La electrificación es un camino de ida que ya comenzaron a andar las grandes automotrices y los países más desarrollados con plazos concretos.
Algunos ejemplos:
- En Volvo contarán con una versión eléctrica de cada uno de sus modelos a partir de este año.
- Volkswagen ofrecerá 80 vehículos eléctricos antes de 2025.
- Toyota eliminará definitivamente los nafteros en 2050.
- Hyundai fabricará 38 autos ecológicos en los próximos 6 años.
Esos son solo algunos de los proyectos oficiales, los cuales coinciden plenamente con el interés de los países desarrollados: que los vehículos contaminantes dejen de circular por sus calles.
En cualquier caso, las empresas están concentradas en que el cambio de la movilidad es hoy y el desafío es ofrecer vehículos sustentables a menor precio, incorporando los nuevos propulsores a la vida cotidiana en todo el mundo.
Aunque en la Argentina todo esto parece lejano, lo cierto es que ya se dieron los primeros pasos y las automotrices se están "arriesgando". Además, la decisión de una lleva a la otra a tener que "apurarse" y cada vez son más los anuncios.
"Estamos ante un cambio de paradigma. En muchos países de Europa en 10 o 15 años no se venderán más autos de combustión interna. En la Argentina había que empezar en algún momento", dijo Diego Vignati, Country Manager de Nissan, durante el lanzamiento del LEAF, el primer auto de pasajeros 100% eléctrico a la venta.
No es la única automotriz que tomó una decisión en este aspecto y lo importante es que las promesas se están haciendo realidad.
El primer paso para la introducción de las nuevas tecnologías en el mercado local lo dio Toyota con el híbrido Prius, un auto que combina un motor naftero con uno eléctrico.
El segundo paso importante llegó con Renault y el Kangoo ZE, un utilitario de carga 100% eléctrico, el cual está pensado para un mercado más "comercial" por su diseño, aunque está disponible para el público en general.
Después fue el turno del Mercedes Benz GLC 350e, una versión híbrida (en este caso enchufable -plug-in hybrid) del SUV para el segmento mediano.
A esta marca de alta gama le siguió los pasos Lexus, que desembarcó en diciembre en el país con todas sus versiones que pueden elegirse con motorización convencional o híbrida.
Tras cada anuncio, y con los modelos disponibles en los concesionarios, se vio más rápido el cambio en el consumidor, quienes a la hora de hablar de nuevas tecnologías las están viendo como algo más "real y palpable".
Así lo explicaron en uno de los puntos de venta de Nissan y Renault que ofrecen eléctricos. Lo mismo sucedió en las consultas realizadas a Toyota: la automotriz lleva más años con el Prius a la venta, pero con la reducción del impuesto extrazona en 35%, bajó de precio y sumó clientes.
"Con la oferta creciente y muchas empresas hablando de sumar nuevos modelos, en los muchos consumidores empezaron en los últimos meses a hilar finamente en cada uno de los detalles que involucran a estos autos. Y la pregunta, más allá del costo inicial, es cuánto se ahorra en el día a día", explicaron en Renault.
Ante el cambio de escenario, en iProUP consultamos a cada una de las terminales para conocer realmente cuáles son los gastos que implica tener un eléctrico o híbrido, en qué se ahorra y cuándo se puede recuperar el alto costo de la inversión inicial.
El eléctrico de pasajeros: Nissan Leaf
Nissan arrancó la preventa del Leaf en u$s61.600, un auto que tiene una autonomía de casi 400km.
En este caso, el valor del vehículo se encarece porque lo alcanza el impuesto interno, cosa que no sucede con el Kangoo, que es utilitario de carga.
"El precio del Leaf no está al alcance del público masivo, nos gustaría que sea más barato, que no esté alcanzado por el impuesto interno. Por eso, si venderemos mucho o no se verá en la marcha, pero es una tecnología que es tendencia mundial y había que empezar", explicó Vignati.
Más allá del costo, el vehículo es muy económico en el uso diario. Y lo notable es que la autonomía es real y salvo en ruta, cuando se acelera y se gasta más, se conserva mucho tiempo su carga sin prácticamente moverse.
Según Nissan, el costo por kilómetro es un 70% más económico en este auto que en un modelo convencional. Los cálculos son los siguientes:
- El costo por kilómetro que se gasta en un auto mediano promedio es de $3,72.
- En un eléctrico, eso representa un gasto de recarga de batería de $0,36.
Es decir, para hacer un viaje de Buenos Aires a Rosario, que son 298 kilómetros, en un auto tradicional se gastaran $1.108; mientras que en uno eléctrico se necesitarán $107 para abonar la tarifa eléctrica.
Si esta ecuación se traslada a un recorrido mayor, por ejemplo, de 1.000 kilómetros, con un eléctrico se invertirán $361,74, mientras que con un vehículo convencional se gastarán 3.720 pesos. Es decir, con el costo del recorrido en un naftero, se podrían realizar más de 10 viajes en uno eléctrico.
Claro que acá surgen varias preguntas: ¿cuánto cuesta el auto y en qué tiempo se recupera la inversión?
Por ahora, hay una brecha muy grande entre un modelo convencional y uno eléctrico. En el caso del Leaf, su valor por encima de los $2.400.000 está lejos de otros medianos masivos, que con igual equipamiento de seguridad promedian entre los $800.000 y $1.000.000.
"Serán varios los kilómetros que habrá que recorrer para obtener beneficios. Sin embargo, quienes están animándose a esta tecnología y pueden pagarla aseguran que la elección va más allá del precio y tiene que ver con un cambio en el modelo de movilidad en el que las tecnologías menos contaminantes van ganando terreno", explica a iProUP un vendedor capacitado especialmente para comercializar este modelo.
