En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, celebramos los logros de mujeres que desafiaron barreras y transformado el mundo a través de su curiosidad, ingenio y perseverancia. Pero este día no solo es un homenaje al pasado; también es una invitación a reflexionar sobre el futuro que queremos construir.
En un momento histórico donde la inteligencia artificial (IA) redefine nuestras sociedades, surge una pregunta clave: ¿Cómo podemos liderar esta revolución tecnológica desde una perspectiva inclusiva, ética y humana?
La IA generativa ya ha demostrado su capacidad para transformar industrias, desde la creación de contenido hasta la optimización de procesos empresariales. Sin embargo, estamos ante una nueva ola aún más disruptiva: la llegada de la Agentic AI, sistemas autónomos diseñados para resolver problemas de manera flexible, sin necesidad de ser preprogramados en cada detalle.
Este avance plantea desafíos profundos, especialmente para quienes tienen la responsabilidad de liderar. En un mundo donde las máquinas aprenden y toman decisiones con mayor autonomía, ¿Qué significa realmente liderar?
Liderar en tiempos de cambio tecnológico
La IA no es simplemente una herramienta que acelera procesos o mejora la eficiencia; su verdadero impacto radica en cómo transforma el rol de las personas en el trabajo, especialmente el de quienes lideran.
Hoy, liderar no se limita a gestionar equipos o alcanzar objetivos tradicionales. Es mucho más complejo: implica integrar tecnologías avanzadas en los procesos, interpretar los datos que estas generan y tomar decisiones estratégicas y éticas basadas en ellos.
Pero, sobre todo, liderar en esta era significa conectar la tecnología con las personas, asegurando que su impacto sea positivo, equitativo e inclusivo.
La Agentic AI refuerza esta necesidad de transformación. Aunque promete flexibilidad, autonomía y aprendizaje continuo, también obliga a los líderes a repensar su papel. Ya no se trata de controlar cada detalle, sino de convertirse en visionarios capaces de definir objetivos claros, guiar estrategias y garantizar que estas tecnologías trabajen al servicio de las personas, no al revés.
El liderazgo debe ser más humano
El gran desafío del liderazgo en la era de la IA no es técnico; es profundamente humano. Necesitamos líderes que sepan construir entornos colaborativos, incluir voces diversas y tomar decisiones que prioricen el impacto social y ético de la tecnología.
Desde mi experiencia en el sector público y privado, aprendí que la diversidad no es solo un valor ético, sino una ventaja competitiva. Los equipos diversos aportan perspectivas únicas que enriquecen las soluciones, especialmente en áreas complejas como los datos y la inteligencia artificial.
La IA, por poderosa que sea, no puede resolver problemas por sí sola. Son las personas quienes definen los objetivos, seleccionan los datos y evalúan los resultados. Por eso, el liderazgo del futuro no necesita únicamente expertos técnicos, sino individuos que comprendan las dinámicas humanas, que puedan colaborar con herramientas autónomas y guiar estos avances hacia el beneficio colectivo.
Un llamado a la acción: liderar desde las oportunidades
En este contexto de transformación tecnológica, lo que realmente importa no es de dónde venimos, sino hacia dónde queremos llegar. La ciencia y la inteligencia artificial no tienen género ni un camino único para acceder a ellas. Lo que requieren son curiosidad, compromiso y la capacidad de adaptarse a los desafíos.
Creo firmemente que todos tenemos el potencial de alcanzar nuestras metas. Por ello, es esencial fomentar una mentalidad de crecimiento y autoconfianza, donde cada individuo pueda reconocer y desarrollar sus habilidades únicas.
Como líderes, nuestra responsabilidad es abrir puertas y crear espacios donde las personas puedan desarrollarse plenamente. La tecnología puede ser una herramienta poderosa para transformar el mundo, pero es nuestra tarea asegurarnos de que todas las voces sean escuchadas y que todos tengan la oportunidad de ser parte de ese cambio.
En lo personal, mi camino hacia el mundo de los datos y la inteligencia artificial no fue lineal ni convencional. Provengo de una formación que, a primera vista, parecía ajena a este campo. Sin embargo, descubrí que mi perspectiva humana era una fortaleza.
Esa es mi invitación para todos: que nadie se limite por lo que cree que "debería saber" o "de dónde debería venir". El talento, la creatividad y las ganas de aprender son las claves para liderar el futuro, sin importar el área.
Un liderazgo transformado por la IA
La inteligencia artificial está redefiniendo lo que significa liderar y su impacto irá mucho más allá de lo que hoy podemos imaginar. Tecnologías como la Agentic AI nos muestran que el futuro no dependerá únicamente de las herramientas que desarrollemos, sino de cómo las integremos y del propósito que les demos.
El liderazgo del futuro no será definido por algoritmos; será definido por las personas que los guían. Necesitamos liderazgos más estratégicos, más inclusivos y, sobre todo, más humanos. Porque el progreso real no se mide por cuán avanzadas son nuestras tecnologías, sino por el impacto positivo que tienen en nuestras vidas y en nuestras sociedades.
En este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, recordemos que cada paso hacia adelante en la ciencia y la tecnología debe ser un paso hacia la inclusión y la equidad.
La inteligencia artificial puede transformar el mundo, pero depende de nosotros, como líderes, asegurarnos de que esa transformación sea justa, ética y verdaderamente humana.
*Por Natalia Jakubowski, Manager de Data & Analytics en NTT DATA