La industria vinculada con la innovación, con las nuevas formas de producir, cobrar y vender, con el rubro servicios y con la tecnología en particular, apunta a ser el gran motor que saque adelante a la Argentina.
Sólo en 2018 el sector IT (tecnología de la información) exportó u$s1.700 millones sobre un total de u$s3.300 millones facturados a nivel país, y ya se perfila como una de las fuentes más importantes en la demanda de empleo, desarrollo profesional y generación de ingresos.
En el marco de la promulgación de la Ley de Economía del Conocimiento, los especialistas auguran un futuro promisorio para esta rama de actividad. Los más optimistas vaticinan la creación de más de 250.000 puestos, que podrían llegar hasta los casi 450.000 a mediano plazo.
En rigor de verdad, el Gobierno porteño se interesó en esta industria "sin chimeneas" hace más de diez años, cuando inauguró el Distrito Tecnológico en el barrio de Parque Patricios.
Con un comienzo tímido, el concepto logró consolidarse en el imaginario emprendedor argentino que vio ese espacio de la ciudad como una parada obligada para iniciar, desarrollar y expandir todo tipo de iniciativas de base tecnológica. Incluso, se instalaron otras grandes compañías de la talla de Mercado Libre o Globant.
El proyecto nació en el marco de la política de Distritos Económicos, basado en la aplicación de incentivos fiscales regidos por la Ley 2.972 y modificada por la 5.927, cuya vigencia se extiende hasta el 2034. En este marco, la normativa establece que las empresas que se inscriban en el registro del Distrito Tecnológico acceden a las siguientes exenciones:
- Ingresos brutos o diferimiento del pago
- Impuesto de sellos
- Impuesto inmobiliario, tasa retributiva de alumbrado, barrido y limpieza; territorial y de pavimentos y aceras (ABL)
- Derechos de Delineación y Construcciones, CCT, CCA, Tasa verificación de obra y Generación de residuos sólidos urbanos
Con esta experiencia positiva en su haber, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta le está dando vida a un ambicioso plan por el que dará a luz el Parque de la Innovación (PI), una especie de "Silicon Valley" emplazado en una zona neurálgica de la Ciudad.
12 hectáreas de innovación
En la búsqueda de consolidar esta nueva iniciativa, el jefe de gobierno porteño, entusiasmado, asegura: "El motor del desarrollo de la Ciudad tiene que pasar por las industrias creativas, que aportan entre el 9 y el 10% del PBI. Representan el trabajo del futuro".
El lugar en cuestión, ubicado donde funcionaba el Tiro Federal, está compuesto por 12 hectáreas de las cuales más de la mitad constituirán un nuevo espacio público que será incorporarado a la Ciudad, en tanto que más de tres hectáreas se convertirán en nuevas plazas verdes.
Allí, la Ciudad de Buenos Aires buscará potenciar el desarrollo científico, tecnológico y socioeconómico. Se concentrarán actividades innovadoras de instituciones públicas y privadas relacionadas con espacios gestionados por un ente público no estatal, aceleradoras, incubadoras, fondos de venture capital, emprendedores, Pymes y departamentos de grandes empresas.
"Esto está alineado con el desarrollo y la necesidad de generar el empleo del futuro. Hay una hilación previa para el crecimiento del país, en el que se necesita trabajo sostenible, competitivo y de calidad", asegura a iProUP Ignacio Stegmann, el titular del Parque de la Innovación.
Pero, ¿por qué fue elegido ese espacio? ¿cuáles son sus principales atractivos? Stegmann destaca tres puntos importantes que despiertan el interés de los distintos actores:
- Disponibilidad de infraestructura de primer nivel. Se destaca una nueva subestación eléctrica para evitar cortes en el suministro de energía y un entramado de conectividad que promete alta calidad y disponibilidad 24-7
- Ecosistema innovador. "El que se instala acá tiene que ver el valor agregado de la innovación abierta", asegura Stegmann. Por eso, al Gobierno porteño le interesa la vinculación entre universidades, investigadores, emprendedores, empresas y Estado
- Tierras baratas. Se realizarán subastas con cargo para adquirir los lotes. Esto significa que solo podrán pujar compañías o entidades de un mismo rubro, lo que reduce notablemente el precio del m2. Se está previendo un mantenimiento de, por lo menos, 10 años
La inversión para realizar este proyecto busca que todo el desarrollo de la infraestructura sea "auto-sustentable". Para eso se vendieron 1,5 hectáreas en 151 millones de dólares a las familias Werthein y Sielecki.
De este monto, que será entregado en distintas etapas, el 20% se utilizará para invertir en obra pública para el Barrio 31, mientras que el 80% restante se destinará a la reubicación de Tiro Federal en Costanera, además de la implementación de la infraestructura propia del parque y la unión con Ciudad Universitaria.
