¿Quién no soñó de chico con ganarse la vida divirtiéndose, por ejemplo jugando videojuegos? Muchos de los que crecieron en pleno apogeo de las consolas o disfrutaron del boom de los "fichines", se imaginaron durante parte de su infancia un futuro con un joystick entre sus manos.
El tiempo pasó y la industria, al igual que toda esta generación, creció. Hoy, el gaming mueve cifras millonarias que antes parecían inalcanzables:
- Hay 400 millones de usuarios a nivel global que juegan cada mes
- El sector generó ganancias por casi u$s200.000 millones en 2020, superando a la industria del cine
- El 75% de quienes tienen un smartphone ya adoptó videojuegos móviles como parte de su vida cotidiana
Argentina no es la excepción. En la primera semana del aislamiento, el uso de Internet para juegos aumentó un 100%. Además, se registró un avance del 20% en la cantidad de gamers y el 40% de los usuarios casuales profundizó su interés por el entretenimiento digital.
De la mano con esta tendencia, la industria de los esports (la rama competitiva de los videojuegos) también se profesionalizó, con una camada de nuevos talentos que se dedican al "sueño del pibe": jugar como trabajo.
De la mano con el desarrollo de los jugadores, se comenzaron a crear una gran cantidad de oportunidades laborales en torno a este sector para quienes quieran sumergirse en el mundo de los videojuegos profesionales.
Oportunidades laborales
Por eso, detrás de las luces que se llevan quienes suben a los escenarios a competir se encuentran nuevos roles entre los que se destacan dentro de la parte deportiva:
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Coach: el "entrenador", encargado de la estrategia, agendar entrenamientos y planificación del equipo
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Manager: elige a los entrenadores y busca jugadores
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Analista: se especializa en la parte táctica, tanto propia como de los rivales
- Directores deportivos
- Psicólogos
También existen posiciones en la división de contenidos, muy valorada por las marcas, compuesta por profesionales que dan visibilidad de lo que hacen los jugadores para que lo consuman los fans. En este caso, hay roles como jefe de contenidos, director creativo, diseñadores gráficos, ilustradores y editores, técnicos de streaming, guionistas, y encargados de redes sociales.
Por último, pero no menos importante, se destaca el área administrativa, que demanda contadores, abogados y responsables de comercial, marketing y publicidad, entre otros.
"En un principio, cuando la industria empezó a expandirse y se necesitaban cubrir nuevos roles, los profesionales provenían de otros rubros muy ligados a los deportes, tecnología y, sobre todo, jóvenes talentos basados en tratar de expandirse", comenta a iProUP Sabrina Gutiérrez, Regional Business Director en Isurus, uno de los equipos más importante del país.
En esta sintonía, la directiva explica que la industria de los esports hoy "está mucho más establecida" y, por lo tanto, los equipos tienen claro que al éxito no se accede solo con los jugadores. "Es un trabajo que implica el esfuerzo de muchos profesionales con conocimiento en la materia que desempeñan", remarca.
Agustín Roel, fundador de la Consultora de esports Performance Upmind y psicólogo deportivo, confía a iProUP que la cantidad de expertos ligados al rendimiento son los que están creciendo por sobre el resto.
"Desde la agencia brindamos servicios ligados a esto, como psicólogos, kinesiólogos, médicos, nutricionistas, profesores de educación física, entre otros. Los psicólogos son cada vez más demandados. En 2018, casi ningún club de Latinoamérica tenía y hoy prácticamente todos cuentan con uno", comenta Roel.
La agencia brinda asesoramiento a varios de los equipos más importantes del país como Leviatan, Malvinas Gaming, Globant Emerald Team, River Plate, Isurus y 9z.
Respecto a la demanda de profesionales de diversas disciplinas, los expertos coinciden en que "está en crecimiento". Aseguran que todos los roles son partes fundamentales en un equipo que "busque la excelencia deportiva", con un fuerte interés en el área de creatividad, contenido y psicología.
"El mercado crece a pasos agigantados. Pasamos de una o dos gaming offices a más de 20 en un solo año. Argentina tuvo una explosión con la aparición de tantas organizaciones nuevas buscando invertir", asegura a iProUP Nicolás Crespo, director deportivo en Stone Movistar (el equipo de Diego "Peque" Schwartzman) y presidente de DEVA eSports.
