"Los chinos utilizan dos pinceladas para escribir la palabra 'crisis'. Una pincelada significa 'peligro', la otra 'oportunidad'. En una crisis toma conciencia del peligro, pero reconoce la oportunidad".
Esta frase atribuida a John Fitzgerald Kennedy (1917-1963), uno de los presidentes más apreciados de la historia de Estados Unidos, aplica al momento que atraviesa una de las tecnologías más revolucionarias de los últimos años: las criptomonedas.
Este tipo de activos digitales tiene a la minería como uno de sus pilares, que se basa en:
- Cada 10 minutos, la red lanza un problema matemático complejo
- Los mineros (galpones con supercomputadoras) compiten entre sí para resolverlos
- Quien lo soluciona, escribe las últimas transacciones en el nuevo bloque de la blockchain
- Al hacerlo, se queda con 6,25 bitcoins: la recompensa por aportar su poder de cómputo (hash) y hacer más robusto al ecosistema
Esta actividad es uno de los blancos de ataques de dos de las potencias del mundo -China y EE.UU.- y de diferentes "influencers", como el millonario Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX.
Así, el gigante asiático prohibió la actividad y provocó que miles de mineros busquen nuevos destinos para instalar sus granjas. En tanto, el país norteamericano está gestando una ley que también generará un fuerte impacto. Este escenario podría favorecer a la Argentina y a la región, si logran atraer a los capitales que están escapando de estas regulaciones.
Oportunidad
"China era muy relevante al tener un porcentaje de hash mundial muy alto. Pero desde que el gobierno les prohibió la actividad pasó a tener baja importancia. ¿Y cómo afecta esto al mundo cripto? En nada", afirma a iProUP Matías Bari, cofundador de SatoshiTango.
"Esa es la belleza de las criptomonedas: la red automáticamente ajustó la dificultad para que los dispositivos que quedan funcionando puedan validar transacciones y que todo siga igual", añade.
En cambio, la embestida de EE.UU. se basa en el proyecto de Ley de Infraestructura de Impuestos. Esta polémica norma, impulsada por un bloque de legisladores de varios partidos, establece que cualquier persona que transfiera activos digitales regularmente en nombre de otra será considerada un "bróker" y, por lo tanto, deberá reportar sus transacciones, lo cual alcanzaría a la minería.
En diálogo con iProUP, el especialista en criptomonedas y docente en CR Academia y UTN BA, Camilo Rodríguez, señala que "la iniciativa marca un gran corte en el tema de la innovación cripto en ese país", porque el minero no posee información sobre quién le está pagando la recompensa por su actividad.
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"Aquí entran en juego muchas disputas, especialmente en el alcance de la terminología. De prosperar la ley sin enmiendas, será muy perjudicial para todo el ecosistema cripto", advierte Rodríguez.
A su vez, Damián Miano, CFO de Lothal Mining, manifiesta que, si bien "cada caso tiene sus particularidades", se dan en un contexto en el cual los Estados dejaron de ver a las criptomonedas como una inversión relegada a pocos usuarios especializados o como un sistema marginal.
¿Qué se esconde detrás de estos ataques?
El abogado Andrés Burecovics, especialista en Derecho Interjurisdiccional, criptomonedas y mudanzas estratégicas, advierte a iProUP que la puja regulatoria entre "los países centrales" y estos activos digitales no es otra cosa que un choque entre sistemas.
"Los gobiernos están acostumbrados a una dinámica del ejercicio del poder que está basada en el control de la riqueza o del valor. Uno sigue un set de reglas que ellos imponen y así permiten hacer uso al individuo de la riqueza que ellos directa o indirectamente controlan", completa el experto.
Por su parte, Federico Goldberg, CEO de Tienda Dólar, coincide con Burecovics y suma que el conflicto nació cuando estas divisas digitales empezaron a tomar relevancia en el mundo gracias a su cualidad de ser dinero descentralizado.