La elección del lugar, según explica el funcionario, tampoco fue casual, en tanto que la conexión con los medios de transporte es un aspecto a apuntalar. Para eso, se ampliará el puente Labruna, se abrirá una nueva calle lindera y se mejorará el acceso a las estaciones de trenes y subtes, además de implementar un sistema de combis que vincule los puntos neurálgicos de transbordo.
"Habrá un análisis de las líneas de colectivos, pero se realizará una vez que esté en marcha el parque. Además, se mejorará el acceso peatonal y la conectividad directa de bicicletas con las universidades y sistemas de estacionamientos subterráneos para evitar la circulación vehícular", explica Stegmann.
Es importante destacar que los fondos con los que se solventarán las tareas se amparan en la ley 5.558, que creó la Agencia de Bienes de Sociedades del Estado.
Todo este proyecto será administrado por una entidad pública no estatal que está en proceso de creación. Este ente buscará una gobernanza mixta, con la participación del sector público, universidades, organizaciones privadas y organismos nacionales.
Proyecto 2022
Para diferenciarse de los distritos Tecnológico (de Parque Patricios) y Audiovisual (de Palermo y Colegiales), el Parque de la Innovación apuntará a desarrollar un grupo de sectores de la economía del conocimiento predefinidos por la administración porteña: nanotecnología, biotecnología y salud, aunque otras tecnológicas también formarán parte de este nuevo clúster.
A finales de este año se iniciará la oferta de espacio con el fin de que los actores interesados hagan su mejor apuesta para ganarse el lugar que deseen. Será la reserva de futuro, pues serán 100.000 metros cuadrados los que se ofrecerán a los privados bajo esta modalidad, sobre un total de 157.000 m2 destinados a este sector, el más extenso.
En metros cuadrados, el Parque de la Innovación se distribuirá de la siguiente manera:
- 157.000 para el sector privado
- 65.000 para el sector público
- 45.000 para residencias
- 43.000 para usos mixtos
- 23.000 para oficinas
"Para hacer el masterplan se hizo un concurso público. En este proceso vimos que hay actores muy distintos que tienen que convivir y relacionarse", suma Stegmann.
Además de la Universidad de Buenos Aires (que ya cerró su participación en el proyecto), está firmada una carta de intención con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el CONICET, con la idea de vincular la investigación pública y la innovación privada. También el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI) tendrá su propio espacio junto con un área de "ventanillas únicas" para que emprendedores puedan patentar las ideas de forma sencilla. Para lograr la ansiada vinculación e interacción entre los actores, el PI buscará que el 40% de las plantas bajas tenga usos comerciales para bares, restaurantes y gimnasios, entre otros, en los que se pueda lograr esta vinculación de una forma más descontracturada.
También se dedicará un espacio para el coworking y otro para construir residencias universitarias, además de un edificio dedicado enteramente a la innovación.
"El parque está diseñado para que sea poroso", agrega el titular del PI y añade: "Queremos que las instituciones, las startups y las empresas convivan en este valle sin peatonal. Además, los parques del mundo no cierran a las 19, son lugares que tienen vida todo el tiempo".
Con el objetivo de lograr esta sinergia, se organizarán actividades, tanto con referentes del ámbito internacional como del resto de las provincias. Pero por ahora, todos son planos, maquetas y acuerdos en papel. La fecha estimada para empezar la construcción depende plenamente e la ejecución física.
Primero, deberá trasladarse el Tiro Federal, con fecha estimada para el primer trimestre de 2020. Luego, a mitad del año próximo, el Estado ya dispondrá de la tierra, por lo que se comenzará a construir la infraestructura. Las proyecciones oficiales prevén que el Parque de la innovación estará terminado para 2022.
Pero de nada sirve un hub de innovación alejado de las tendencias globales. Por eso, desde el organismo destacan la vinculación con otros parques del mundo. "Así, les damos un potencial enorme a los proyectos. Esto permite que el emprendedor explote, desarrolle y crezca, generar exportaciones y empleo", suma el vocero.
En vísperas de las próximas elecciones, Stegmann asegura que el desarrollo del PI no está en riesgo porque está avalado por una ley de la Ciudad, donde intervinieron todos los actores políticos y donde todos los involucrados ven el potencial del desarrollo de este sector.
"La Argentina y Buenos Aires tienen mucho potencial. Con cinco unicornios locales, este parque está hecho para potenciar el ecosistema argentino, donde hay un lugar destinado generar actividades y encuentros con actividades con entes del interior y del exterior. Todo esto es colaborativo, para construir más. Si el sector gana, el parque crece y todos ganamos", finaliza Stegmann.
Con el proyecto ya encaminado, las maquetas diseñadas y el dinero en el bolsillo, Larreta y su equipo ya pusieron en marcha su plan para convertir el norte de la ciudad en el Valle de la Innovación porteña.