Según el directivo, "ocurre algo similar en otros países de la región, pero no es tan abrupto como fue localmente" y adelanta: "Veo un escenario muy interesante desarrollándose".
Guillermo Mariné, director de la Certificación Avanzada en Gestión de Entidades Deportivas del ITBA, comenta a iProUP que "es importante tener profesionales que abarquen las áreas de creación de contenido, publicidad y acciones comerciales y gestión, porque además de ser competencias, los esports son entretenimiento y show".
En este sentido, agrega que al igual de lo que sucede en el mundo del fútbol, que tiene salarios globalizados o regionalizados, el personal administrativo y de gerencia de un equipo de deportes electrónicos cobra el 50% del sueldo de un jugador, aproximadamente.
Incipiente pero prometedor
Si bien se trata de un mercado que demanda cubrir cada vez más puestos de trabajo, todos los especialistas coinciden en que hay mucho camino por recorrer. Además, coinciden en que todavía faltan carreras o especializaciones educativas que apunten específicamente a este sector.
Javier de los Santos, manager general de eBRO Gaming, nueva apuesta de Juan Sebastián Verón dentro de los esports, comenta a iProUP que "al tratarse aún de un mercado pequeño, suelen ser profesionales iniciados en otro rubro que llegan a los esports por interés personal".
"Cada vez son más las oportunidades de trabajo que surgen en el ecosistema gamer y, por ello, diferentes instituciones educativas comienzan a orientar talleres y cursos específicos sobre este mundo en diferentes disciplinas", completa.
Roel advierte que uno de los principales problemas de las organizaciones está relacionado con la "caza de talento" bien orientado a este mercado, ya que aún carece de capacitación académica.
"Muchos venimos del campo del deporte más tradicional y nos acomodamos a estos espacios. En Argentina y Latinoamérica hay un programa ejecutivo de esports en la Universidad de Palermo y nosotros desde Upmind ofrecemos algunos cursos", agrega Roel.
"Durante mucho tiempo, la capacitación fue autodidacta e inventándose sobre la marcha, preguntando a otros que cubren ese rol. Ahora van surgiendo opciones de capacitación", comenta Crespo y agrega que desde DEVA son pioneros en la gestión de proyectos educativos.
No sólo buscan jugadores: también hay puestos de gestión y creatividad
"Tuvimos el primer programa ejecutivo con la UP, de todo Latinoamérica. Sacamos el primer taller y ahora lanzamos nuevamente la primera diplomatura de la región con la Universidad de Río Negro. Todavía falta crear cursos de formación especiales para cada área: lo primero será adaptar carreras y cursos existentes a esta industria", añade.
Por su parte, Gutierrez destaca que "muchos profesionales de la industria consumen los esports como hobbie o espectáculo, habiéndose desarrollado profesionalmente en otros rubros".
"Pero en el marco de una expansión tan grande como la que vienen atravesando los deportes electrónicos, hoy hay lugar para todos y cada vez son más los fanáticos de los esports que desde su profesión desean y buscan trabajar en el sector", resalta.
Asimismo, la directiva señala que Isurus "es una organización más que un equipo competitivo". Por eso, tanto para ellos como para otros teams, resulta fundamental la formación con talentos interdisciplinarios para dar los primeros pasos y competir realmente en el más alto nivel.
En este último punto, Roel agrega que es fundamental también cuidar la estabilidad económica de la organización. "Hay que procurar que las finanzas sean saludables y dentro de esa estructura contemplar los ingresos, sponsors, marketing, entre muchas otras cosas. Y ahí es donde entran las otras patas de la estructura", señala.
La directiva además remarca que "la pata deportiva y la del espectáculo van de la mano. Los jugadores en alto rendimiento pueden sentir el estrés y es necesario tener un equipo de profesionales que acompañe para que rindan a su máximo y cuiden su salud".
En este contexto, a quienes todavía sueñan con trabajar en el mundo de los videojuegos se les abren nuevos horizontes y un mercado incipiente que está a la caza de nuevos talentos.