Se trata de Remate Inmobiliario que trabaja también en su modalidad de franquicia. Todos los detalles de los nuevos objetivos y cómo aprovecharlos.
06.04.2021 • 17:30hs • Crecimiento
Crecimiento
Plataforma del sector inmobiliario continúa imparable y anuncia su expansión en América latina
La subasta online de inmuebles fue una de las sorpresas de la cuarentena. La modalidad demostró ser una forma ágil, transparente, confiable y muy simple de realizar transacciones inmobiliarias.
Remate Inmobiliario es una de las empresas que lidera esta revolución en la forma de realizar transacciones. La plataforma, desarrollada por una compañía argentina de proptech con base en Eslovenia, es muy sencilla y en ella puede registrarse de manera gratuita cualquier persona que así lo desee.
Su impacto en el mercado argentino fue tal que la modalidad llegará este año a otros países de América Latina.
"Esta es una tendencia que se está haciendo muy fuerte en Europa", agregó Bottger.
"Además de la expansión internacional, este año apuntamos al crecimiento nacional en la modalidad franquicia y representantes. Estamos creciendo muy rápido y la gran demanda de interesados en subastar en el interior del país nos motivó a dar el salto. Estamos integrando nuevos sponsors que nos ayudarán a transitar este camino de crecimiento", apunta Martín Bottger, CEO de Remate Inmobiliario.
¿Cómo funciona?
El sitio permite ofertar, mediante una puja las veces que sea necesario hasta que se cumpla el plazo estipulado de cierre. Para poder ofertar, es requisito abonar una cantidad de dinero equivalente al "derecho de puja", un monto variable que depende del valor del bien subastado, y que puede pagarse por Mercado Pago y otros medios ofrecidos por el sitio.
"Esta es una tendencia que se está haciendo muy fuerte en Europa", agrega Bottger, representante de la empresa en América Latina, "sobre todo a partir de la retracción de las ventas a nivel mundial a causa de la pandemia del COVID-19".
Luego de la puja, se alza como "ganador" aquel postor que más dinero haya ofrecido durante la subasta, mientras que quién quede en segundo lugar es considerado ganador suplente. Al resto de los ofertantes se les reembolsa el dinero pagado en concepto de derecho de puja y el remate se da por finalizado.
La particularidad de la plataforma es que cualquier persona puede subastar, no hace falta que sea una inmobiliaria o un desarrollador, puede ser también un propietario de manera individual. Sin embargo, toda propiedad que ingresa es aprobada por un comité evaluador y, llegado el momento, el proceso se perfecciona con la participación de una Escribanía homologada, una inmobiliaria, el propietario del inmueble y el comprador.
El Comité tiene en
cuenta el perfil del interesado, edad, sexo, lugar de domicilio y ello cada vez nos permite comunicar mejor.
¿A qué apunta?
"Somos muy puntillosos a la hora de analizar los datos. El Comité tiene en cuenta el perfil del interesado, edad, sexo, lugar de domicilio y ello cada vez nos permite comunicar mejor. Nuestro objetivo no es llenarnos de propiedades sino tratar de priorizar aquellas que no tengan problemas legales y sobre todo estén en el rango de valor subasta, esto analizado por el tribunal de tasaciones. Hemos tenido la experiencia de propiedades que estaban abandonadas en los portales y que, con el precio correcto, retomaron visibilidad, consultas y visitas, aumentando un 30% los cierres".
El plazo para las subastas es de tres semanas, lo que asegura al vendedor altísimas posibilidades de lograr la venta, al mismo tiempo que crea las condiciones necesarias para que los compradores logren adquirir propiedades a un excelente valor.
"En Remate Inmobiliario se subastan todo tipo de bienes inmuebles, siempre y cuando cuenten con la documentación en orden y que su valor sea acorde a una subasta, es decir entre un 30 o 40% por debajo del valor de mercado" concluye el CEO.
Remate Inmobiliario ofrece un modelo que genera en el público comprador la avidez por ganar la puja con el fin de lograr la compra de la propiedad. Así, el proceso consigue tanto para el comprador como para el vendedor un precio equilibrado y justo de mercado basado en el ejercicio directo de la oferta y la demanda.