La industria automotriz se acelera para los tiempos que corren. Ya no se trata de planes a futuro, sino que la innovación debe hacerse hoy. En esta transformación aparecen diferencias o rivalidades entre los principales jugadores del mercado.
"Queremos pasar de ser una compañía fabricante de autos a una compañía de servicios de movilidad", dijo Daniel Herrero, número uno de Toyota Argentina, la marca más exitosa del país. Así, de manera contundente, sentó su visión a largo plazo.
En Nissan, con el plan Nissan Intelligent Mobility, también apuntan a fijar otro rumbo. De hecho, ya trabajan con una nueva propuesta llamada Energy Home, por la cual los coches a batería pueden trasladar energía al hogar para ahorrar electricidad.
Más allá del camino elegido, coinciden en que el transporte debe ser más sustentable. Para lograrlo, los combustibles tradicionales deben desaparecer.
De hecho, algunas marcas ya establecieron fechas concretas para el fin de la producción de vehículos a combustión para migrar definitivamente a los que se propulsan con nuevas tecnologías.
Entre las opciones se encuentran los híbridos, híbridos enchufables, los que funcionan a hidrógeno y los eléctricos 100%.
A continuación, un repaso de cada alternativa, cuáles son las compañías que los defienden y cómo operarán en la Argentina.
Los eléctricos
Son aquellos autos 100% electrificados, la máxima innovación en materia de motorización.
Nissan y Renault son algunas de las marcas que eligen esta variante y apuestan directamente hacia a estos modelos, sin paso previo.
"Para nosotros, el camino es eléctrico. Tenemos una estrategia de largo plazo y el Leaf es nuestro embajador", afirmó José Luis Valls, CEO de Nissan Latinoamérica, a iProUP.
"Es el modelo que representa la visión Nissan Intelligent Mobility y las tecnologías del futuro, como el manejo autónomo, el Pro-Pilot, las posibilidades del auto para estacionarse solo y la conectividad. Esto es lo que viene", completó.
En estos casos, tanto el motor como el resto de los sistemas sólo usan electricidad, que se almacena en la batería para ser consumida durante su uso. Y se puede recargar en el transcurso de los trayectos con la aceleración y el frenado del auto.
Para cargarla por completo, debe recurrirse a estaciones de servicio con surtidores eléctricos (que no hay en la Argentina) o equipos hogareños.
Algunas marcas ofrecen un wallbox, una caja que se instala en las casas y es más rápida, mientras que existen cables de emergencia que permiten conectarlo a un enchufe convencional. Esto demanda más tiempo de carga (horas), pero es útil para salir de un apuro en cualquier lugar.
Actualmente, el tiempo promedio que se requiere para la recarga total es de ocho horas y la autonomía de los más avanzados llega a 400 km. No obstante, ya se está trabajando en proyectos que posibiliten alcanzar los 600 km.
Los eléctricos más populares son el Nissan Leaf, que se lanzará en enero en la Argentina; el Chevrolet Bolt EV, que podría llegar al país entre fines de 2019 y comienzos de 2020; y el Renault ZOE.
Se trata de autos compactos y accesibles, en contraposición con el Tesla Model S, marca que nació "100% eléctrica" y apunta a un público premium.
También otras firmas trabajan a pasos acelerados en la electrificación y tienen modelos atractivos. Dentro de ese pelotón se agrupan Hyundai, con el Kona eléctrico; Porsche, con el SUV Taycan; Jaguar, con otro SUV: el I-Pace; y Kia, con su nuevo e-Niro.
Los híbridos
En esta categoría se agrupan los autos que tienen como motor principal uno a combustión. Es decir, un naftero tradicional, pero combinado con un sistema eléctrico que apoya al primero rebajando el consumo.
Toyota es la marca que más lo defiende y la primera que lo implementó en la Argentina.
¿Cómo funciona? El combustible se quema y libera energía que sirve para mover las ruedas. Además, gracias a un generador de electricidad, el híbrido recarga parcialmente la batería gracias al trabajo del inversor, que está situado sobre la caja de cambios, en descensos o situaciones de retención o reducción de velocidades.
Esa energía se almacenará nuevamente para utilizarse en ciertos momentos, como el arranque del vehículo o la alimentación de los sistemas complementarios.
La autonomía puramente eléctrica de estos modelos por ahora es reducida, con un promedio de 30km y una velocidad máxima que no supera los 50 km/h. Logran un consumo de combustible muy bajo: unos cinco litros cada 100 kilómetros en promedio.
Uno de los principales referentes de esta categoría en el país es el Toyota Prius. A nivel mundial, los referentes son el BMW M340i, una versión híbrida de la próxima generación del BMW Serie 3; el Toyota CH-R y el nuevo Lexus UX 250h.