Es decir, si bien siempre parece lejano el discurso a la realidad argentina, la desmitificación va llegando y cada vez lo entiende más el comprador tradicional.
También la existencia de los wallbox para instalar en los hogares y recargar el auto en 8 horas o el cable de emergencia para enchufarlo en cualquier lugar hacen más fácil la tarea de tener el auto siempre "cargado" para salir a la calle.
El utilitario que paga menos services: Renault Kangoo
Además del Leaf, el eléctrico que está a la venta en la Argentina es el Kangoo ZE. Y en este caso aparecen más ventajas.
Por un lado, es más barato porque no está alcanzado por el impuesto interno. El Kangoo ZE arranca en $1.229.500 (tiene una versión larga a $1.246.400) y ofrece una autonomía de 270 km. Las versiones impulsadas con motor a combustión –11 en total– cuestan entre 586.000 y 803.000 pesos.
Por otro lado, los costos de mantenimiento –muy importantes para quienes usan el vehículo como herramienta de trabajo– también son mucho más bajos.
De acuerdo a la información provista por Renault Argentina iProUP, la relación en términos de costo de consumo de combustible es la siguiente:
- La estimación por litro de combustible es de $40.
- La estimación por costo de energía es $2,20 Kwh.
Como resultado, para un viaje de 1.000 km se gastarán 155 Kwh, equivalentes a $341, frente a los 77 litros de combustible, que equivalen a $3.080.
Además, el Kangoo Z.E. no requiere cambios de filtros de aceite y combustible, bujías, ni correas de distribución.
Lo único que se puede requerir es el reemplazo de baterías, que tienen una vida útil aproximada de 8 años. Luego de ese período, el cliente debe ir a un concesionario oficial de vehículos Z.E. y reemplazarla. Desde la compañía se envía a Renault Francia para su reciclado.
El costo por la operación de recambio es de 1.250 euros (unos $54.000).
En cuanto a los servicios, los valores son los siguientes:
- A los 10.000 km, es de $1.970
- A los 20.000 km, es de $2.630
- A los 80.000 km, es de $8.540
- A los 90.000 km es de $2.630
Los híbridos: enchufables y no enchufables
En el segmento de los autos que combinan motor a combustión con uno naftero se destacan el Toyota Prius, los nuevos Lexus de alta gama (también pertenecientes a la japonesa) y el Mercedes Benz GLC 350e.
En estos casos, el gasto en ruta es mayor porque se usa más combustible, pero igualmente se consume mucho menos por kilómetro.
El Prius tiene un precio de venta de u$s36.500 o $1.363.300. Para tener una referencia, el valor es similar a un Volkswagen Vento, que se encuentra en $.1.200.000 aproximadamente.
Este modelo está equipado con un motor naftero 1.8 de 98cv y uno eléctrico de 72cv, con una batería de níquel-metal hidruro.
Según la empresa, el consumo combinado es de 4 litros cada 100 kilómetros. No se gasta en recargar la batería porque lo hace el auto por sí mismo, es decir, no es enchufable.
En ruta, cada 100km, declara un consumo de 4,9 litros, mientras que en el ciclo urbano, cuando el auto circula con el motor eléctrico a bajas velocidades, utiliza 2,4 litros.
Comparado con un auto mediano convencional, el promedio cada 100 km no baja de los 10 litros, salvo alguno muy económico que pueda reducirse a 8 litros.
Es decir, con el Prius se gastará la mitad que en un auto tradicional a combustible.
En cuanto al mantenimiento, los costos son similares a los de un Toyota Corolla, aunque la diferencia más importante es que tiene una garantía de 8 años. Por ejemplo, a los 10.000 km, el service del Prius sale 7.800 pesos.
En el caso del modelo de Mercedes Benz, que es híbrido enchufable, el precio es de u$s88.500. Lo interesante es que resulta más económico que otros modelos de la misma gama, ya que el más equipado con motor naftero supera los 90.000 dólares.
Este SUV requiere para funcionar de modo eléctrico recargar la batería, que tiene 35km de autonomía. Para eso, habrá que dedicarle unas horas enchufado a un tomacorriente. Esto se realiza en un plazo muy corto, menor a las dos horas, y el costo de electricidad es muy bajo.
En cuanto al consumo de nafta, es un modelo con motor grande: 2.0 turbo con 211cv y la caja de velocidades automática de 7 marchas. El motor eléctrico es de 116 cv y 340 Nm de torque. Cuando trabajan juntos, ofrecen 320 cv.
El consumo, según Mercedes Benz, es entre 2,5 y 2,7 litros cada 100 km en un ciclo combinado (ruta-ciudad). Sin embargo, a 120km/h, donde solo usa el motor naftero, puede ascender a 8,5 litros cada 100 kilómetros, con una autonomía de combustible de 500 kilómetros.
En el uso urbano se puede depender únicamente del motor eléctrico cuando se circula a baja velocidad y el gasto es menor. Si usa solo las baterías, gasta 1,2 litros cada 100 km. De todos modos, el consumo es bajo si se compara con un SUV de las mismas dimensiones.
De esta manera, cualquier modelo de nueva generación garantiza un gasto cotidiano muy inferior al auto convencional. Llevará tiempo recuperar la inversión, pero hay confianza en que las automotrices irán democratizando estas tecnologías y serán cada vez más accesibles. Además, el diesel tiene el tiempo contado en varios países y, a largo plazo, lo mismo sucederá con la nafta.