Jean Pierre Saint Hubert, CMO de Alkemy, explica por qué es subestimado el universo de profesionales mayores de 50 años pese a que aún puede aportar mucho
20.03.2025 • 16:00hs • Columna
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La 'Silver Economy' no es un plan B; es el talento que las empresas aún no saben aprovechar
En el mundo empresarial, hay una verdad incómoda: seguimos evaluando talento con paradigmas obsoletos. La Silver Economy —ese universo de profesionales mayores de 50 años que aún tienen mucho por aportar— sigue siendo subestimada. Y lo peor no es la resistencia cultural a contratarlos, sino que las decisiones siguen basándose en preconceptos, no en datos.
En Alkemy, hemos medido más de 10.000 habilidades en esta población y los resultados son reveladores: las diferencias entre universitarios y no universitarios casi desaparecen con la experiencia laboral.
De hecho, en ciertos rangos etarios, los no universitarios incluso performan mejor. Sin embargo, cuando miramos la tasa de contratación, la historia es otra: la brecha sigue siendo enorme.
El problema radica en que seguimos obsesionados con la formación académica como garantía de éxito. En la población hasta 40 años, los universitarios tienen un mejor desempeño promedio (55% vs. 50%), pero la diferencia en la contratación es mucho mayor que esa brecha del 5%. Es decir, seguimos eligiendo basados en diplomas, no en habilidades reales. Y en el caso de los profesionales senior, este sesgo es aún más marcado.
Cuando analizamos las soft skills, los datos vuelven a desafiar nuestras ideas preconcebidas. En habilidades como comunicación efectiva y atención al detalle, la Silver Economy tiene un rendimiento superior. Y en términos de resiliencia y negociación, las diferencias con los más jóvenes son aún más pronunciadas. Aun así, las empresas siguen apostando mayoritariamente por talento joven, aunque los datos no respalden esa decisión.
Un área donde la resistencia es más evidente es la adopción de nuevas tecnologías. Pero, ¿qué tan difícil es capacitar a un silver en IA? La respuesta rompe otro mito: con conocimientos básicos de uso de PC o celular, en menos de dos horas pueden utilizar herramientas como ChatGPT o Gemini para optimizar su trabajo. La curva de aprendizaje no es un obstáculo, el problema es la falta de oportunidades para demostrarlo.
El desafío para las empresas no es solo incorporar talento senior, sino repensar sus procesos de selección y capacitación. El futuro del trabajo no se define por la edad, sino por la capacidad de adaptarse, aprender y aportar valor. Y en eso, la Silver Economy tiene mucho que enseñar.
La expectativa de vida está en ascenso, y lo que antes se consideraba +50 hoy es completamente distinto. Estamos hablando de profesionales con décadas de experiencia, que aún tienen mucho que aportar y que, con las herramientas adecuadas, pueden seguir sumando valor en el mundo del trabajo. Aprovechar este talento no es solo una cuestión de inclusión, sino una estrategia inteligente para cualquier empresa que quiera mantenerse competitiva.
El cambio no es opcional: es estratégico. Mientras algunas compañías sigan cerrando la puerta al talento senior, otras van a capitalizar esa oportunidad. La pregunta es simple: ¿en qué lado de la historia querés estar?
*Por Jean Pierre Saint Hubert, CMO y founder de Alkemy