Desde el 7 de diciembre, también Lexus, que desembarcó en el mercado local, ofrece todas sus propuestas con motor convencional o híbrido.
Híbridos recargables o PHEV
Estos modelos integran un motor a combustión tradicional y uno eléctrico autorrecargable o de recarga externa adicional. Esto significa que pueden regenerar su energía como un híbrido y, además, conseguirla de tomas de la red eléctrica fija.
Otro dato es que disponen de una segunda batería, por lo que tienen un mayor volumen energético almacenado. Por ende, disponen de más autonomía eléctrica y ofrecen recorrer un trayecto más amplio en modo EV, de alrededor de 50 o 60 km, además de alcanzar velocidades máximas de hasta 130 km/h en modo eléctrico.
Uno de los pioneros es el Mitsubishi Outlander PHEV. En la Argentina, se lanzó recientemente el Mercedes Benz GLC350e. Y Volkswagen es una de las firmas que más defiende esta categoría.
"Como marca tendremos más de 25 modelos híbridos y eléctricos a nivel mundial en los próximos años. Pero hay que adaptar cada uno al mercado. Creo que la opción más acorde a América Latina son los híbridos Plug-In por la falta de infraestructura", afirmó Pablo Di Si, CEO de Volkswagen Mercosur, a iProUP.
"Vamos a empezar con el Golf GTE y, si se empieza a mejorar la parte estructural, traeremos otros modelos", completó.
Hyundai Ioniq también tiene una versión híbrida y otra eléctrica para rivalizar con el Toyota Prius Plug-In Hybrid.
Una variante de los híbridos Plug-In son los híbridos suaves o "mild-hybrid", que integran un motor tradicional y una batería con capacidad mayor a que lo que habitualmente se encuentra en el mercado.
Esto permite que, mientras el motor hace su trabajo enviando la energía a las ruedas, el generador recarga el acumulador eléctrico.
Esta energía alimenta de forma independiente sistemas como el de arranque o los accesorios (alumbrado, info-entretenimiento, climatización, etc.) que, en situaciones tradicionales, repercutirían en un aporte extra de consumo mientras el motor, ya de por sí, utiliza carburante para rodar.
Algunos de estos coches "mild-hybrid" llevan la etiqueta de la DGT Eco, gracias a que cumplen con la normativa de sustentabilidad de la Dirección General de Tráfico de España, como el Audi Q8.
A hidrógeno
Son varias las marcas que llevan años apostando fuerte por la pila de combustible. Toyota arrancó en 2002 y terminó aplicando el sistema al Mirai, mientras que la primera en introducir un modelo de hidrógeno en el mercado fue Honda, con el FCX Clarity, en 2008.
Mazda también probó este combustible con el RX8, que funcionaba tanto con nafta como con hidrógeno. Pero, finalmente, no llegó a la etapa de producción.
Otra que también se jugó por esta tecnología es Hyundai. En 2013, comenzó a comercializar el ix35 Fuel Cell y está a punto de lanzar su segunda generación de pila de combustible con el Hyundai Nexo.
A diferencia de un auto eléctrico, el de pila de combustible no se recarga mediante un enchufe. En su lugar, dispone de tanques de hidrógeno que mezclan dicho gas con oxígeno para generar la propulsión del vehículo.
El proceso de mezclar oxígeno e hidrógeno se produce en la pila de combustible y genera energía eléctrica, además de agua. Mientras la electricidad resultante se almacena en las baterías para ir nutriendo el motor, el agua excedente, en forma de vapor, se expulsa.
Los autos de hidrógeno sólo emiten vapor de agua por el tubo de escape. La principal ventaja que señalan los fabricantes de estos modelos en comparación con los eléctricos es el tiempo para una recarga completa: aseguran que sólo requiere de cinco minutos.
Llenar el tanque de hidrógeno es una tarea parecida a ir a una estación de servicio: se hace a través de una manguera, que queda sellada al depósito mientras dura el proceso.
La autonomía es muy similar a la de los vehículos a combustión. La primera generación de pila de combustible de Hyundai llegaba casi a los 430 km, mientras que su segunda generación, con el Nexo, roza los 600 km.
Para tener en cuenta
En la Argentina, las marcas van por diferentes caminos. Nissan apuesta directamente al eléctrico, al igual que Renault. Volkswagen y Mercedes Benz prefieren los híbridos Plug-In, porque la infraestructura del país está lista para ellos. En cambio, Toyota se queda con los híbridos.
En cualquier caso, el camino está en marcha y el desembarco de las nuevas tecnologías ya es una realidad. Solo falta que más compañías se arriesguen a lanzar sus modelos sabiendo que serán una gran apuesta a futuro.