Casi uno de cada dos vecinos y vecinas en barrios populares no tiene ningún tipo de servicio financiero y un 20% extra que tiene y no lo sabe.
Entre quienes utilizan las cuentas bancarias, más de la mitad retiran todo el dinero de inmediato porque no confían en las instituciones financieras. Otro sector muy nutrido -compuesto por el 53%- tiene problemas para entender cómo funcionan las aplicaciones financieras.
Los datos preocupan y se desprenden de la primera investigación sobre inclusión financiera y pagos digitales en barrios populares de la Argentina. Aunque, según sus autores, esto no se trata de un llamado de atención sino de un llamado a la acción.
Uno de ellos es Ignacio Carballo, docente investigador de la UBA, la UCA, la Universidad Austral y otras universidades de la región y Director del ecosistema de programas Fintech para América Latina de la UCA. El experto asegura que el avance digital que se vio durante la pandemia no alcanzó a los barrios populares del país.
"Hubo un aluvión de apertura de cuentas bancarias, un boom en las cuentas digitales y de emisión de tarjetas prepagas fintech, pero en los barrios populares particularmente esto no se vio en absoluto. Lo que encontramos es la misma exclusión financiera que ya veníamos relevando", explica.
Según el estudio -realizado junto a la ONG Techo y con el apoyo de MasterCard- la banca que se utiliza no es privada sino pública, algo que se debe principalmente a la percepción de planes sociales. Es más: casi no hay presencia de las fintech.
"Encontramos que sólo un 17% declara que tiene una cuenta bancaria y fintech, y que los que no tienen cuenta bancaria pero sí fintech son menos del 6%, menos de 1 de cada 10. Realmente lo que se releva como el vaso medio lleno del Covid-19 a los barrios populares no ha llegado", lamenta Carballo.
Respecto del uso de celulares, el estudio asegura que ocho de cada 10 vecinos de estos barrios tienen un smartphone. "Sin embargo, encontramos algunos datos que alarman respecto a la conectividad: más del 50% va cargando al paso, más de la mitad también declara no llegar a todo el mes".
Y señala que "solamente el 23%, o sea menos de 1 de cada 4 tiene un plan mensual y sólo 1 de cada 3 tiene internet en la vivienda o en el comercio. Es decir, la puerta del vehículo digital está abierta pero claramente no están dadas las condiciones para que estas poblaciones ingresen de manera mayoritaria a este espacio".
El investigador asegura que esta realidad está marcada por la juventud que caracteriza a las financieras digitales, pero que no todo está perdido.
"Las nuevas empresas fintech están en el mercado hace tres años y medio, es muy poco. Por eso, más allá de que en alguna instancia tal vez se malinterpretaron nuestros hallazgos como un llamado de atención, nosotros lo que planteamos es que esto es un llamado a la acción", asegura.
Según Carballo, la situación se repite en toda Latinoamérica. "Absolutamente todas las cámaras y agrupaciones fintech de toda América Latina levantan en su misión la inclusión financiera", remarca.
Carballo indica también que "hay algo que es transversal a todo el informe y que venimos hablando hace rato y es la multidimensionalidad de la exclusión financiera. Una persona no está fuera de las finanzas por un único motivo".
"Si los consumidores tienen servicios financieros, pero los proveedores de servicios no los aceptan, no sirve de nada. Si el comercio acepta pagos digitales, pero le pagan en efectivo no sirve de nada. Y si la persona tiene una cuenta bancaria pero no conoce las ventajas, derechos y obligaciones que eso le da tampoco sirve de nada", asegura.
Mientras tanto. la misma pregunta sobrevuela: ¿Por qué es importante que las poblaciones vulnerables puedan tener acceso a las finanzas digitales?
"Porque básicamente las finanzas son el motor de toda la economía moderna. Lo que tenemos que tratar de hacer es que las finanzas lleguen a todos y todas pero principalmente a quienes más lo necesitan", responde Carballo.
En este sentido, el experto añade que "en una economía con un 40% de pobreza podemos pensar en finanzas que hagan la banca más eficiente. Podemos pensar finanzas digitales para aquellos que están desencantados con las tres cuentas bancarias que tienen la suerte de tener, pero realmente si queremos pensar finanzas para el desarrollo económico inclusivo tenemos que pensar en finanzas para la base de la pirámide socioeconómica", asegura.
Por, concluye: "Nosotros confiamos en que este informe deja buenas pistas sobre cómo hacer para diseñar productos y para impulsarlos en los barrios populares. En una Argentina con 65% de pobreza infantil habrá muchos tipos de inclusión financiera necesarias pero hay una que sin dudas es la más urgente y es la de las personas más vulnerabilizadas".