Desde hace muchos años en la Argentina es común escuchar la posibilidad de comprar en cuotas, financiarse con tarjeta, incluso obtener créditos personales para consumo, ¿pero quiénes tienen acceso a estas posibilidades?
En el país, aproximadamente 27.000.000 de personas tienen entre 18 y 70 años, sin embargo, sólo 13.000.000 cuentan con algún producto financiero, acorde con datos que obtuvimos este año en SIISA (Servicio Interactivo de Informes S.A.)
¿Qué significa esto? Que más de la mitad de la población mayor de edad no está bancarizada, por lo que no tiene la posibilidad de financiarse.
Ante ese escenario vale hacerse la pregunta: ¿por qué esas 13.000.000 de personas que tienen ingresos no podrían acceder al crédito?
El acceso al crédito implica que las entidades financieras cuenten con propuestas para segmentos de la población que hoy no se encuentran bancarizados.
En un contexto social de proliferación de trabajos independientes y empleo informal de sectores de la sociedad no bancarizados, una pregunta que sobrevuela ante la necesidad de financiamiento para consumo es: "¿Seré apto para recibir un crédito?".
La era de la tecnología
En la era de la transformación tecnológica y la inteligencia artificial, las empresas lograron optimizar sus procesos, entre los que se encuentran la evaluación crediticia.
De esta manera, las herramientas IT se convirtieron en aliadas fundamentales para avanzar en la inclusión financiera y acelerar procesos para que cada vez más personas puedan tener acceso al sistema , aún sin contar con un trabajo formal.
¿Cómo se determina entonces quién puede tener acceso o no? Es lo que desde la empresa ayudamos a determinar.
En este marco, aparecen compañías que proveen por medio de procesos de innovación constantes soluciones de tecnología aplicada al mercado financiero tales como informes comerciales, score crediticio y motor de decisiones, entre otras.
Estas empresas acompañan a entidades financieras a conocer en profundidad a quienes solicitan sus productos, para que puedan tomar mejores decisiones frente a nuevas alternativas de originación de préstamos.
Teniendo la capacidad de colaborar en el acceso a financiación de sectores de la sociedad no bancarizados, o que directamente no están incluidos dentro del sistema financiero.
De esta manera, se pueden proveer soluciones con el objeto de que las entidades financieras aprueben la mayor cantidad de préstamos posibles, incrementando sus ventas y reduciendo la mora (falta de pago de los créditos otorgados).
Esta filosofía de trabajo consiste en recopilar información de segmentos no bancarizados para que logren ingresar al sistema financiero a través del acceso al crédito.
Mediante las distintas soluciones, las empresas financieras pueden contar con una pre-calificación instantánea entre personas de distintos tipos de actividad, monotributistas o autónomos, incluso de trabajadores informales, según su historial crediticio en diversos tipos de entidades en las que hayan operado alguna vez, por ejemplo en retails.
La evolución del crédito en la Argentina
Según datos oficiales del Banco Central, a fines del 2022 en materia de financiamiento el 54,5% de la población adulta accedió al sistema financiero ampliado (SFA).
Esto incluye también a emisoras de tarjetas de crédito y compras no bancarias, y a proveedores no financieros de crédito, el último informe de Inclusión financiera de la entidad advierte que en el mismo período el saldo total de financiamiento de personas humanas se redujo 13% en términos reales (descontada la inflación), continuando una senda decreciente.
Es en ese contexto que en mayo pasado, desde el Ministerio de Economía se anunció un incremento del 30% en los montos de compras en cuotas con tarjetas de créditos y del 25% para las operaciones de pago en una sola cuota.
Ante una economía que tiene a una gran cantidad de trabajadores económicamente activos en un lugar difuso en cuanto a sus ingresos reales, y a jóvenes que buscan ingresar año a año al sistema financiero, la tecnología basada en información de calidad abre las puertas a una oportunidad: el acceso al crédito para todos los segmentos de la sociedad.
*Por Mariano Sokal, Director de SIISA