Blockchain puede tener una gran variedad de usos. Uno de sus más novedosos es el que está realizando Carnes Validadas, una plataforma argentina que permite la activación patrimonial de la cabeza de ganado mediante su tokenización. Es decir, permite utilizar la tecnología blockchain en la industia ganadera, y poder conocer la ruta de la carne que se está consumiendo.
Diego Heinrich es el CEO y co-fundador, junto a Nicolás Balestrini de Carnes Validadas
Por un lado, le brinda seguridad al consumidor final, y por el otro le otorga al productor la posibilidad de poner en garantía la cabeza de ganado. ¿ De qué forma? Utilizando un token, mediante la trazabilidad ampliada. El token, significa ficha en inglés y sirve para representar las cabezas de ganado con las pueden transacionar dentro de la blockchain.
La trazabilidad es para que el organismo interviniente, que en la mayoria de los casos puede ser el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) pueda hacer un recorrido y un seguimiento en el caso de que haya un problema con algún animal, por ejemplo, en el caso de enfermedad como el de la vaca loca que se hizo tan popular. Por su parte, la trazabilidad ampliada es lo que están ofreciendo desde Carnes Validadas con el token Vaca y permite acceder a una mayor información, así como brindar más detalles del origen y antecedentes de los animales.
"La trazabilidad ampliada habla de la cantidad de información que se puede tener en un mismo token. Estamos muy contento de poder aportar esta tecnología, más a un producto que es tan argentino como es la carne", dice Diego Heinrich es el CEO y co-fundador, junto a Nicolás Balestrini de Carnes Validadas.
Heinrick le cuenta a Iproup que la plataforma nace como una solución al problema de suministro de la carne. "Entendemos que todas las demandas mundiales respecto a alimentos, en general, van a demandar mayor información. Hay mucha más información de la que hoy está regulada, y es la que van a estar demandando los consumidores en los próximos años", cuenta Heinrich.
El productor resalta que uno de los problemas que encuentra, al hablar con los productores ganaderos, es que muchos no pueden sacar un préstamo con sus cabezas de ganado. "Solo el 4 por ciento de los productores puede acceder a un préstamo, poniendo como garantía la cabeza de ganado. Para nosotros es una gran oportunidad poder ayudar a que muchos productores puedan acceder a un préstamo mediante la utilzaciòn del token vaca".
La plataforma de Blockchain de Carnes Validadas tiene un parte pública, en la que cualquier persona puede participar y una parte privada, en las que ciertos permisos están restringidos. "Cada vaca está representada por un token vaca. Y ese token es el que administran (los productores) desde una billetera y puede impactar características, eventos. Una de las funcionalidades que le atribuimos es que pueda dar transferida de un productor a otro. Por ejemplo, está el productor que cría el ternero, que se lo vende a alguien que lo engorda, y el que se lo vende a un frigorífico. Son personas que no se conocen, y que puede desconfiar incluso de los datos que pasan. Y ahí es donde Carnes Validadas puede aportar valor, porque el token puede validar la información", cuenta Heinrich.
De está manera, gracias a la tecnología Blockchain el consumidor final va a poder escanear un código QR, que podrá estar en el corte de la carne, y así conocer toda la ruta desde el inicio, hasta que llegó a la góndola.
"Hoy por hoy ese token tienen la activación patrimonial de una cabeza de ganado. Es como si transformáramos la cabeza de ganado en un bien registral. Y ese bien, una vez que está impactado en Carnes Validadas puede ofrecerse como una garantía para la obtención de un crédito. Nosotros buscamos que poder contar cómo se hacen las cosas, que es lo que le interesa al consumidor", dice el productor.
El inicio de Carnes Validadas contó con una primera ronda de inversores ángeles, 24 en total, y ya van por una segunda de ampliación de inversión. Hoy cuentan como más de 10.000 tokens de Carnes Validadas y operan en Brasil, Colombia, Uruguay y México.