"Lo vimos en los ciclos alcistas pasados y este no iba a ser la excepción. Pero la única realidad es que, a pesar de las ofensivas de países y firmas líderes, como los bancos a nivel mundial, tanto Bitcoin como Ethereum continúan con una capitalización de mercado altísima ya que cada vez más usuarios ven su valor agregado", manifiesta Goldberg y señala dos aspectos claves:
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El miedo al cambio, a aceptar algo nuevo, y que eso involucre una modificación radical en la forma de controlar, transaccionar, trabajar, etcétera
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El factor de perder la centralización y, por ende, el poder de control
Goldberg destaca que "en el mundo cripto se puede transaccionar sin que nadie pregunte nada, en solo segundos. Eso representa un cambio gigante en las reglas de juego".
Miano señala que "no debe perderse de vista que China está en proceso de desarrollo del yuan digital, su moneda digital de banco central (CBDC) con un amplio poder de centralización. Es por ello que pretende restringir o controlar el uso de criptomonedas, mientras que EE.UU. está avanzando en regulaciones impositivas".
En este último caso, Miano subraya que "están enfocadas principalmente en los exchanges, y también con normativas referentes a políticas de KYC (conozca a su cliente) y AML (antilavado), pero buscando una integración con el sistema financiero tradicional".
Para Burecovics, "el cambio de paradigma económico que representan las criptomonedas es tal, que es imposible que el viejo sistema no intente resistirlas. Los gobiernos inteligentes, como Suiza, ya se dieron cuenta que la solución para permanecer relevantes pasa por la integración y la sinergia".
La oportunidad para la región, con la Argentina a la cabeza
La minería no solamente se mueve detrás de la ganancia económica. Es una actividad que busca reglas de juego claras, como ocurre con cualquier otro negocio. Por lo tanto, resulta clave establecer políticas de largo plazo con regulaciones que permitan el desarrollo continuo.
"La legislación que se está tratando en Paraguay apunta a que la minería represente un sector de gran relevancia en su PBI. La gran ventaja que tienen es el exceso de potencia eléctrica, que puede canalizar en esta actividad. Pero, al igual que la región en general, en muchas zonas aún faltan desarrollos de infraestructura para aprovechar ese potencial", lamenta el CFO de Lothal Mining.
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Además, el especialista destaca que la tecnología blockchain también se beneficiará con la implementación de progresos relacionados con la Economía del Conocimiento en diferentes industrias. "Sin dudas, Latinoamérica puede ser una región líder en ese desarrollo", destaca.
Para el experto, "es fundamental que, de establecerse regulaciones, sean equilibradas y modernas, tanto en minería como otras actividades relacionadas con criptomonedas y blockchain.Eso le permitirá a la región, y a la Argentina en particular, atraer inversiones de largo plazo, generar empleo, incrementar la recaudación impositiva y hasta ofrecer mayor seguridad a los inversores".
Burecovics coincide con este análisis y agrega que "una forma bastante efectiva de aprovechar la oportunidad que brindan los mineros que se van de China o Estados Unidos, podría residir en exenciones impositivas para este tipo de operaciones que trabajen con electricidad 100% limpia y así fomentar el desarrollo de la industria de las energías renovables en su totalidad".
Al respecto Federico Goldberg agrega que se está frente a una oportunidad histórica de atraer capitales para países no centrales. "Sería maravilloso abrirle las puertas a la minería en nuestro país. Si además se los ayuda a instalarse para que este proceso sea rápido, sería aún mejor", subraya el CEO de Tienda Dólar.
Además, indica que "al ser una actividad que puede realizarse en cualquier lugar con conexión a Internet, ayuda a su federalización", y destaca a la Patagonia como una zona "espectacular" para emplazar esta industria.
"Abrirle la puerta a la minería sería algo acertado. Es una oportunidad para dar empleo de calidad ya que, además, es un trabajo 24/7, por lo que siempre hará falta un triple turno y para ello es clave permitir entrar las máquinas de minería sin burocracia", indica.
Y concluye: "Los beneficios no solo tendrán que ver con el ingreso de divisas, sino también con muchísimos criptonómades mudándose a la región. Ser un país crypto-friendly es pensar a futuro".