comunicación con el vecino. Para las administraciones que aún no se han modernizado, el impacto para ellos y sus consorcistas es significativamente más fuerte.
En edificios con amenities, por ejemplo, los vecinos ya no pueden utilizar espacios comunes como el sum, la pileta o el gimnasio. "Les cuesta aceptar la restricción de uso de estos espacios como estaban acostumbrados", señaló Federico Alvarez Roldán, administrador de AR Administraciones. "Empezamos a implementar medidas antes de que se tomen a nivel del Gobierno y la primera dificultad con la que nos encontramos fue hacerle entender a la gente que esto era un problema real", agregó.
En este punto coincide Martin Ribotta, Gerente Comercial de Vitró, que señaló: "Al restringir el uso de espacios comunes cambia toda la dinámica del consorcio. En este sentido, es tan importante la comunicación de las medidas a los vecinos como al personal a cargo, para que efectivamente se cumplan".
Redoblar la comunicación es clave
Hay múltiples situaciones que se presentan en los edificios frente a las que hay que adoptar un cambio de hábitos, como la eliminación total del papel para las expensas o comunicaciones, la imposibilidad de hacer reuniones presenciales, el uso del ascensor de a una persona a la vez, o la limpieza de los espacios comunes con mayor frecuencia.
Y aquí el rol del administrador es fundamental para -con buen timing- poder armonizar en un contexto de nerviosismo y brindar las recomendaciones necesarias a los vecinos, informar nuevas normas, como así también al personal encargado de la limpieza o la seguridad.
"Es fundamental armar un protocolo de cara al vecino y el personal. Nosotros bajamos un protocolo claro respecto de qué cosas son prioritarias, como, por ejemplo, la limpieza de los picaportes, las botoneras de ascensor, los barrales de acceso al edificio, todo aquello con lo que los vecinos tienen más contacto", señaló Ribotta, cuya empresa tiene desde sus inicios toda su información en la nube y utiliza distintas plataformas tecnológicas en su operación diaria. "Teníamos un plan de comunicación semanal, pero tuvimos que reverlo y pasar a una comunicación más asidua con los vecinos", agregó.
La cuarentena obligatoria y la recomendación de no utilizar papel en las comunicaciones a vecinos hace que la tecnología se vuelva una aliada fundamental en la tarea diaria de los administradores.
"Venimos dando a los vecinos recomendaciones e informaciones de novedades para mantenerlos actualizados sobre medidas a nivel general para su propio cuidado y del entorno. Lo hacemos a través de la plataforma ConsorcioAbierto y los vecinos reciben la información en su teléfono", destacó Alvarez Roldán. "Somos un eslabón más en la cadena de comunicación para generar conciencia en las personas", agregó.
"Una administración de consorcios sin los sistemas adecuados pasa a ser un Banco sin hombanking. Este escenario golpea más fuerte si el administrador y los consorcistas no tienen una herramienta que les permita mantener sus interacciones normales de comunicación, convivencia y expensas", destacó Albano Laiuppa, CEO de ConsorcioAbierto, un sistema de gestión online de edificios y barrios.
"Apoyándose en tecnología, los administradores y vecinos pueden mantener una relación activa en estos tiempos tan complejos. A la situación hay que ponerle el hombro y desde ConsorcioAbierto estamos haciendo capacitaciones sin cargo para acompañar a clientes y no clientes a encaminarse, incluso ofreciendo una versión gratuita del sistema que estructuramos para este contexto", agregó.
"El umbral de servicio que la gente demanda hoy es mucho mayor que el que requería tiempo atrás. Hoy las personas están acostumbradas a la inmediatez a partir del uso de la tecnología. Hoy el vecino no admite respuestas al otro día. Por eso, la comunicación fluida y la inmediatez son posibles con una herramienta que te vincule con el vecino de una manera rápida", destacó Alvarez Roldán.
"Hay que lograr que el vecino entre en una nueva dinámica en el edificio, que no sea un shock. Lo más difícil no es establecer los nuevos procesos, sino que la convivencia fluya", concluyó Ribotta.