Esta red profesional, global por antonomasia, ha cerrado el 2020 con 740 millones de miembros en 150 países, cuyas interacciones generaron más de 4.800 millones de conexiones online: el 60% de esa ingente masa de usuarios ha teletrabajado (en comparación con el 8% de finales del 2019).
Su director general para España y Portugal, Ángel Sáenz de Cenzano, se declara convencido de que una gran parte de esos miembros va a seguir trabajando desde sus casas parte de la semana cuando se dé por cerrada la crisis sanitaria.
En consecuencia, espera que el negocio de LinkedIn seguirá creciendo a su ritmo habitual del 20% anual. Pero es un negocio en plena transformación. En sus primeros años –nació en mayo del 2003– y aún hoy, la imagen que muchos tienen acerca de LinkedIn es que se trata de un instrumento idóneo para la búsqueda de empleo profesional. Sáenz de Cenzano admite que ese rasgo probablemente ha servido como gancho para la captación masiva de usuarios, pero con el paso de los años estos "son mucho más activos tras descubrir otras posibilidades, como un caudal de relaciones en su esfera profesional o de oportunidades comerciales".
De hecho, en estos últimos tiempos, la función que más ha potenciado el uso de su red es el aprendizaje. "Por un lado, la gente siente la necesidad de mantener sus conocimientos actualizados; por otro, la digitalización ha creado facilidades para aprender a distancia".
La pandemia disparó las búsquedas laborales y la necesidad de encontrar nuevas conexiones en la plataforma
Desde que Microsoft compró LinkedIn a mediados del 2016, por 26.200 millones de dólares, ha mantenido separadas las operaciones, con el fin de preservar su espíritu original. "No conozco ningún otro caso equivalente", apunta Sáenz de Cenzano, con 20 años de carrera en Microsoft. Las líneas de negocio de ambas organizaciones han crecido en paralelo, señala, "hasta que ha llegado el momento en que, por volumen y porque así lo exige la experiencia del cliente, se ha decidido acercarlas".
La digitalización es decisiva, pero crece la demanda de perfiles con formación humanística
Explica, además, que en esta etapa "trataremos de hacer visible la oferta de un conjunto coherente de soluciones, abriendo el arco de colaboración entre ambas organizaciones". Coincidiendo con el éxito que está teniendo Teams, "herramienta que nunca hemos considerado como una mera solución de videoconferencia", algunas prestaciones de LinkedIn están convergiendo en Microsoft Viva, iniciativa definida como "plataforma de experiencia del empleado". Desde esta, el usuario tiene acceso a las aplicaciones y a la colaboración en equipo, que hace extensiva a funciones que siguen siendo un rasgo propio de LinkedIn.
Todo ha cambiado con la covid. "Internamente, hemos perdido ese punto neurálgico que era la oficina como lugar de trabajo; externamente, el reto de mantener el hilo con nuestros clientes, a los que les está pasando lo mismo. Puede decirse que el mercado es diferente porque los entornos de trabajo ahora son diferentes".
Desde luego, el teletrabajo no nació de la pandemia, pero esta ha alterado los usos de LinkedIn para muchos millones de sus miembros. Ha aumentado el tiempo de presencia ante una pantalla, lo que a su vez incentiva el uso de plataformas digitales. Las entrevistas de trabajo no volverán a ser como antes. Y muchas profesiones y labores que pretendidamente están ligadas a un centro de trabajo también se pueden hacer a distancia. "La disponibilidad de tecnología tiene mucho que ver, pero lo más importante es que abre oportunidades de acceso al talento, que ya no depende de si el individuo vive en Santander, en Barcelona o en París".
El crecimiento de la plataforma también fue de la mano del incremento del teletrabajo y el formato freelance
Empíricamente, LinkedIn ha sido un termómetro de las tendencias del empleo en los segmentos profesionales, ya que con 13 millones de miembros en España, esta red profesional agrupa a más de la mitad de la población activa. El estudio más reciente de la compañía, Empleos en auge, recoge la experiencia de los primeros diez meses de pandemia; la necesidad de contratar personal no ha descendido, ni mucho menos, pero ha mostrado las disfunciones del mercado laboral.
"En España se han perdido muchos puestos de trabajo, pero al mismo tiempo hay que destacar el auge de 15 categorías debido a cambios en la conducta del consumidor y/o a necesidades afloradas durante este periodo". La necesidad obliga; han aumentado un 92% los puestos educativos con aptitudes digitales (en un 61% son mujeres) y la contratación de profesionales médicos y paramédicos un 55% (en un 70% también mujeres).
El teletrabajo seguirá siendo habitual cuando haya pasado la pandemia
Predominan los roles con componentes digitales, señala Sáenz de Cenzano. "La digitalización ha penetrado en sectores que en principio uno no ve como tecnológicos. Vemos que las estrategias empresariales están muy influidas por la gestión y el análisis del dato y que la disciplina denominada customer experience está en los primeros puestos del ranking". La conclusión es obvia: escasean profesionales (y los disponibles están en LinkedIn).
Otro factor de mercado es el relevo generacional. "Se empieza a entender que las relaciones laborales requieren un tratamiento diferente en lo referente a la contratación y la retención del talento. Las empresas buscan personas con competencias distintas a las que empleaban hace no mucho tiempo. No necesariamente son capacidades tecnológicas –Sáenz de Cenzano cree observar una mayor demanda de formación humanística–, que son más propias de profesionales jóvenes". En definitiva, concluye con la convicción de que se ha abierto una nueva agenda de recursos humanos dentro de las empresas, indicó La Vanguardia.